Qué alimentos no se deben guardar en el congelador y cómo conservar mejor su frescura

Técnicas recomendadas por expertos permiten mantener la calidad y evitar desperdicio en la cocina

Guardar
Expertos advierten sobre alimentos que
Expertos advierten sobre alimentos que pierden calidad al ser congelados (Imágen Ilustrativa Infobae)

La búsqueda por mantener frescos los alimentos y reducir el desperdicio ha hecho del congelador un recurso indispensable en la cocina moderna. Sin embargo, las apariencias engañan: no todo lo que se coloca en el congelador se mantiene igual.

El hielo puede ser tanto aliado como enemigo, y existen productos que, tras la congelación, pierden sabor, textura o incluso seguridad alimentaria. Antes de recurrir al freezer como solución universal, conviene conocer qué alimentos es mejor mantener lejos del frío extremo, según la evidencia de organismos oficiales y expertos culinarios.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) coinciden en que la congelación es una de las estrategias más eficaces para conservar alimentos en el hogar y reducir el desperdicio.

La popularidad de la congelación responde a su eficacia para prolongar la vida útil de productos como pan, salsas o frutas de temporada. Según la FDA, almacenar los alimentos a -18℃ (0℉) mantiene su seguridad, aunque puede deteriorar la calidad.

La FDA y el USDA
La FDA y el USDA recomiendan evitar el congelador para ciertos productos frescos (Imagen ilustrativa Infobae)

Shawn Matijevich, chef e instructor principal de Artes Culinarias del Instituto de Educación Culinaria, explica: “El agua en los alimentos se expande al congelarse y rompe las células. Al descongelar, se pierde humedad y la textura cambia para siempre. Una vez dañadas las paredes celulares, las verduras descongeladas se vuelven blandas y se oxidan casi inmediatamente”, relató Matijevich a Delish.

Alimentos que no deben congelarse y razones técnicas

El grupo más sensible a la congelación está integrado por verduras y hierbas crudas. De acuerdo con la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), la Universidad de Harvard y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), productos como la espinaca, el perejil, la albahaca y la menta suelen perder firmeza y frescura tras el proceso, lo que afecta tanto su textura como su calidad nutricional.

Estas fuentes señalan que el escaldado (sumergir estos vegetales brevemente en agua hirviendo y luego enfriar en hielo) ayuda a conservar mejor las verduras y hierbas, ya que desactiva las enzimas responsables del deterioro y preserva su color y sabor durante la congelación. En el caso de las hierbas frescas, el uso de aceite de oliva y el almacenamiento en cubiteras ofrecen una alternativa recomendada para conservar sus propiedades.

Verduras, hierbas y lácteos: los
Verduras, hierbas y lácteos: los productos más sensibles al frío extremo (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los alimentos con alto contenido de agua, como tomates, pepinos y sandía, tampoco son adecuados para el congelador. Según la FDA, tras la descongelación su textura se vuelve blanda y poco apetecible; estas frutas y verduras solo resultan útiles para preparaciones donde la consistencia no sea fundamental, como salsas o batidos.

Por otra parte, los huevos enteros no deberían congelarse con cáscara. Tanto la FDA como el USDA explican que, al hacerlo, la yema adquiere una consistencia densa y poco agradable, lo que puede afectar la seguridad y el sabor del alimento. La práctica correcta para conservar huevos es batirlos previamente y almacenarlos en recipientes herméticos.

Respecto a los quesos blandos, la recomendación oficial coincide en que variedades como la ricota y el brie presentan dificultades, ya que su alto contenido de humedad provoca separación de fases y modificaciones en la textura después de la congelación. En cambio, los quesos duros, como el parmesano o el gouda, mantienen mejor su calidad en procesos de congelación.

Los quesos duros como el
Los quesos duros como el parmesano y el gouda mantienen mejor su calidad tras la congelación

En cuanto a los productos lácteos, el consenso entre la Guía de Alimentos Congelados del USDA, la FDA y la Universidad de Harvard establece que crema agria, mayonesa y requesón no son aptos para el congelador, ya que tienden a volverse aguados y separarse.

Para la leche y la crema líquida, se indica que es posible congelarlas, aunque experimentarán separación entre la grasa y el agua; resulta fundamental descongelarlas en el refrigerador y mezclarlas antes de consumir.

La comida frita pierde su
La comida frita pierde su textura crujiente y calidad al ser congelada y recalentada (Imagen Ilustrativa Infobae)

La comida frita tampoco se recomienda para el congelador, pues según la FDA y Harvard, estos productos pierden su textura crujiente original y el recalentamiento no restaura su calidad.

Recomendaciones para una congelación segura y mantener la calidad

Las autoridades sanitarias y expertos en nutrición de Estados Unidos sugieren varios pasos clave para optimizar la congelación y reducir el desperdicio. Es preferible dividir los alimentos en porciones antes de congelar, lo que facilita su manipulación y reduce la formación de bloques rígidos.

Las autoridades sanitarias de Estados
Las autoridades sanitarias de Estados Unidos recomiendan dividir los alimentos en porciones antes de congelar para facilitar su uso y evitar desperdicios (Freepik)

El escaldado previo de verduras y hierbas, así como el empleo de aceite para conservar las hierbas frescas, también es recomendado. Una práctica esencial es sellar al vacío o extraer tanto aire como sea posible de las bolsas de congelación, lo que ayuda a mantener la calidad y a prevenir quemaduras por frío.

Aplicar estos métodos contribuye a preservar el sabor y la textura de los alimentos tras la descongelación. De acuerdo con la FDA, la Universidad de Harvard y el USDA, la atención adecuada a los procesos de conservación es fundamental para aprovechar los recursos de la cocina y asegurar una congelación eficiente y segura.