Demis Hassabis, cofundador de DeepMind, habló de la apuesta total de Google por la IA: “Será una capa horizontal que transformará todo”

En el corazón de Silicon Valley, bajo la carpa del Shoreline Amphitheater en Mountain View, Google celebró esta semana su evento anual Google I/O, transformando su sede en un festival tecnológico donde la inteligencia artificial (IA) se erigió como protagonista absoluta.

La compañía presentó una avalancha de novedades que marcan un giro estratégico: la IA no solo se integra en todos sus productos, sino que reformula la experiencia de búsqueda, la productividad y la creatividad digital.

Demis Hassabis, director ejecutivo y cofundador de Google DeepMind, analizó en entrevista con el podcast del New York Times Hard Fork su visión sobre el avance hacia la inteligencia artificial general (AGI), los retos de seguridad y el impacto social de esta tecnología. La edición de este año de Google I/O no solo mostró productos, sino que dejó entrever el futuro que la empresa imagina para la IA y su papel en la vida cotidiana.

Hassabis describió a DeepMind como el “motor” de la IA en Google, subrayando que la inteligencia artificial se convirtió en la capa horizontal que transformará todos los productos y servicios. A propósito de ello, declaró: “Estamos más cerca de lo que se pensaba hace unos años”, sobre alcanzar la inteligencia artificial general, una tecnología capaz de igualar o superar las capacidades humanas.

El directivo explicó que la AGI no solo requiere mejoras incrementales en los modelos actuales, sino también avances disruptivos, como los que DeepMind logró en el pasado con AlphaGo o AlphaFold. Proyectos como Astra y Alpha Evolve exploran nuevas fronteras, combinando modelos generales con técnicas de programación evolutiva para generar ideas y soluciones innovadoras.

El CEO enfatizó el compromiso de Google DeepMind con la seguridad y el trato con riesgos asociados a la IA. “Estamos tan comprometidos como siempre con la seguridad y la mitigación de riesgos”, afirmó, destacando la importancia de pruebas rigurosas internas y la colaboración con la comunidad académica.

Hassabis abogó por la creación de normas internacionales y consensos sobre benchmarks de seguridad y fiabilidad, dada la naturaleza global de la tecnología y la diversidad de actores involucrados.

Respecto a la geopolítica, reconoció la complejidad de los controles de exportación y la competencia entre potencias, pero expresó su esperanza de que, a medida que la IA se vuelva más poderosa, prevalezca la conciencia de que “estamos todos juntos en esto”.

Los avances con la IA plantea interrogantes sobre el futuro del empleo y la educación. Hassabis recomendó a los jóvenes adquirir habilidades en STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés) y familiarizarse con las herramientas de IA, pero también desarrollar “meta habilidades” como la adaptabilidad y la creatividad.

Sobre la creatividad, el CEO de Deepmind sostuvo que, aunque la tecnología puede generar obras técnicamente impresionantes, no cree que “la IA pueda replicar el alma o la magia de las grandes obras humanas”. Ante esto, puso como ejemplo la emoción que suscitan los cuadros de Van Gogh, resultado de la experiencia y el sufrimiento del artista.

Hassabis vislumbra un futuro donde la IA actúe como asistente universal, liberando a las personas de tareas rutinarias y permitiendo una mayor dedicación a actividades creativas y significativas. También prevé que la IA pueda contribuir a resolver grandes desafíos sociales, como la educación en regiones desfavorecidas o la investigación científica en áreas críticas.

Al ser consultado sobre el posible rechazo social a la IA, comparó la situación con movimientos históricos de retorno a la naturaleza, sugiriendo que la tecnología podría, paradójicamente, dar a las personas más libertad para elegir cómo vivir. “La IA será una capa horizontal que transformará todo”, concluyó, subrayando la magnitud del cambio en curso.

El ambiente en Google I/O 2025 se alejó del formato tradicional de conferencias para adoptar un aire de festival. El Shoreline Amphitheater, conocido por sus conciertos, se transformó en un escenario donde desarrolladores, empleados y ejecutivos de Google se mezclaron en demostraciones de “vibe coding” y actuaciones de grupos internos como Google Cappella.

Según describieron los periodistas Kevin Roose y Casey Newton del podcast Hard Fork, la atmósfera combinó la nostalgia de los primeros años de Google con la expectativa por los avances en IA, reflejando el entusiasmo y la presión de una empresa que compite por liderar la próxima revolución tecnológica.

Uno de los anuncios más destacados fue la introducción del “modo IA” en Google Search, el producto central de la empresa. Esta función, que ya se encuentra en fase de despliegue en Estados Unidos y otros países, permite a los usuarios acceder a respuestas generadas por IA directamente desde la interfaz de búsqueda.

A diferencia de los tradicionales resultados con enlaces y módulos publicitarios, el modo IA ofrece una experiencia más limpia y enfocada, capaz de responder preguntas complejas y realizar búsquedas simultáneas en decenas de sitios web para sintetizar la información.

La función “fan out” permite que, ante una consulta, el sistema realice múltiples búsquedas en paralelo y muestre cuántos sitios consultó para construir la respuesta.

Aunque actualmente la nueva herramienta no incluye anuncios, se espera que la monetización llegue en el futuro, lo que podría transformar el modelo económico de la búsqueda en internet y afectar a editores y creadores de contenido.

Gemini, el modelo de IA generativa de Google, fue otro de los grandes protagonistas. La empresa anunció que la aplicación Gemini cuenta ya con 400 millones de usuarios mensuales, una cifra que, aunque inferior a la de ChatGPT, supera ampliamente a otros competidores en el sector.

En Hard Fork subrayaron que, a diferencia de las funciones pasivas como los “AI Overviews” (que aparecen automáticamente en las búsquedas y alcanzan a 1.500 millones de usuarios mensuales), el uso de Gemini requiere una acción deliberada por parte del usuario, lo que refuerza la percepción de utilidad real de la herramienta.

Google también anunció el lanzamiento de Gemini Ultra, una suscripción premium que da acceso anticipado a las funciones más avanzadas de IA por 250 dólares mensuales. Esta oferta, dirigida a usuarios profesionales y entusiastas, promete acceso prioritario a los últimos modelos y herramientas.

En el ámbito de la productividad, Gmail incorporará nuevas funciones de personalización basadas en IA, como respuestas inteligentes que aprenden del estilo de escritura del usuario y pueden integrar información de su calendario o documentos.

Pese a que estas funciones todavía se encuentran en desarrollo y presentan desafíos técnicos, Google apuesta por una mayor integración de la IA en la gestión del correo electrónico y otras aplicaciones.

El tono general de Google I/O reflejó una empresa con renovada confianza en su liderazgo en inteligencia artificial. Según el New York Times, la compañía mostró una actitud más segura que en años anteriores, cuando se percibía a la defensiva frente a avances de competidores como OpenAI o Meta. Ahora, Google presume de que Gemini compite en la cima de los rankings de modelos de IA.

No obstante, la reacción externa fue más matizada. Las acciones de la empresa experimentaron una ligera caída tras el evento, reflejando la cautela de los inversores ante la falta de anuncios que prometan un impacto inmediato en los ingresos.

Asimismo, la integración masiva de IA plantea retos para editores, creadores y el ecosistema de internet, que deberán adaptarse a un entorno donde la generación automática de contenido y respuestas puede alterar el flujo de tráfico y los modelos de negocio existentes.