Qué pasa si comes atún todos los días

Este alimento es tan rico como versátil en la cocina, algo que se suma a su alto valor nutricional

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Lata de atún en conserva
Lata de atún en conserva (Nikita Gordienko/Shutterstock)

El atún es uno de los alimentos más presentes en las cocinas de todo el mundo, tanto por su sabor, su versatilidad y también por sus nutrientes para la salud. Por ello, muchas personas consumen casi diariamente este pescado, ya sea como plato en sí mismo o en ensaladas o bocadillos.

De acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición (FEN), el atún es un alimento con un altísimo valor nutricional. Es fuente de proteínas de alta calidad, ácidos grasos omega-3, minerales como selenio y fósforo, y un grupo variado de vitaminas, incluyendo la D, B6, B12 y niacina. Estos nutrientes hacen del atún un excelente aliado para la salud si se consume con conciencia y dentro de una dieta equilibrada.

Una de las principales virtudes del atún es su elevado contenido en proteínas completas. Estas proteínas contienen todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita para funciones vitales como la reparación de tejidos, la producción de enzimas y hormonas, y el mantenimiento de la masa muscular. Esta cualidad lo convierte en una opción especialmente valiosa para deportistas, personas mayores o quienes siguen dietas bajas en carne roja.

Los ácidos grasos omega-3 que aporta el atún también merecen especial atención. Estos lípidos saludables son conocidos por su capacidad para reducir los niveles de triglicéridos y colesterol LDL (el llamado popularmente “malo”), además de mejorar la salud arterial. También poseen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a prevenir enfermedades crónicas como la artritis o incluso algunos trastornos neurológicos.

Diversos estudios han asociado el consumo regular de pescado azul, como el atún, con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y un mejor desempeño cognitivo, especialmente en etapas avanzadas de la vida. Por tanto, incluir atún en la dieta diaria puede traducirse en una inversión directa en salud del corazón y del cerebro.

El atún también es rico en selenio, un mineral con propiedades antioxidantes que protege a las células del daño causado por los radicales libres. El selenio desempeña un papel esencial en el sistema inmune y en la salud tiroidea. Junto con el fósforo, otro mineral presente en el atún, fortalece dientes, huesos y contribuye al buen funcionamiento celular.

Uno de los pescados más sanos y completos es también el más barato: “Una ración casi cubre el 100% de los objetivos nutricionales del día”.

En cuanto a las vitaminas, el atún es especialmente rico en niacina (vitamina B3), que ayuda al metabolismo energético y favorece la salud del sistema nervioso. La vitamina B6 colabora en la síntesis de neurotransmisores y la formación de glóbulos rojos, mientras que la B12 es indispensable para la función neurológica y la prevención de anemias.

Por otro lado, el atún proporciona una buena cantidad de vitamina D, una vitamina que actúa como una hormona en el cuerpo y que está implicada en la absorción de calcio, la salud ósea y la función inmunológica. Dado que muchas personas tienen deficiencia de vitamina D, consumir atún de forma habitual puede ayudar a cubrir parte de los requerimientos diarios.

Pese a su excelente perfil nutricional, el consumo diario de atún también tiene sus matices. Uno de los principales puntos de atención es la presencia de mercurio, un metal pesado que puede acumularse en peces grandes como el atún, especialmente el atún rojo o blanco (albacora). En exceso, el mercurio puede ser tóxico para el sistema nervioso, particularmente en niños pequeños, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.