Todos los beneficios del yoga para la salud física y mental: de mejorar la postura a reducir la ansiedad

Esta disciplina se encuentra a medio camino de una actividad deportiva y un método de meditación

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Una clase de yoga. (Pexels)
Una clase de yoga. (Pexels)

Las raíces del yoga se remontan 5.000 años atrás, en la actual India y Pakistán. En cambio, hoy parece estar más vivo que nunca. Esta disciplina, pese a estar marcada fuertemente por un enfoque espiritual, es también una práctica física y mental que mejora el bienestar. Es por ello que el yoga se considera una disciplina a caballo entre el deporte y la meditación.

Como toda actividad física, el yoga aporta múltiples beneficios para la salud, tal y como aseguran los expertos en fitness de Metropolitan, una cadena nacional de centros premium de actividad física. Así, uno de los primeros beneficios que reportan quienes se inician en esta disciplina es la tonificación del cuerpo. A través de las asanas (así se llaman las diferentes posturas) se trabaja cada zona del cuerpo de manera equilibrada. El hecho de mantener una posición durante varios segundos requiere un esfuerzo sostenido de los músculos, lo que contribuye a fortalecerlos de forma progresiva.

La respiración consciente es otro de los pilares fundamentales del yoga. Aprender a respirar de forma profunda, pausada y rítmica no solo mejora la oxigenación del organismo, sino que tiene efectos directos en la salud emocional. Una respiración fluida ayuda a relajar los músculos, reduce la ansiedad, baja el ritmo cardíaco y mejora el estado de ánimo. Esta técnica, conocida como “pranayama”, enseña a controlar la energía vital a través del aliento, proporcionando calma y claridad mental.

Otra de las ventajas de las que más se benefician quienes practican yoga es el aumento de la flexibilidad. Con el tiempo, las posturas permiten estirar los músculos de forma segura y efectiva, aliviando tensiones acumuladas por el estrés o las malas posturas. Esta flexibilidad adquirida previene lesiones, mejora la movilidad general y contribuye a una mayor sensación de ligereza corporal.

En relación directa con ello, el yoga también favorece una mejor postura corporal, sostienen los expertos de Metropolitan. Al trabajar la conciencia corporal y fortalecer la musculatura profunda, se corrigen desequilibrios y se alivia la presión en zonas como la espalda baja o el cuello, muy afectadas por el sedentarismo o el uso excesivo de dispositivos electrónicos.

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Impacto positivo en huesos y articulaciones

Desde una perspectiva médica, la práctica regular del yoga también tiene un impacto positivo en los huesos y las articulaciones. Esta práctica ayuda a preservar la masa ósea, mejora la movilidad articular y previene problemas como la osteoporosis. A su vez, el constante trabajo muscular eleva el gasto calórico, lo que contribuye al control del peso corporal.

Los beneficios del yoga no terminan ahí, pues se ha demostrado que esta disciplina ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. Al reducir los niveles de cortisol —la hormona del estrés—, se genera una mayor resistencia frente a enfermedades comunes, se mejora la presión arterial y se optimiza el funcionamiento digestivo. Además, al inducir un estado de relajación profunda, favorece la conciliación del sueño y mejora su calidad.

A nivel neurológico, el yoga actúa directamente sobre el sistema nervioso, generando una sensación de calma que se traslada al resto del día. Esta estabilidad emocional y fisiológica se traduce en un menor riesgo de sufrir trastornos relacionados con la ansiedad, la hipertensión o el insomnio.