El restaurante chino a solo unos metros de Gran Vía que ha logrado entrar en la Guía Michelin con sus dumplings a buen precio

Su variedad de dumplings y sus tallarines chinos son dos de las razones por las que muchos peregrinan hasta este pequeño local a pocos metros de Plaza de España

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Dumplings de Little Dragon, el
Dumplings de Little Dragon, el restaurante chino premiado por la Guía Michelin (Web del restaurante)

En Little Dragon, la alta cocina se sirve dentro de un dumpling. Este proyecto, un restaurante de cocina china ubicado en pleno centro de Madrid, ha conseguido conquistar a los inspectores de la Guía Michelin, tanto que, el pasado mes de julio, estos le hacían un hueco en su lista de Restaurantes Recomendados. La autenticidad de sus recetas, la simplicidad de su joven propuesta y la artesanía de sus productos han sido pilares fundamentales.

Little Dragon se encuentra en la calle de los Reyes, junto a la Plaza de España y a solo unos metros de la concurridísima Gran Vía madrileña, en una zona que, con permiso del barrio de Usera, ha sido bautizada por muchos como el Chinatown gastronómico de Madrid. Y es que estas calles están repletas de pequeños locales especializados en diversas versiones de la cocina de este país asiático, muchos de ellos abiertos por oriundos afincados en Madrid.

Aquí te contamos cómo surgió la Guía Michelin

Es el caso de Little Dragon, un proyecto fundado por una pareja originaria de Shanghái, Teresa Leng y Alex Zhang. Juntos iniciaron este proyecto en el verano de 2023, dos años en los que les ha dado tiempo a abrir otro local (C. de Padilla, 4) y también a ganarse el cariño de muchos, además de una larga lista de habituales que lo tienen ya como su restaurante chino de confianza. Consigue ahora un logro con pocos antecedentes, el de hacerse un hueco en la guía gastronómica más prestigiosa del planeta, con pocos nombres asiáticos en sus ediciones españolas.

Si lo ha conseguido es porque Little Dragon es garantía de comer bien, cocina auténtica y a buen precio, una combinación poco común en zonas tan céntricas como esta. Todo esto pasa, además, en un local muy agradable, decorado con cariño y con un diseño actual, aunque con pequeños detalles de carácter oriental (cabezas de dragón, farolillos rojos, pandas de peluche...).

Al igual que la pareja al frente, la comida que se sirve en las mesas de Little Dragon también viene directamente desde Shanghái. Aquí, los dumplings son los indiscutibles protagonistas. Estas pequeñas empanadillas cocinadas al vapor se elaboran a mano con una deliciosa masa fina, encargada de envolver rellenos de todo tipo. Los tallarines chinos (lamian), de elaboración artesanal, son la otra gran estrella de la carta, cocinados en seco o en forma de sopa.

Uno de los platos de
Uno de los platos de Little Dragon (Web del restaurante)

Del xiaolongbao a los wonton

Su carta se divide en tres pilares fundamentales, tres estilos de dumpling que sus comensales pueden probar durante su visita. Por un lado, los xiaolongbao, unos dumplings al vapor rellenos de carne de cerdo o pollo, también con trufa y cerdo, y de un delicioso caldo aromático. Como ellos mismos lo definen, “una explosión de sabores en cada mordisco", pues deben comerse de un solo bocado acompañados de su salsa especial de soja y vinagre.

El festín continúa con sus shenjiangbao, unos esponjosos bollos rellenos de carne de cerdo y verduras que se cocinan al vapor para después dorarlos en una sartén y así hacer crujiente su parte inferior.

La tercera pata de su carta son los wonton, dumplings de masa fina rellenos de cerdo condimentado, algunos con salsa picante y otros con salsa de cacahuete y sésamo. Estos mismos se pueden disfrutar también en forma de hún tún tang, unas sopas de wonton que pueden ser de cerdo con verduras o gambas.

Todo ello puede acompañarse con alguno de sus snacks, una lista que incluye desde una ensalada de pepino con ciruela hasta rollitos fritos o bolas de gamba crujientes. Para quienes quieran, además, un principal, cuentan con platos individuales como los mencionados lamian, tallarines artesanales que pueden acompañarse con cerdo marinado, pollo o ternera; y también arroz frito, acompañado de filete de cerdo empanado al estilo de Shanghái.

Un detalle -nada menor- de su carta llama la atención, a la vez que hace de este un restaurante de paso habitual para muchos: sus recatados precios. Las raciones de dumplings, entre 4 y 5 unidades, tienen un precio que va desde los 7 hasta los 10 euros, mientras que sus tallarines no pasan de los 11. Su lista de snacks ofrece cifras de entre 4,50 y 6,50, mientras que los postres se mantienen en no más de 7 euros. De esta forma, el ticket medio compartiendo varios platos puede encontrarse alrededor de los 20 euros.