La inteligencia artificial revoluciona la educación básica

Amy Eguchi, profesora de la Universidad de California en San Diego, advierte sobre los cambios inmediatos que la inteligencia artificial ya está generando en el aprendizaje escolar y la necesidad de preparar a docentes y estudiantes

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La irrupción de la inteligencia
La irrupción de la inteligencia artificial impulsa una reconfiguración del sistema educativo, obligando a repensar cómo se aprende, se enseña y se preparan las escuelas para un futuro cada vez más digitalizado (Freepik)

La inteligencia artificial (IA) se consolida como uno de los motores de transformación más potentes en la educación básica. Según Amy Eguchi, profesora de Estudios de la Educación en la Universidad de California en San Diego (UC San Diego), la IA podría cambiar la educación drásticamente.

Su análisis, difundido por UC San Diego, subraya la urgencia de integrar esta tecnología con responsabilidad, exigiendo que tanto docentes como estudiantes se formen para afrontar los retos y aprovechar las oportunidades que surgen con su avance en las aulas.

Liderazgo y experiencia en innovación educativa

Con más de veinte años de trayectoria en robótica e informática aplicadas a la enseñanza, Eguchi dedicó su carrera a impulsar tecnologías emergentes para el beneficio de las escuelas. Su trabajo con RoboCupJunior —una competencia internacional de robótica para niños y adolescentes— le permitió observar la evolución de la tecnología en la formación de los más jóvenes.

Además, asesora al grupo de trabajo sobre IA del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles y lidera proyectos financiados por la National Science Foundation (NSF), enfocados en promover el aprendizaje STEM en comunidades de refugiados. Colabora activamente con el California Learning Lab y el San Diego City College en soluciones para enseñar matemáticas mediadas por IA, junto a Virginia de Sa, del Departamento de Ciencias Cognitivas de UC San Diego.

La colaboración interdisciplinaria y el
La colaboración interdisciplinaria y el compromiso con la tecnología pueden abrir caminos innovadores para transformar la enseñanza, integrando la robótica y la inteligencia artificial en proyectos de impacto social y pedagógico (Freepik)

Robots y herramientas de IA: accesibilidad y límites

Aunque la imagen de docentes robotizados resulta impactante, la realidad es más matizada. Robots que asisten en tareas logísticas o apoyan a estudiantes con autismo existen, pero los altos costos y la complejidad de mantenimiento dificultan su adopción masiva en las escuelas.

Las herramientas de IA, en contraste, son mucho más accesibles y ya influyen en la educación básica mediante tutores virtuales y asistentes gestionados por chatbots. Para Eguchi, la presencia de la IA en la escuela es incuestionable, aunque su integración enfrenta todavía desafíos importantes.

Tres ejes para una educación con IA: uso, enseñanza y comprensión

Eguchi insiste en que la relación entre IA y educación debe abordarse en tres dimensiones: usar IA, enseñar con IA y enseñar sobre IA. El debate, sin embargo, suele centrarse en la aplicación de la tecnología, dejando de lado la comprensión de sus principios y su utilización crítica como recurso pedagógico.

Esta perspectiva destaca la importancia de que la alfabetización en IA combine tanto el dominio de las herramientas como la capacidad para reflexionar sobre ellas y enseñarlas. Solo así será posible tomar decisiones fundamentadas sobre el modo y el momento adecuado para incorporar la inteligencia artificial al trabajo educativo.

Aprovechar la inteligencia artificial no
Aprovechar la inteligencia artificial no solo implica utilizarla como herramienta, sino también formar a docentes y estudiantes para que comprendan sus principios y alcancen un pensamiento crítico que les permita interactuar y crear en el entorno digital (Freepik)

Desafíos para los docentes: formación y confianza

La integración de la IA supone desafíos relevantes para los maestros. Eguchi ilustra estas dificultades a través de la inquietud de una maestra de preescolar: “¿De verdad tengo que usar IA con mis alumnos? Ni siquiera sé qué es”.

Este tipo de testimonios reflejan la sensación de presión e incertidumbre presente en muchos educadores. Para la experta, la alfabetización en IA y el acompañamiento profesional resultan definidos como prioridades básicas. Eguchi sugiere avanzar con prudencia, asegurando que los docentes se sientan capacitados y confiados antes de incorporar la inteligencia artificial en las aulas.

Hacia una integración responsable: gradualidad y privacidad

La introducción de nuevas tecnologías debe ser gradual y contemplar tanto la edad de los estudiantes como la protección de sus datos personales. Eguchi reconoce que “faltan muchas piezas” para una integración total de la IA, pero observa con optimismo el potencial de la tecnología como aliada de la productividad y la creatividad.

Asegura, además, que la implementación de la IA exige políticas claras orientadas a la privacidad y la seguridad, además de su adaptación al nivel educativo correspondiente.

Nuevas prioridades de aprendizaje

Para Eguchi, la llegada de la inteligencia artificial marca un punto de inflexión en la escuela. Libera a la educación de su histórica dependencia de la memorización y de las destrezas rígidas, para enfocar el desarrollo de habilidades como el análisis, la verificación crítica de información y la edición autónoma de producciones escolares. Considera que un uso más intensivo de IA en el aula facilitará la transición hacia un aprendizaje profundo y reflexivo.

El auge de la inteligencia
El auge de la inteligencia artificial transforma el perfil de competencias centrales, desplazando la simple acumulación de información para favorecer habilidades como el análisis, la edición reflexiva y la capacidad de discernir entre distintas fuentes y contenidos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Equidad como principio fundamental

La igualdad de oportunidades en el acceso a tecnología y formación es indispensable. Amy Eguchi subraya que tanto estudiantes como docentes deben contar con recursos de calidad, recordando que la llegada previa de computadoras y teléfonos inteligentes también generó dudas que la sociedad pudo superar. La IA exige el mismo compromiso de adaptación e inclusión para evitar que la brecha digital se ensanche.

Preparación para el futuro: impacto y responsabilidad

“La IA está aquí para quedarse, así que debemos decidir cómo hacer que su impacto sea positivo. Si no hacemos nada, podría tener efectos negativos”, advierte Eguchi.

Para la profesora de UC San Diego, la clave está en una implementación intencional, ética y equitativa en la educación básica, situando la formación de docentes y estudiantes como prioridad para aprovechar el potencial de la IA y minimizar los riesgos inherentes a la transformación digital.