Cazón: propiedades, beneficios y contraindicaciones

Este pescado, joya del pescaíto frito andaluz, está repleto de nutrientes que protegen el bienestar

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Bienmesabe o cazón en adobo
Bienmesabe o cazón en adobo (Wikimedia Commons)

En Cádiz, es el adobo. No necesita apellidos ni presentaciones para una de las joyas del pescaíto frito andaluz. Lo que hace referencia es a la típica manera de preparar el cazón. Este tiburón, con su talla media y su cuerpo alargado, el cazón vive tanto en el Atlántico como en el Mediterráneo.

Más allá de su uso culinario, el cazón destaca en el ámbito de la nutrición por su riqueza en proteínas, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales. De acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición (FEN), sus características lo hacen comparable a especies como el atún, la caballa o la sardina, pero con peculiaridades que le otorgan un perfil nutricional propio.

El cazón se distingue por su alto contenido en proteínas de alto valor biológico, es decir, aquellas que contienen la totalidad de los aminoácidos esenciales que el organismo humano requiere y no puede sintetizar por sí mismo. Este aspecto resulta fundamental para el desarrollo y el mantenimiento de los tejidos corporales, incluido el muscular.

En lo referente a las grasas, el cazón es una fuente notable de ácidos grasos insaturados, predominando los omega-3, cuyo papel en la prevención de enfermedades cardiovasculares está ampliamente reconocido por la ciencia. A diferencia de otros pescados blancos, el cazón presenta mayor proporción de lípidos saludables, lo que puede ser recomendable en dietas que buscan un equilibrio entre proteínas y grasas de buena calidad.

Entre las vitaminas destaca la vitamina D, esencial para la absorción de calcio y la mineralización ósea. También proporciona niveles apreciables de vitamina B12, involucrada en la formación de glóbulos rojos y el correcto funcionamiento del sistema nervioso, así como niacina, fundamental para los procesos metabólicos de obtención de energía. En el apartado de los minerales, el cazón aporta fósforo, implicado en la formación de huesos y dientes; potasio, que ayuda al equilibrio electrolítico y la función muscular; y magnesio, necesario para múltiples reacciones enzimáticas del cuerpo humano.

La abundancia en omega-3 ayuda a reducir los niveles de triglicéridos en sangre y puede disminuir la presión arterial, facilitando la circulación y previniendo enfermedades del corazón. Asimismo, el suministro de proteínas completas favorece el mantenimiento y recuperación de la masa muscular, aspecto crucial para deportistas y personas en procesos de rehabilitación.

Gracias a la vitamina D, fósforo y calcio presentes, el consumo de cazón ayuda a mantener huesos y dientes en buen estado. Esta combinación de nutrientes convierte al cazón en una opción interesante para quienes buscan un alimento nutritivo, de fácil digestión y versátil en la cocina.

Uno de los pescados más sanos y completos es también el más barato: “Una ración casi cubre el 100% de los objetivos nutricionales del día”.

Contraindicaciones del cazón

El consumo de cazón no está exento de consideraciones importantes. La FEN advierte que, al tratarse de un pez depredador que habita en zonas costeras y fondos arenosos, puede acumular en sus tejidos cantidades relevantes de mercurio y otros metales pesados procedentes de la contaminación marina. Por esta razón, su consumo debe limitarse en mujeres embarazadas, mujeres en periodo de lactancia y niños menores de 10 años, quienes resultan más sensibles a los efectos adversos de estos contaminantes.