“Las personas que lloran por cosas pequeñas no son débiles”: una psicóloga afirma que “es una muestra de buena regulación emocional”

Expresar las emociones a través del llanto ayuda a procesar sentimientos intensos

Guardar
Un hombre que llora en
Un hombre que llora en una imagen de recurso. (Adobe Stock)

Las lágrimas brotan ante el dolor físico, pero también con el psicológico, aunque no siempre lloramos desde la pena. En momentos de intensa emoción, sean estos de profunda tristeza o de gran alegría, este fenómeno que sala nuestra piel parece unir los extremos emocionales del ser humano. Este proceso implica procesos fisiológicos y sociales que ofrecen una mirada única sobre la manera en que las personas gestionan sus sentimientos.

La producción de lágrimas frente a distintas emociones es una respuesta biológica que cumple funciones esenciales para el bienestar físico y psicológico. Lo explica Álvaro Pestaña, bioquímico, divulgador científico y profesor universitario especializado en neurociencia, metodología científica y educación en salud, en un artículo en The Conversation. Pestaña explica que existen tres tipos principales: lágrimas basales, lágrimas reflejas y lágrimas emocionales. Las primeras se producen de manera continua y aseguran la lubricación permanente de la superficie ocular. Las lágrimas reflejas aparecen en respuesta a irritantes externos como el humo, los vapores o el viento, con el objetivo de limpiar y proteger el ojo de daños inmediatos. Las lágrimas emocionales emergen durante episodios de tristeza, alegría, miedo o frustración, y son las únicas asociadas directamente con experiencias afectivas intensas.

Lágrimas para rebajar la sobrecarga de emociones

Llorar de tristeza es un proceso nada sencillo: “Al experimentar un sentimiento intenso, nuestro cerebro entra en acción. La amígdala, una pequeña estructura del cerebro encargada de procesar las emociones, envía señales al hipotálamo, que a su vez activa el sistema nervioso autónomo. Este sistema controla las respuestas involuntarias de nuestro cuerpo, como el ritmo cardíaco, la respiración y, por supuesto, la producción de lágrimas. El resultado es que las glándulas lagrimales reciben la señal de generar lágrimas y comenzamos a llorar". Esta concatenación de pasos" puede ser una forma de liberar parte de ese estrés acumulado”.

Pero las lágrimas no solo aparecen ante la tristeza. La alegría intensa, la sorpresa positiva o un reencuentro significativo provocan una respuesta semejante. En estas situaciones, la sobrecarga emocional positiva conduce al mismo mecanismo físico: una avalancha bioquímica en el cerebro, una reacción en el sistema nervioso autónomo y, finalmente, la aparición de lágrimas. El llanto durante la felicidad facilitaría la regulación emocional, ayudando a procesar las emociones abrumadoras y evitar una posible saturación del sistema nervioso.

Además del aspecto fisiológico, las lágrimas desempeñan un papel en la comunicación interpersonal. Cuando una persona llora, los demás pueden reconocer de inmediato la magnitud de la emoción experimentada. Esta señal visible suele despertar empatía, lo que refuerza los vínculos en el entorno social cercano. De hecho, en la infancia, el llanto se convierte en el principal canal de comunicación con los adultos.

La soledad, una pandemia silenciosa que genera monstruos: "Es un factor de riesgo enorme para la depresión"

El llanto no es un reflejo de debilidad

Las lágrimas han sido vistas en muchas ocasiones como un reflejo de flaqueza, pero no lo son. En uno de sus videos a través de su cuenta de TikTok (@silviaseverinopsico), la psicóloga Silvia Severino, carga contra esta afirmación porque, asegura, “llorar no es debilidad, es fortaleza psicológica”.

“Aunque muchos creen que es un signo de debilidad, la ciencia dice lo contrario. Llorar ayuda a procesar emociones complejas y libera estrés acumulado. Es una muestra de buena regulación, inteligencia emocional y conexión real con tus sentimientos. Además, quienes lloran con frecuencia suelen ser más resilientes y se adaptan mejor al cambio”, defiende.