Receta de pastina, la sopa tradicional y reconfortante que es la ‘penicilina’ de las abuelas italianas

Una buena sopa es capaz de curar casi cualquiera de los males. Estos platos de cuchara, ligeros aunque llenos de nutrientes y sabor, son comunes a casi cualquiera de las gastronomías del mundo, en cada una con sus particularidades propias. Pero el poder reconfortante de una buena sopa es algo indudablemente común a todas las civilizaciones del mundo. En la cultura italiana, esta idea está tan arraigada en el conocimiento popular que incluso cuentan con una receta de sopa a la que popularmente se conoce como la ‘penicilina italiana’, es decir, el remedio de toda abuela italiana para curar prácticamente cualquier cosa.

El término ‘pastina’ hace alusión a un tipo de pasta italiana de muy pequeño tamaño, normalmente entre 1,5 y 2 milímetros de diámetro. En realidad, más que una variedad de pasta, se trata de una categoría, que engloba en su interior varios formatos como el acini di pepe, pequeñas bolitas perfectas para sopa; el orzo, una pasta con forma de arroz; el stelline, las clásicas estrellitas; o los ditalini, pequeños tubos que son ideales para guisos. En Italia, este grupo de alimentos es una de las recetas favoritas para servir a los niños, por lo que muchos italianos conservan de ella gratos recuerdos de la infancia.

Para preparar la pastina en forma de sopa, basta con elegir un caldo de calidad, ya sea de pollo o de verduras, y cocinar en él nuestra pasta hasta que quede con una consistencia cremosa y algo densa. Podemos acompañar esta pasta con otros ingredientes nutritivos como pollo desmenuzado o vegetales, partidos siempre en trozos muy pequeños. Además, esta receta suele acabarse con una generosa cantidad de queso parmesano rallado, lo que multiplica su cremosidad y sabor.

La pastina es un tipo de pasta diminuta muy popular en la cocina italiana, especialmente en sopas. Se suele preparar con caldo de pollo o vegetales, y es una comida reconfortante, ideal para niños y adultos por igual.

• Preparación: 10 minutos
• Cocción: 15 minutos
• Tiempo total: 25 minutos

• 1 taza de pastina (puede ser estrellas, ditalini o acini di pepe)
• 1 pechuga de pollo cocida y desmenuzada
• 4 tazas de caldo de pollo o vegetales
• ½ taza de zanahoria rallada o en cubitos pequeños
• ½ taza de calabacín en cubitos pequeños
• ½ taza de espinaca picada (opcional)
• 1 cucharada de mantequilla o aceite de oliva
• ¼ taza de queso parmesano rallado (opcional)
• Sal y pimienta al gusto

1. Preparar los ingredientes
   1. Si no tienes el pollo cocido, hierve la pechuga en agua con sal durante unos 15 minutos y luego desmenúzala.
   2. Lava y pica los vegetales en trozos pequeños para que se cocinen rápidamente.
2. Cocinar los vegetales
   1. En una cacerola, calienta la mantequilla o el aceite de oliva.
   2. Agrega la zanahoria y el calabacín, y saltea por 3-4 minutos hasta que se ablanden.
   3. Incorpora la espinaca y cocina por 1 minuto más.
3. Añadir la pastina y el caldo
   1. Agrega el caldo de pollo o vegetales y lleva a ebullición.
   2. Incorpora la pastina y cocina a fuego medio, removiendo ocasionalmente, hasta que esté tierna (unos 5-7 minutos).
4. Incorporar el pollo
   1. Añade el pollo desmenuzado a la olla y mezcla bien.
   2. Cocina por 2-3 minutos más para que todos los sabores se integren.
5. Ajustar la sazón y servir
   1. Prueba y ajusta con sal y pimienta al gusto.
   2. Sirve caliente con queso parmesano rallado por encima si lo deseas.

Con las cantidades indicadas, esta receta rinde 4 porciones.

Cada porción de pastina con vegetales y pollo contiene aproximadamente:

• Calorías: 250 kcal
• Grasas: 7 g
• Grasas saturadas: 2 g
• Carbohidratos: 30 g
• Azúcares: 3 g
• Proteínas: 18 g

Cabe señalar que estos son valores aproximados y pueden variar según los ingredientes específicos utilizados.

La pastina con vegetales y pollo se puede conservar en el frigorífico por hasta 3 días, guardada en un recipiente hermético. Si deseas conservarla por más tiempo, puedes congelarla por hasta 2 meses. Para recalentar, es recomendable hacerlo a fuego lento, agregando un poco de caldo o agua si es necesario.