Estas son las características que tienen en común las personas que han tenido muchas parejas, según un estudio

Según un estudio, tener una vida sexual activa propicia muchos beneficios para la salud. Las relaciones sexuales sanas no solo ofrecen placer momentáneo, sino que pueden tener muchas consecuencias positivas a largo plazo. De esto informa la Clínica Medellín en un reciente estudio.

El informe resalta la importancia de mantener una vida íntima, equilibrada y consciente, como parte fundamental del bienestar general de las personas. A través de un enfoque médico y psicológico, se analizaron distintos factores que demuestran cómo la sexualidad influye directamente en aspectos tanto físicos como emocionales.

Atendiendo al informe de la Clínica Medellín, una vida sexual activa, donde el sexo es consentido y consensuado, presenta efectos muy positivos para la cotidianeidad de las personas. En primer lugar, disminuye la probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares. Esto se debe al aumento de la frecuencia cardiaca durante el acto sexual, lo cual favorece a la salud del corazón. Asimismo, esto repercute en otros posibles síntomas de la vida moderna como la ansiedad, el estrés o incluso el sueño. El sexo puede conciliar positivamente con ello, promoviendo la liberación de hormonas y la relajación psíquica y corporal.

Algunos expertos comparan el acto sexual con el deporte, precisamente por esa mejora de la presión arterial. También por la disminución del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. En relación con esto, según informa la revista The American Journal of Cardiology, tener encuentros sexuales dos veces por semana puede reducir la probabilidad de experimentar un ataque al corazón.

Otros efectos positivos comentados en el informe son una mejoría considerable del suelo pélvico, la hidratación de la piel, la estimulación en la producción de colágeno y en el cómputo de relaciones sociales, con un acercamiento más relajado a la rutina del día a día.

Para abordar esta pregunta nos remitimos al estudio realizado por BMJ Sexual & Reproductive Health. Sus especialistas buscaron aquellos elementos que las personas con una vida sexual activa tenían en común, centrándose en los mayores de 50 años. Dicha investigación reveló que los hombres tienden a tener un mayor número de parejas sexuales en comparación con las mujeres. Esta diferencia, según ellos, podría estar relacionada con la hormona de la testosterona, cuyos niveles suelen ser más elevados en los varones, influyendo en el deseo y comportamiento sexual.

No obstante, ante todo, para mantener una buena vida sexual debe prevalecer el consenso. Crear un ambiente donde te puedes sentir cómodo para intimar con otra persona es el primer objetivo que asegura el éxito de tus relaciones sexuales. La comunicación, el entendimiento mutuo, una buena alimentación, descanso físico y psicológico. Después de todo, la sexualidad, junta dos aspectos fundamentales del ser humano: mente y cuerpo, que en esencia, están profundamente relacionados y radican en una misma cosa. Aquello que afecta a la mente, repercute en el cuerpo, y viceversa.

Atendiendo a la neurociencia podemos acceder a esta postura monista: mente y cuerpo no son entidades separadas, todo lo mental surge de procesos físicos en el cerebro. En consecuencia, la vida sexual, debe estar en consonancia con las exigencias que se derivan de ello. Estas exigencias son mínimos vitales que todas las personas deberían cumplir antes de intimar afectivamente con otras.