Cuál es la técnica de relajación con la que mejorar la concentración y sentirte más descansado en solo 10 minutos

Este método ayuda a relajar el sistema nervioso simpático y aumentar el rendimiento cognitivo

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Una mujer practicando la meditación
Una mujer practicando la meditación (AdobeStock)

En un mundo en el que la falta de sueño y el estrés forman parte del día a día, surge una práctica que promete recuperar energía sin necesidad de cerrar los ojos. Se trata de NSDR (Nonsleep Deep Rest, por sus siglas en inglés) y cada vez despierta más interés entre quienes buscan mejorar su bienestar.

Cada vez más profesionales de la salud destacan su potencial como complemento a hábitos saludables como una alimentación equilibrada, practicar ejercicio regular y un descanso nocturno de calidad. Aunque no sustituye al sueño, el NSDR puede marcar la diferencia en la forma en que afrontamos el día a día.

Esta técnica de relajación guiada “busca inducir un estado de calma y recuperación sin que la persona llegue a dormirse. Su objetivo es reducir la actividad del sistema nervioso simpático, responsable del estrés y la respuesta de lucha o huida, y activar el sistema parasimpático, vinculado con la relajación, el descanso y la digestión”. Así lo explica la doctora Rybel Wix, especialista en Neurofisiología Clínica y Medicina del Sueño en la Unidad del Sueño de HM Hospitales, para el medio WeLife.

En términos más sencillos, el NSDR coloca al cuerpo en una fase muy parecida al sueño ligero, pero sin perder la consciencia. Lo más llamativo del NSDR es la rapidez con la que actúa: sesiones cortas de apenas 10 minutos ya pueden generar efectos medibles, como una mayor concentración, mejor rendimiento cognitivo y una recuperación física más rápida.

Este tipo de descanso resulta especialmente útil para deportistas, profesionales sometidos a alta presión laboral o personas que acumulan cansancio de forma prolongada. Por eso, algunos lo comparan con la clásica power nap o siesta corta. La diferencia fundamental es que aquí no se trata de dormir, sino de permanecer consciente en un estado profundo de relajación.

Cómo practicar el NSDR

Lejos de técnicas complicadas o rutinas estrictas, el NSDR se caracteriza por su sencillez. No hacen falta aplicaciones específicas, ni ropa específica ni equipamiento especial, puesto que solo se requieren tres elementos básicos:

  1. Un lugar tranquilo, libre de distracciones, donde poder recostarse, ya sea en una colchoneta, un sofá o la propia cama.
  2. Una guía de audio, generalmente en forma de grabación, que se recomienda escuchar con auriculares para lograr mayor inmersión.
  3. Seguir las indicaciones, que suelen consistir en ejercicios de respiración, visualizaciones y un recorrido mental por el cuerpo.
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Eso sí, hay un aspecto clave: no quedarse dormido. A diferencia de la siesta, el objetivo del NSDR es mantener la consciencia en todo momento, aunque la sensación sea la de un descanso profundo. Se trata de dejarse llevar por la voz y entrar en un estado de calma sin exigencias, simplemente parar, recuerda la doctora Wix.

En una sociedad donde las jornadas extensas, el exceso de pantallas y la falta de desconexión son parte del día a día, las técnicas de relajación como el NSDR aparecen como una herramienta práctica y eficaz para cuidar la salud mental y física. Al ser fácil de incorporar en la rutina diaria, se convierte en un recurso accesible para quienes no pueden permitirse largas pausas o un sueño nocturno reparador.