¿Por qué nos dan miedo los payasos? La psicología explica lo que se esconde tras esta fobia

Los rasgos exagerados y la conducta impredecible de los payasos despiertan en muchas personas una respuesta de alerta y desconfianza

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Un payaso en una fiesta
Un payaso en una fiesta de cumpleaños. (AdobeStock)

Su razón de ser es entretener, divertir y hacer reír, pero en muchas personas los payasos despiertan verdadero terror. Lo curioso de esta fobia es que no es necesario que se trate de Pennywise, la creación de Stephen King en It, pues los payasos de las fiestas infantiles de cumpleaños también pueden causar este miedo irracional.

La coulrofobia, como se conoce la fobia a los payasos, es un miedo mucho más extendido de lo que pudiera parecer. Con sus llamativas vestimentas, sus narices rojas, sus gigantes sonrisas y su pintoresco maquillaje, pueden provocar un efecto totalmente contrario al que requiere su trabajo.

Esta misma exageración que busca lo cómico puede resultar perturbadora para algunos espectadores. Así lo explican las psicólogas de Somosestupendas, pues los rasgos exagerados y la conducta impredecible de los payasos rompen con lo que la mente humana considera normal y seguro, provocando una respuesta de alerta y desconfianza.

Aunque las fobias son miedos irracionales, estos se fundamentan en varios factores, aseguran. La caracterización facial y corporal extrema de los payasos puede activar un mecanismo de defensa en el cerebro humano, que interpreta lo desconocido o lo exagerado como una amenaza potencial. Además, el comportamiento hiperactivo y la cercanía física que a menudo caracterizan las actuaciones de los payasos pueden ser percibidos como invasivos y perturbadores.

Este fenómeno se ve amplificado por representaciones culturales que han asociado a los payasos con lo grotesco, lo siniestro y lo desconocido. En el imaginario colectivo, los payasos a menudo son vinculados con la locura (siendo el Joker el más conocido) o con comportamientos imprevisibles, lo cual contribuye a la percepción de que son figuras que representan un peligro potencial.

Joaquin Phoenix en una escena
Joaquin Phoenix en una escena de 'Joker'. (Niko Tavernise/Warner Bros. Pictures via AP)

Además de estas interpretaciones culturales y psicológicas, el miedo a los payasos puede también arraigarse en experiencias personales negativas. Eventos traumáticos vividos en la infancia o incluso en la edad adulta, relacionados con encuentros desagradables con payasos, pueden dejar una huella emocional profunda. Estas experiencias pueden reforzar la asociación entre la presencia de payasos y la sensación de peligro, consolidando así la coulrofobia.

¿Se puede tratar el miedo a los payasos?

Tratar el miedo a los payasos implica abordarlo desde múltiples perspectivas. La terapia cognitivo-conductual es una de las herramientas más efectivas, centrando su enfoque en identificar y modificar los pensamientos irracionales asociados con los payasos. La exposición gradual y controlada a imágenes de payasos o incluso encuentros reales, bajo la supervisión de un profesional, permite que los individuos enfrenten y desensibilicen su miedo de manera segura y progresiva.

Tráiler oficial de 'Joker: Folie à Deux'

Además, técnicas de relajación y respiración también pueden ser útiles para manejar mejor la ansiedad que pueda surgir durante la exposición. Este enfoque no solo busca disminuir la respuesta de miedo, sino también empoderar a los individuos para que recuperen un sentido de control sobre sus emociones y experiencias.

Las profesionales de Somosestupendas recuerdan que es crucial reconocer que el miedo a los payasos, aunque pueda parecer irracional para algunos, es una experiencia compartida por muchas personas en todo el mundo. No se trata simplemente de una aversión a la comedia visualmente exagerada, sino de una respuesta emocional profunda y que, por tanto, merece ser tratada con respeto y comprensión.