Qué tienen que ver las redes sociales con la depresión: esto dice la psicología

Estas plataformas han relegado el contacto visual, el tacto y la presencia física a un segundo plano, lo que fomenta el aislamiento, el individualismo y, en muchos casos, agrava los problemas de salud mental

Guardar
El uso de estas plataformas
El uso de estas plataformas suele relacionarse con la salud mental, en particular con la aparición de ansiedad y depresión. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las redes sociales como Instagram, Facebook o WhatsApp forman parte de la rutina diaria de millones de personas. Solo esta última reúne cerca de 3.000 millones de usuarios activos al mes.

Asimismo, el uso de estas plataformas suele vincularse con el estado de la salud mental, especialmente con la ansiedad y la depresión.

La psicóloga Thaiana Brotto, en el portal Psicología Comportamental, explica que hoy vivimos en una época en la que muchas amistades son virtuales, las compras se hacen en línea, las películas se ven de forma individual en dispositivos personales y los videojuegos se juegan con desconocidos a kilómetros de distancia.

Las redes sociales tienen el
Las redes sociales tienen el potencial de volverse adictivas, promoviendo el aislamiento, el individualismo y, en numerosos casos, intensificando la depresión. (Imagen Ilustrativa infobae)

En este contexto, el contacto visual, el tacto y la presencia física se han vuelto secundarios.

El resultado es paradójico: nunca hemos estado tan conectados y, al mismo tiempo, tan solos, indica.

Las redes sociales pueden convertirse en una adicción, fomentando el aislamiento, el individualismo y, en muchos casos, profundizando la depresión. Brotto advierte que existe una delgada línea entre el uso excesivo de estas plataformas y el deterioro del bienestar emocional.

Cómo las redes sociales pueden afectar la salud mental

Las redes sociales cambiaron la
Las redes sociales cambiaron la manera de relacionarnos, pero su uso excesivo puede afectar la salud mental. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las redes sociales han transformado la forma en que las personas se relacionan, pero su uso excesivo puede tener consecuencias preocupantes para la salud mental.

Investigadores de la Universidad de Pittsburgh analizaron el comportamiento de 1.800 personas y concluyeron que quienes presentan mayor adicción a estas plataformas tienen casi tres veces más probabilidades de desarrollar depresión.

El motivo es que la interacción en línea, cuando se vuelve desmedida, intensifica el aislamiento y la vulnerabilidad emocional.

Aunque el uso de redes sociales es relativamente reciente y aún no existen estudios concluyentes sobre sus efectos a largo plazo, los especialistas advierten que descuidar las actividades presenciales con familiares y amigos para pasar más tiempo frente a la pantalla es una señal de alerta.

Estos efectos pueden ser más
Estos efectos pueden ser más profundos en adolescentes. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Otro factor de riesgo es la “falsa impresión de felicidad”. Lo que se observa en estas plataformas suele mostrar vidas perfectas y constantemente felices, lo que genera frustración, envidia o enojo en quienes no se identifican con esa realidad.

Además, el tiempo invertido navegando rara vez aporta beneficios, y en muchos casos termina provocando aburrimiento y vacío, agrega Brotto.

La psicóloga Thaiana Brotto subraya que este impacto es aún más delicado en los adolescentes, quienes atraviesan una etapa clave de desarrollo emocional y tienden a normalizar lo que ven en redes sociales.

Cuando se enfrentan con la realidad, suelen frustrarse, enfadarse y volverse más vulnerables a la depresión.

Este efecto es más crítico
Este efecto es más crítico en los adolescentes, que en plena etapa de desarrollo emocional suelen asumir lo visto en redes como normal.(Imagen Ilustrativa Infobae)

En algunos casos, las redes también funcionan como refugio: personas que ya padecen depresión buscan en ellas amistades virtuales que no logran establecer en el mundo físico. Sin embargo, este recurso puede reforzar el aislamiento y prolongar el malestar.

Cómo equilibrar el uso de las redes sociales

Una buena forma de empezar a equilibrar el uso de las redes sociales es controlar el tiempo de navegación. Para ello, anota cuántas veces accedes a tus redes y cuánto tiempo pasas en ellas. Con esa información, establece límites diarios o semanales y procura no sobrepasarlos.

Puedes proponerte retos personales sencillos. Por ejemplo: no revisar el celular durante una cena con amigos o pasar un fin de semana sin conectarte a ninguna plataforma.

Si el uso excesivo de
Si el uso excesivo de redes sociales no mejora con estas estrategias y aparecen síntomas de enfermedad mental, lo mejor es acudir a un psicólogo. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Si resulta difícil hacerlo en solitario, no dudes en pedir ayuda a familiares o amigos. Ellos pueden apoyarte restringiendo tu acceso, incluso bloqueando contraseñas o guardando tu dispositivo temporalmente.

Si nada funciona, la medida más radical es desactivar tus cuentas de redes sociales por un tiempo. La clave está en no reactivarlas hasta sentir que tienes el control de tu uso.

Cuándo pedir ayuda psicológica

Si notas que ninguna de estas estrategias logra reducir el impacto del uso excesivo de las redes sociales y este comienza a estar acompañado de síntomas de alguna enfermedad mental, lo más recomendable es acudir a un psicólogo para abordar las consecuencias de este uso.