Dorada: propiedades, beneficios y contraindicaciones

Este pescado es rico en omega-3, vitaminas del grupo B y minerales que cuidan de la salud

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Receta de dorada al horno
Receta de dorada al horno con patatas (ShutterStock).

La dorada es uno de los pescados más consumidos en España gracias a su disponibilidad durante todo el año, su sabor y las propiedades que aporta a la salud. Según la Federación Española de Nutrición (FEN), pertenece al grupo de los pescados magros o semigrasos dependiendo de la época del año y de la alimentación.

Los valores nutricionales de la dorada dependen de factores como la estación, el origen, el tamaño y la alimentación del pez. Una ración de 100 gramos de dorada aporta unas 77 kilocalorías y contiene entre 1,3 y 7,8 gramos de lípidos, lo que la posiciona como un alimento de bajo contenido graso si se compara con otros pescados más grasos. Además, la dorada proporciona en una cantidad similar alrededor de 17 gramos de proteínas de alto valor biológico, lo que significa que contiene todos los aminoácidos esenciales necesarios para el organismo.

Este pescado ofrece minerales como el fósforo, fundamental para la formación de huesos y dientes; potasio, que favorece la función muscular y nerviosa; y magnesio, importante en numerosos procesos metabólicos. En menor medida, la dorada también aporta hierro, yodo y zinc, nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del organismo humano.

En cuanto a vitaminas, la dorada presenta niveles notables de vitamina B12, crucial para la formación de glóbulos rojos y el correcto funcionamiento del sistema nervioso. También ofrece vitamina B6 y niacina (vitamina B3), junto a pequeñas cantidades de vitamina E. La cantidad de vitamina D depende de la alimentación y exposición al sol del pez, pero puede contribuir a la ingesta total de esta vitamina, esencial para la salud ósea.

A nivel de ácidos grasos, la dorada aporta una combinación equilibrada de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, entre las que destacan los omega-3, reconocidos por la FEN por sus efectos positivos sobre la salud cardiovascular. El perfil lipídico de la dorada es variado dependiendo de su hábitat y dieta, pero suele mostrar una proporción favorable de ácidos grasos insaturados, considerando sus efectos beneficiosos sobre el colesterol sanguíneo.

Receta de dorada al horno
Receta de dorada al horno con patatas y zanahoria (ShutterStock).

Beneficios de comer dorada

La dorada es una excelente fuente de proteínas completas, fundamentales para la formación y mantenimiento de la musculatura, el crecimiento y la reparación de tejidos. Su consumo resulta especialmente apropiado en etapas de crecimiento, en personas mayores y en quienes desean mantener o incrementar masa muscular, según la FEN.

Gracias a su bajo contenido graso general y a la presencia de ácidos grasos omega-3, este pescado ayuda a mejorar los niveles sanguíneos de colesterol y triglicéridos, lo que contribuye a una mejor salud del corazón. Los omega-3 desempeñan un papel en la reducción de la inflamación y el mantenimiento de la elasticidad de los vasos sanguíneos, factores fundamentales para prevenir enfermedades cardiovasculares. Según los profesionales de la FEN, su consumo dentro de una dieta variada y equilibrada puede resultar positivo para la prevención de patologías como la hipertensión o la arteriosclerosis.

El contenido de minerales imprescindibles como fósforo, magnesio, potasio y el aporte de selenio, junto con vitaminas del grupo B y vitamina D en cantidades variables, hace de la dorada un alimento que favorece la salud ósea, el metabolismo energético y el correcto funcionamiento del sistema inmunitario.

Uno de los pescados más sanos y completos es también el más barato: “Una ración casi cubre el 100% de los objetivos nutricionales del día”.

Contraindicaciones de la dorada

La dorada es un alimento seguro para la mayoría de la población cuando se consume en cantidades adecuadas. No obstante, se identifican algunas situaciones particulares en las que su consumo debe valorarse cuidadosamente, como las personas alérgicas al pescado, ya que pueden sufrir reacciones adversas.

Aquellas con problemas renales severos deben consultar con su profesional de salud antes de incorporar este pescado a su dieta, dado su contenido en proteínas y ciertos minerales como el fósforo y el potasio, que pueden requerir supervisión en patologías específicas.