Estas son las hierbas que reducen la ansiedad, los nervios, el estrés y fortalece la memoria

En los últimos años, ha crecido el interés por los remedios naturales como complemento para mejorar nuestro bienestar emocional y físico. Aunque es fundamental subrayar que las plantas no deben sustituir nunca a un tratamiento médico, sí pueden convertirse en aliadas valiosas en el día a día. Muchas infusiones tradicionales, transmitidas de generación en generación, han sido utilizadas para calmar los nervios, mejorar la digestión o ayudar a conciliar el sueño.

En este contexto, dos plantas muy comunes en las cocinas mediterráneas han llamado la atención no solo por su sabor y aroma, sino también por sus propiedades terapéuticas. Hablamos del romero y el laurel, cuyos beneficios se potencian cuando se combinan en forma de infusión. El té de romero con hojas de laurel se ha convertido en una bebida popular entre quienes buscan reducir el estrés, mejorar la concentración y combatir la ansiedad de forma natural.

Tanto el romero como el laurel han sido utilizados desde la Antigüedad debido a sus propiedades medicinales. El romero se asocia a la memoria y la claridad mental: ya en la Grecia clásica, los estudiantes llevaban coronas de romero para mejorar su concentración antes de los exámenes. En la obra de Shakespeare Hamlet, Ofelia dice: “Esto es romero, y sirve para recordar”, reflejando esta creencia ancestral. Por otro lado, el laurel fue símbolo de sabiduría y victoria y sus hojas se usaban en infusiones para aliviar dolores y calmar el sistema nervioso.

Cuando se combinan, estas plantas ofrecen una infusión con efectos que abarcan desde lo calmante hasta lo estimulante, aportando bienestar general.

El romero contiene compuestos como el ácido rosmarínico y flavonoides que pueden ayudar a equilibrar el sistema nervioso y mejorar el estado de ánimo. Estudios han mostrado que el aroma del romero disminuye los niveles de cortisol, la hormona del estrés.

El laurel, con su contenido de eugenol, aporta un efecto sedante leve, que ayuda a calmar tensiones. Juntas, estas plantas pueden actuar como un complemento natural para momentos de ansiedad leve o nerviosismo.

El romero es especialmente conocido por su capacidad para mejorar la función cognitiva. Investigaciones de la Universidad de Northumbria demostraron que inhalar su aroma puede mejorar la memoria prospectiva y la velocidad mental, gracias a compuestos como el 1,8-cineol. También una investigación de 2003 publicada en International Journal of Neuroscience destaca los efectos que el romero puede tener en la cognición y el estado anímico de los adultos.

Aunque el laurel no ha sido estudiado tanto en este aspecto, su acción relajante puede contribuir a una mejor concentración al reducir el estrés.

Tomar esta infusión antes de dormir puede ayudar a preparar el cuerpo y la mente para el descanso. El laurel aporta una suave relajación nerviosa, y el romero ayuda a reducir la tensión mental. Aunque no es un sedante fuerte, su consumo puede formar parte de una rutina para mejorar la calidad del sueño de forma natural.

Ambas plantas tienen propiedades carminativas y antiespasmódicas que ayudan a aliviar gases, hinchazón y molestias digestivas leves. El romero estimula la producción de bilis para facilitar la digestión, mientras que el laurel ayuda a relajar los músculos del tracto digestivo. Por ello, esta infusión es ideal tras comidas copiosas o cuando se sufren digestiones pesadas.

El romero contiene poderosos antioxidantes como el ácido rosmarínico y el carnosol, que ayudan a proteger las células frente al daño oxidativo y la inflamación. El laurel también aporta flavonoides y vitamina C, contribuyendo a reforzar el sistema inmunológico y a retrasar el envejecimiento celular.

Preparar esta infusión es sencillo. Solo se necesitan hojas secas de romero y laurel, y agua. Se pone a hervir una taza de agua y se añaden las hojas, dejándolas infusionar durante unos 5 minutos. Después, se cuela y se puede tomar caliente. Para potenciar sus efectos relajantes, es recomendable consumirlo por la tarde o antes de acostarse, mientras que para estimular la concentración puede tomarse por la mañana o antes de actividades que requieran atención mental.