Un estudio asegura que las personas que controlan mejor el estrés diario son más extrovertidas y amables

Una gestión deficiente del estrés diario se vincula con mayor introversión, menor amabilidad y una actitud más cerrada ante lo nuevo

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Una cena entre amigos (Shutterstock)
Una cena entre amigos (Shutterstock)

Las personas más extrovertidas, amables y agradables al trato pueden ser aquellas que saben controlar mejor el estrés del día a día. Así lo sostiene un reciente estudio de la Michigan State University tras analizar durante casi dos décadas la relación entre la gestión diaria de las tensiones y la evolución de la personalidad durante.

Según publican en la revista Psychology and Aging, mejorar la capacidad para afrontar el estrés diario se asocia con mayores niveles de extroversión, amabilidad y apertura a nuevas experiencias, mientras que una gestión deficiente de estos desafíos cotidianos se vincula con mayor introversión, menor amabilidad y una actitud más cerrada ante lo nuevo. Estos hallazgos, publicados en la revista Psychology and Aging, surgen del mayor y más prolongado estudio realizado hasta la fecha sobre cómo la forma de enfrentar el estrés diario puede influir en el desarrollo de la personalidad a largo plazo.

El trabajo siguió a más de 2.000 personas durante un periodo de 18 años, desde la mediana edad hasta la vejez. En tres ocasiones a lo largo de ese tiempo, los participantes completaron diarios durante ocho días, en los que informaron sobre sus rasgos de personalidad, los distintos tipos de estresores que experimentaban y sus emociones. Los investigadores aplicaron un análisis estadístico avanzado para vincular la manera en que los individuos afrontaban el estrés diario con los cambios observados en su personalidad a lo largo de los años.

Investigaciones previas ya habían demostrado que la personalidad influye en la capacidad para gestionar el estrés cotidiano. Sin embargo, este estudio aporta una perspectiva novedosa: “Lo interesante de este trabajo es que, a medida que las personas mejoran en el manejo de los estresores diarios, también se vuelven más extrovertidas, amables y abiertas a nuevas experiencias con el tiempo. Estas mejoras repercuten en la evolución de la personalidad”, explica William Chopik, autor principal del estudio y profesor asociado en el Departamento de Psicología de Michigan State University. Añadió que el proceso también funciona en sentido inverso: “Si la gestión de los estresores diarios empeora, la persona tiende a volverse más introvertida, menos amable y menos abierta a nuevas experiencias”.

El equipo espera que estos resultados sirvan como una herramienta de autoconocimiento y motivación para quienes buscan mejorar su bienestar emocional. Chopik señaló: “Este estudio puede dar a las personas un poco de esperanza: si logran regular sus emociones, ese esfuerzo podría acumularse y traducirse en cambios en su personalidad. Ser más extrovertido, amable y abierto a nuevas experiencias se asocia con una mayor felicidad”. Además, expresó su deseo de que los lectores comprendan que “las decisiones que toman cada día y la forma en que las interpretan pueden hacerlos más felices e incluso modificar su personalidad”.

¿Puede la genética determinar tu salud mental? Un gen define cómo respondemos ante el estrés.

Aunque el estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones percibidas como amenazantes o desafiantes y en ocasiones puede ser beneficioso al ayudar a estar alerta y concentrado, cuando se prolonga en el tiempo o es excesivo, puede tener efectos negativos en la salud física y mental.

El estrés crónico se ha asociado con una variedad de trastornos, incluyendo ansiedad, depresión, hipertensión, insomnio, problemas digestivos y debilitamiento del sistema inmunológico. Por eso, es fundamental aprender a gestionarlo mediante técnicas como la meditación, el ejercicio físico, una alimentación equilibrada y el descanso adecuado.