Esta es la dieta de una mujer de 98 años que practica hasta cinco deportes: “Comencé a nadar durante la época de Mussolini”

El agua es uno de los mejores aliados de Mauriccia para mantener una dieta equilibrada y conseguir llegar hasta mínimo los 100 años de edad

Guardar
Persona mayor haciendo ejercicio. (VisualesIA)
Persona mayor haciendo ejercicio. (VisualesIA)

Mariuccia, una italiana de casi 99 años, es el ejemplo perfecto de cómo la combinación de hábitos saludables y ejercicio constante pueden llevar a una longevidad excepcional. Originaria de la provincia de Génova, pero residente en Roma, ha logrado mantener una energía inquebrantable que muchos jóvenes envidiarían. El próximo 20 de noviembre, celebrará sus 99 años, y lo hará con la misma vitalidad que la ha caracterizado a lo largo de toda su vida.

Uno de sus secretos, como ella misma comparte con Corriere della Sera, es su rutina matutina. “No como nada hasta las 11 de la mañana. Lo primero que hago es beber medio litro de agua a temperatura ambiente, muy despacio”, cuenta. Y a esa agua, le añade un suplemento de potasio y magnesio, que le ayuda a cuidar tanto sus huesos como la presión arterial. Su marido, Mauro, quien es 30 años más joven que ella, también juega un papel importante en su día a día, ya que se encarga de preparar un zumo de kiwi o naranja, y una infusión de hinojo para ayudarle con su digestión.

Además de su dieta saludable, que siempre incluye frutas y verduras de su huerto, Mariuccia ha mantenido un estilo de vida activo desde muy joven. La actividad física ha sido su compañera constante: comenzó a nadar durante la época de Mussolini, y con el tiempo incorporó otros deportes como el tenis, el windsurf y, más recientemente, el golf. “Nunca he dejado de practicar deporte, incluso cuando fui madre. Siempre he intentado sacar tiempo para mí, porque el ejercicio es la forma de sentirme bien conmigo misma y con los demás”, explica.

Mauriccia Rivano, la mujer de
Mauriccia Rivano, la mujer de casi 99 años que hace deporte todos los días. (Facebook)

Este enfoque en la actividad física y la buena alimentación ha sido clave para mantener su salud a lo largo de los años. Aunque no sigue una dieta estricta, se asegura de comer productos frescos y naturales, algo que valora mucho en la cocina actual. “Las cosas ya no saben como antes. Ni las patatas fritas saben a patatas fritas”, lamenta. Por ello, prefiere alimentos frescos y, sobre todo, aquellos de su propia cosecha. En su huerto, cultiva verduras y frutas, con las que prepara mermeladas caseras y otros platos sencillos pero nutritivos.

La dieta de Mauriccia

En cuanto a sus comidas, Mariuccia sigue una dieta ligera y balanceada. Por las mañanas, después de su agua con suplementos, disfruta de un desayuno preparado por Mauro, que incluye zumo de frutas y un té digestivo. Para el almuerzo, suele comer ensaladas, preparadas por su marido, que incluyen zanahorias, tomate, apio y pan tostado con queso. Y por la noche, se decanta por verduras cocidas, aunque no duda en darse un capricho con un bistec de carne si le apetece.

A los 80 años, después de enviudar, Mariuccia comenzó a reinventarse. En esa etapa de su vida, se dedicó a aprender a tocar el piano y empezó a jugar al golf. “Cuando enviudé, los días se hicieron interminables. Busqué distracciones para mantenerme ocupada”, cuenta. Y fue también en ese momento cuando conoció a Mauro, su actual marido, con quien comparte una vida llena de amor y complicidad, a pesar de la diferencia de edad. “Nuestros días son un caos”, bromea, ya que mientras él es madrugador y se apresura a desayunar, ella prefiere tomarse su tiempo por la mañana.