El sencillo truco de Martín Berasategui para bordar las patatas asadas

El horno es el aliado perfecto para cocinar las patatas. Mientras que fritas en aceite se convierten en un alimento calórico destinado al consumo ocasional, asadas a fuego lento en nuestro horno se convierten en un carbohidrato delicioso que es perfecto para acompañar tanto carnes como pescados, incluso para disfrutar como entrante con una rica salsa casera.

A pesar de que las patatas asadas sean una receta sencilla por definición, lo cierto es que lograr en ellas la perfección requiere de cierta maña. Para ayudarnos a ello, el chef Martín Berasategui cuenta con una serie de trucos y consejos, indicaciones muy fáciles de seguir que mejorarán exponencialmente el resultado de nuestro plato.

Uno de los factores clave a la hora de conseguir unas patatas perfectas es saber escoger bien la variedad que vayamos a utilizar. Lo primordial es que no sea una patata harinosa, así no se deshace ni se queda pegada a la bandeja del horno. Por ello, una de las mejores variedades son las semitardías, como la Monalisa, que se encuentran con facilidad en los supermercados. Otras dos variedades que van muy bien al horno son las Kennebec y las Desirée.

El primer paso será precalentar el horno, lo cual haremos a unos 180 °C. Mientras se calienta, podemos ir lavando las patatas, para después secarlas y cortarlas por la mitad. Este paso es fundamental, puesto que no solo hará que la patata se cocine más rápido, sino que, además, aumentaremos la superficie externa de cada tubérculo, lo que hará que se adhiera más grasa y sabor a la patata.

Tras esto, pintaremos una bandeja de horno con aceite y colocamos las patatas encima. Es fundamental que, una vez cortadas por la mitad, coloquemos las patatas con la parte ancha hacia abajo, lo que hará que absorban mejor la grasa, ya sea aceite o mantequilla, y las especias. Esto logrará que nuestras patatas queden mucho más sabrosas.

Condimentar con generosidad nuestras patatas es también imprescindible para conseguir un resultado perfecto. Antes de introducir la bandeja al horno, podemos espolvorear por encima de las patatas un poco de sal, pimienta y las especias que hayamos elegido. Para asegurarnos de que se cocinan correctamente, Berasategui nos aconseja pinchar las patatas con un tenedor o un cuchillo. Así, tendremos la certeza de que se cocinan bien por dentro y tardarán mucho menos tiempo en estar listas. El tiempo de cocción total ronda los 30 minutos, aunque esto puede variar según el tamaño y el tipo de patata.

Aunque este tubérculo ha estado muy estigmatizado en las dietas, especialmente en aquellas que buscan reducir la ingesta de calorías, en realidad este alimento tiene grandes ventajas para nuestro organismo.

Las patatas son una excelente fuente de carbohidratos, que nuestro cuerpo necesita para obtener energía. La ventaja de los carbohidratos en las patatas es que son de absorción lenta, lo que significa que proporcionan energía constante sin generar picos bruscos de glucosa.

Por otra parte, la patata está formada por un 75-80 por ciento de agua, es rica en potasio (unos 570 miligramos por cada 100 gramos), vitamina A, B1 y B3 y ácido fólico, proporciona pequeñas cantidades de zinc y magnesio, y además, apenas aporta grasas (dos gramos por cada 100). Cocidas, hervidas, asadas o hechas al vapor con piel, conservan una mayor cantidad de nutrientes (entre ellos la fibra) y además son más fáciles de digerir.