Un descubrimiento en el Mar del Norte revela huellas de gigantescos icebergs prehistóricos

Según revela New Scientist, científicos hallan marcas de erosión en el Mar del Norte, dejadas por icebergs de tamaño colosal hace 18.000 años; el hallazgo podría tener implicaciones para el cambio climático actual

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El retroceso de capas de
El retroceso de capas de hielo permite entender eventos climáticos del pasado en Europa (Imagen Ilustrativa Infobae)

Recientes descubrimientos realizados en el fondo marino del Mar del Norte han dejado al mundo científico con una fascinante ventana al pasado. Científicos han identificado marcas de erosión en los sedimentos, generadas por icebergs de tamaño colosal que surcaron las aguas del norte de Europa hace unos 18.000 años, en pleno retroceso de las capas de hielo que cubrían gran parte del continente.

Como menciona New Scientist, este hallazgo no solo ayuda a entender los eventos climáticos del pasado, sino que también podría ofrecer claves cruciales para el estudio de la desestabilización de las plataformas de hielo en la Antártida en el contexto del cambio climático.

El rastro de los gigantes de hielo

Durante el período en cuestión, entre 18.000 y 20.000 años atrás, el derretimiento acelerado de las capas de hielo en el hemisferio norte produjo el desprendimiento de icebergs de proporciones gigantescas, de un tamaño similar al de ciudades medianas de Gran Bretaña. Estos colosos, que una vez flotaron a la deriva cerca de las costas británicas, dejaron profundas marcas en el lecho marino.

Estas huellas, denominadas “scour marks”, son características largas y en forma de peine, creadas cuando los icebergs arrastraron sedimentos marinos mientras se desplazaban.

James Kirkham, científico del British Antarctic Survey, y su equipo han logrado identificar estas marcas a partir de datos de sondeos sísmicos realizados en la región del Mar del Norte, que originalmente fueron recolectados con fines de exploración de petróleo y gas.

Hallazgos aportan detalles inéditos sobre
Hallazgos aportan detalles inéditos sobre la interacción entre icebergs y el lecho marino (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según las estimaciones de los científicos, los icebergs que causaron estas marcas podían alcanzar entre 5 y 20 kilómetros de ancho, y hasta 200 metros de grosor, lo que los convierte en un paralelo de los icebergs tabulares que actualmente se observan en la Antártida.

Un vínculo inesperado con la Antártida

El hallazgo en el Mar del Norte tiene implicaciones sorprendentes para el estudio de las plataformas de hielo en la Antártida. En el continente helado, los icebergs tabulares, como los recientes A23a y A68a, alcanzan tamaños comparables a los de algunos estados pequeños de EE. UU.

Estos gigantes de hielo, que se desprenden de las plataformas de hielo flotantes, ya no son un fenómeno exclusivo de la Antártida.

El descubrimiento de marcas similares en las aguas del Mar del Norte indica que, en su momento, las plataformas de hielo en Gran Bretaña e Irlanda también fueron una fuente de icebergs tabulares.

Este hecho sugiere que las plataformas de hielo británicas e irlandesas compartían características con las plataformas de hielo de la Antártida.

Este descubrimiento también plantea la posibilidad de que el colapso de las plataformas de hielo de la Antártida pueda seguir un patrón similar al observado en los eventos del pasado.

A medida que las temperaturas continúan aumentando debido al cambio climático, el derretimiento de estas plataformas podría estar causando una fragmentación similar, aunque a una escala mucho mayor.

Descubrimientos sugieren similitudes entre las
Descubrimientos sugieren similitudes entre las plataformas de hielo británicas y las de la Antártida (Pierre Dutrieux/Lamont-Doherty Earth Observatory)

El cambio en los regímenes de icebergs

Uno de los aspectos más fascinantes de este hallazgo es el cambio observado en los tipos de icebergs que dejaron huella en el fondo marino del Mar del Norte.

En las primeras etapas, las marcas eran causadas por gigantescos icebergs tabulares, pero con el tiempo, estas huellas fueron cubiertas por nuevas marcas producidas por bloques de hielo mucho más pequeños.

Este fenómeno sugiere un cambio en los “regímenes” de los icebergs, en el que los grandes icebergs fueron reemplazados gradualmente por pequeños fragmentos de hielo a medida que las plataformas de hielo se desintegraban.

Este cambio en los tipos de icebergs refleja el proceso por el cual las plataformas de hielo se fragmentan en respuesta al aumento de las temperaturas.

A medida que el hielo se desestabiliza, en lugar de desprenderse en grandes bloques, se fragmenta en una multitud de pequeños icebergs, lo que lleva a un mayor número de eventos de desgajamiento.

El estudio muestra cómo las
El estudio muestra cómo las plataformas de hielo se desintegran ante el aumento de temperaturas (REUTERS/Sarah Meyssonnier)

En términos geológicos, este fenómeno se produjo entre hace 20.000 y 18.000 años, cuando las temperaturas globales comenzaron a subir, acelerando el derretimiento de las capas de hielo.

Lecciones para la Antártida

Los científicos que investigan estos fenómenos sugieren que el estudio de estos eventos del pasado puede proporcionar valiosas lecciones para el futuro de las plataformas de hielo en la Antártida.

En particular, el hecho de que las plataformas de hielo se fragmenten en pequeños icebergs podría ser una señal más preocupante que el desprendimiento de mega-icebergs.

En la actualidad, muchos observadores temen que los grandes eventos de desgajamiento, como los observados con los icebergs A23a y A68a, sean un indicio de un colapso más amplio de las plataformas de hielo en la Antártida.

Sin embargo, investigaciones como la de Kirkham sugieren que no siempre es el caso, y que la verdadera amenaza podría radicar en la fragmentación gradual de las plataformas de hielo, en un proceso más silencioso pero igualmente destructivo.

Emma MacKie, investigadora en la Universidad de Florida, afirma que los grandes eventos de desgajamiento no son necesariamente una señal de inestabilidad.

Según MacKie, las plataformas de hielo se desintegran a través de lo que ella denomina “muerte por mil cortes”: pequeñas fracturas que, con el tiempo, conducen a la desintegración total de la plataforma.

Esto sugiere que el verdadero desafío no es solo la pérdida de grandes icebergs, sino el proceso continuo y gradual de fragmentación, que podría ser más difícil de detectar y, por lo tanto, más insidioso.