Lo que no se cuenta sobre el envejecimiento ocular: nuevos tratamientos, mitos y verdades

Gary Brecka, biólogo humano y divulgador de salud, compartió en su podcast cómo la prevención y la nutrición superan el peso de la genética en el cuidado de los ojos y desmitifica los problemas visuales asociados a la edad

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La salud visual depende más
La salud visual depende más de los hábitos diarios que de la genética, según expertos (YouTube: Ultimate Human Podcast with Gary Brecka)

La salud visual juega un papel decisivo en la autonomía y la calidad de vida durante la vejez. Para Gary Brecka, biólogo humano y anfitrión del podcast Ultimate Human en YouTube, “las decisiones diarias sobre la salud ocular pueden marcar la diferencia entre leer, conducir y vivir de forma autónoma en las décadas avanzadas de la vida”.

En medio del envejecimiento poblacional y la exposición constante a pantallas, el avance científico y los hábitos cotidianos se consolidan como aliados para mantener la vista en óptimas condiciones.

La salud ocular es clave para mantener la autonomía personal”, enfatiza Brecka. El aumento en enfermedades visuales se debe, según explica, a factores ambientales como la luz artificial, el poco tiempo al aire libre y una alimentación procesada.

Nuevos tratamientos y estrategias cotidianas
Nuevos tratamientos y estrategias cotidianas permiten preservar la autonomía y la calidad de vida visual (Imagen Ilustrativa Infobae)

Muchas personas dan por hecho que los problemas de visión son una consecuencia inevitable de la edad, pero la evidencia científica actual demuestra que la prevención y el autocuidado pueden cambiar ese destino”, subraya. Por eso, la adopción de estrategias preventivas es más relevante que nunca.

Degeneración macular: avances recientes y prevención

La degeneración macular impacta directamente la visión central y dificulta tareas cotidianas como leer y reconocer rostros.

Hasta hace poco, la forma seca de esta enfermedad carecía de tratamientos efectivos, pero en 2024 se aprobó el primer fármaco específico, el pegcetacoplan (Zifrovra), que actúa sobre los mecanismos responsables del deterioro visual. “Aunque este avance representa un hito, la verdadera fortaleza reside en la prevención”, remarca Brecka.

El avance científico y los
El avance científico y los buenos hábitos son aliados clave frente al envejecimiento y el uso de pantallas (Imagen Ilustrativa Infobae)

El especialista destaca la importancia de la fórmula AREDS2, con vitamina C, vitamina E, zinc, cobre, luteína y zeaxantina, que puede reducir el riesgo de progresión en aproximadamente un 25%. “Estos nutrientes se concentran en la retina y funcionan como una barrera protectora frente a la luz azul y el daño oxidativo acumulado”, explica.

Están presentes en la dieta a través de vegetales de hoja verde, yemas de huevo, maíz y pimientos. Además, aconseja usar gafas de sol que bloqueen entre el 99% y el 100% de la radiación UVA y UVB, preferentemente envolventes. “Recibir luz natural en la mañana sin protección ocular favorece la síntesis de vitamina D”, añade Brecka.

Glaucoma: prevención y tratamiento

El glaucoma es una enfermedad silenciosa que puede provocar pérdida de visión periférica sin síntomas en sus inicios. Brecka cita investigaciones del National Eye Institute, destacando que “la terapia láser es ahora la primera opción recomendada para el glaucoma de ángulo abierto recién diagnosticado, con mejores resultados que los colirios tradicionales”.

El glaucoma es una enfermedad
El glaucoma es una enfermedad silenciosa que puede causar pérdida de visión periférica sin síntomas iniciales (MIRANZA/Europa Press)

Un estudio de seis años mostró que el láser preserva mejor la visión, tiene menos efectos secundarios y resuelve el problema de baja adherencia a la medicación.

Respecto a la prevención, Brecka afirma: “El ejercicio moderado regular disminuye temporalmente la presión intraocular y mejora el flujo sanguíneo al nervio óptico”. Sin embargo, el esfuerzo físico intenso puede elevar la presión ocular.

“Elevar la cabeza al dormir ayuda a controlar la presión nocturna, sobre todo en el glaucoma de tensión normal”, aconseja. Además, destaca la importancia del control del estrés, ya que “el estrés crónico eleva la presión ocular a través de mecanismos hormonales”.

El consumo de té verde, omega-3 y vegetales ricos en nitratos también puede contribuir a controlar la presión, aunque sus efectos son graduales.

Ojo seco y nuevos abordajes

El síndrome de ojo seco
El síndrome de ojo seco afecta a la mayoría de las personas y puede deteriorar la calidad visual (Freepik)

El síndrome de ojo seco afecta a la mayoría de las personas en algún momento de la vida y puede deteriorar notablemente la calidad visual. Existen dos tipos: déficit acuoso, por baja producción de lágrimas, y evaporativo, por alteración de la capa lipídica.

“La terapia de luz pulsada intensa mejora la función glandular mediante luz visible e infrarroja”, describe Brecka. Además, el sistema Lipiflow, que combina calor y masaje, puede desbloquear las glándulas.

Desde la nutrición, Brecka recomienda “consumir ácidos grasos omega-3 (EPA y DHA) en dosis de 1.000 a 2.000 mg diarios para mejorar la calidad lagrimal y reducir la inflamación”.

El pescado azul es la fuente preferida, aunque los suplementos de algas son convenientes para vegetarianos y veganos. La vitamina A es crucial para la producción de lágrimas y la vitamina D3 puede aliviar síntomas si existen carencias.

Elementos claves de la protección ocular

Una dieta rica en vitamina
Una dieta rica en vitamina C, E, zinc, selenio, cobre y omega-3 favorece la salud ocular (Imagen Ilustrativa Infobae)

“La luteína y la zeaxantina, presentes en la mácula, protegen contra la luz azul y la degeneración relacionada con la edad”, detalla Brecka. Una ingesta diaria de 10 mg de luteína y 2 mg de zeaxantina mejora la sensibilidad al contraste, la velocidad de procesamiento visual y disminuye el deslumbramiento.

También destaca el valor de la vitamina C, la vitamina E, el zinc, el selenio, el cobre y los omega-3 para la salud ocular, recomendando consumir salmón dos o tres veces por semana o, en su defecto, nueces, semillas de chía o lino, y soja.

Estrategias cotidianas y calidad de vida

El estilo de vida moderno incrementa los retos para la salud ocular. “El uso prolongado de pantallas reduce el parpadeo y aumenta la fatiga visual”, advierte Brecka. Recomienda “cada 20 minutos, mirar a seis metros durante 20 segundos”, mantener una distancia adecuada y regular la iluminación ambiental para disminuir el contraste.

Los filtros de luz azul
Los filtros de luz azul y una iluminación adecuada mejoran el descanso y reducen el deslumbramiento (Imagen Ilustrativa Infobae)

Utilizar filtros de luz azul en horas nocturnas ayuda al descanso. La higiene de los párpados con compresas tibias y masajes suaves favorece el bienestar glandular. Dormir entre siete y nueve horas contribuye a la reparación ocular y una adecuada producción de lágrimas.

La calidad del aire interior también importa: “Ambientes con aire acondicionado o calefacción forzada aceleran la evaporación de las lágrimas; los humidificadores pueden ser de ayuda”, aconseja Brecka.

“La salud visual depende en gran medida de las decisiones cotidianas. Pequeños cambios en la dieta y el manejo del tiempo frente a pantallas pueden contribuir a mantener una visión saludable durante años”, concluye.