El agua no es la mejor bebida para hidratarse, según un estudio: “Los electrolitos, como el sodio y el potasio, son más recomendables”

Los productos que contienen una combinación equilibrada de agua, azúcares, grasas y proteínas mantienen la hidratación corporal durante más tiempo

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Beber agua. (Shutterstock España)
Beber agua. (Shutterstock España)

Llega la ola de calor y también llega la ola de recomendaciones para ‘sobrevivir’ a las altas temperaturas. Ninguna de ellas es especialmente revolucionaria: protegerse del sol, evitar automedicarse, hidratarse... La sorpresa, sin embargo, salta al habla de la manera de conseguir esto último. Y es que, según un estudio realizado por la Universidad St. Andrews de Escocia, el agua no es la mejor opción.

Ya sabemos que hay estudios científicos para sustentar casi cualquier afirmación que se nos ocurre, pero esta investigación viene avalada por su publicación en The American Journal of Clinical Nutrition, una de las más prestigiosas en la materia. Además, tampoco es que los académicos que han participado en ella digan que el agua en realidad es ‘mala’ —al contrario, destacan que sigue siendo una de las mejores vías para hidratarse— ni recomienden beber vodka para combatir el calor. Su conclusión es la siguiente: las bebidas que contienen una combinación equilibrada de agua, azúcares, grasas y proteínas mantienen la hidratación corporal durante más tiempo que el agua sola.

El estudio ha analizado la respuesta de hidratación ante distintas bebidas: tanto el agua con gas como la sin gas hidratan con eficiencia y rapidez, pero las bebidas que también aportan nutrientes adicionales ralentizan el vaciado gástrico y retienen líquidos durante un lapso mayor. El profesor Ronald Maughan, de la Escuela de Medicina de St. Andrews y uno de los autores del estudio, ha explicado que uno de los factores clave radica en el volumen ingerido: “Mientras mayor es la cantidad de líquido que consumes, más rápido se vacía del estómago y es absorbido por el torrente sanguíneo, permitiendo que los fluidos corporales se diluyan y conservando un estado de hidratación”, cuenta en declaraciones recogidas por CNN.

En el mismo medio, Melissa Majumdar, dietista y portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética, que no participó en el estudio, ha opinado sobre los resultados: “Este estudio confirma mucho de lo que ya sabíamos: los electrolitos, como el sodio y el potasio, contribuyen a una mejor hidratación, mientras que el contenido calórico en las bebidas retrasa el vaciado gástrico y, en consecuencia, también la liberación de orina”.

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Las bebidas que más hidratan

El estudio identifica la leche como una de las bebidas con mayor capacidad de hidratación, superando incluso al agua pura. Esto se atribuye a la lactosa, a sus contenidos de proteína y grasa y a la presencia de sodio, que ayuda a retener líquidos y disminuye la producción de orina. Además de la leche, también se destacaron las soluciones de rehidratación oral con electrolitos, empleadas comúnmente para tratar cuadros de diarrea, por su composición con pequeñas concentraciones de azúcares, sodio y potasio.

Por otro lado, los zumos de fruta y los refrescos con altos niveles de azúcares no resultan tan hidratantes como sus versiones con menos contenido calórico. A pesar de que estos líquidos pueden permanecer más tiempo en el estómago, su paso al intestino delgado provoca un fenómeno fisiológico de ósmosis por el cual el cuerpo extrae agua de los tejidos para diluir sus azúcares, lo que puede contrarrestar la hidratación. “Si tienes que elegir entre refresco y agua para hidratarte, elige siempre agua”, señala Majumdar.

En la vida cotidiana, la mayoría de las personas no requieren preocuparse por las diferencias de hidratación entre distintas bebidas, siempre y cuando sigan las señales naturales del cuerpo. Según Maughan, “si tienes sed, tu cuerpo te indicará que bebas más”. Aun así, advirtió que en condiciones particulares, como entrenamientos rigurosos bajo temperaturas elevadas o actividades que impliquen pérdida de líquidos relevantes, la atención en la hidratación se vuelve crucial.

El estudio también examinó el impacto del consumo del alcohol y el café en la hidratación. “La cerveza produce menos pérdida de agua que el whisky, ya que se consume mayor volumen de líquido con la cerveza”, precisó el investigador. Por tanto, las bebidas alcohólicas fuertes tienden a deshidratar, mientras que las de menor graduación, como la cerveza, ejercen un efecto menos pronunciado. En el caso del café, el nivel de cafeína consumido resulta determinante. El estudio estima que una taza estándar con un contenido aproximado de 80 miligramos de cafeína, es prácticamente tan hidratante como el agua. No obstante, consumir cantidades superiores a 300 miligramos, equivalentes a unas dos a cuatro tazas, puede provocar una leve pérdida de líquidos debido al efecto diurético de la cafeína, aunque este impacto tiende a ser transitorio.