
El arroz basmati, una variedad de grano largo originaria de la India, ganó popularidad entre atletas y personas que buscan una alimentación equilibrada. Su aroma distintivo y su bajo índice glucémico lo diferencian del arroz blanco común, convirtiéndolo en una alternativa funcional para quienes desean mejorar su salud metabólica.
El basmati es preferido por su capacidad para mantener estables los niveles de glucosa y por su digestión ligera.
Según explicó a The Telegraph la nutricionista Nichola Ludlam-Raine, autora de How Not To Eat Ultra-Processed, los arroces de grano largo, y en particular el basmati, son preferibles por su menor impacto sobre la glucosa y mayor tiempo de digestión.
“Los granos más largos como el basmati son menos pegajosos y tardan más en digerirse, lo que modera aún más la respuesta a la glucosa”, agregó Ludlam-Raine.
Composición y ventajas sobre otras variedades
El arroz es uno de los alimentos más consumidos en el mundo, presente en la gastronomía de Asia, América Latina y Europa. No obstante, no todas las variedades ofrecen los mismos beneficios. El arroz basmati sobresale por su forma alargada, textura suelta al cocinarse y menor grado de refinamiento. Esta menor transformación industrial permite conservar una mayor cantidad de fibra y micronutrientes, en comparación con el arroz blanco tradicional.
Además de su aspecto y aroma, su estructura menos compacta facilita la digestión. Esto lo hace adecuado para consumir antes o después de actividades físicas, lo que explica su inclusión frecuente en dietas deportivas.
Perfil nutricional del arroz basmati

Según el Departamento de Agricultura de EEUU, el arroz basmati cocido aporta, por cada 100 gramos, aproximadamente:
- 27 gramos de carbohidratos
- 2,5 gramos de proteínas
- 0,3 gramos de grasas
- 0,4 gramos de fibra
También contiene vitaminas del grupo B (clave para el metabolismo energético) y minerales como hierro, zinc, magnesio y fósforo, esenciales para la función muscular y ósea. Su contenido de fibra, aunque moderado, supera al del arroz blanco refinado y favorece el tránsito intestinal y la saciedad.
La ausencia de colesterol y el bajo contenido graso lo convierten en una opción apropiada para dietas bajas en lípidos. Si bien su contenido proteico no es alto, combinado con otras fuentes, puede contribuir a la recuperación muscular.
Bajo índice glucémico y control metabólico

Uno de los principales atributos del arroz basmati es su índice glucémico bajo. Esta característica permite una liberación gradual de glucosa en el organismo, evitando picos que pueden provocar fatiga, hambre repentina o resistencia a la insulina. Este efecto es fundamental para quienes practican ejercicio de manera constante, ya que permite mantener niveles estables de energía y mejorar la recuperación post-esfuerzo.
Además, una dieta basada en alimentos de bajo índice glucémico, como el basmati, puede prevenir trastornos metabólicos y facilitar el control de peso.
Preparación correcta para preservar sus propiedades
Se recomienda enjuagar el arroz basmati varias veces bajo agua fría hasta que esta salga clara, con el fin de eliminar el exceso de almidón. Luego, debe remojarse durante al menos 30 minutos para lograr una cocción más uniforme.

La proporción ideal es una taza de arroz por dos de agua. Se lleva a ebullición a fuego alto con la olla tapada, y luego se reduce el fuego al mínimo hasta que el líquido se haya absorbido por completo. Es clave no destapar la olla antes de tiempo para conservar la textura deseada.
Receta especiada: una forma sabrosa de integrarlo
Para incorporar el arroz basmati de forma sencilla y deliciosa, la revista una receta especiada. Los ingredientes son:
- 160 gramos de arroz basmati
- Aceite de oliva virgen extra o aceite de coco
- 1 cebolla pequeña
- 1 rama de canela o ½ cucharadita de canela molida
- 5 vainas de cardamomo
- 3 hojas de laurel
- 2 cucharaditas de curry
- 1 cucharadita de cúrcuma
- ½ cucharadita de chile en polvo
- 1 cucharada de pasas sultanas
- 2 cucharadas de cilantro fresco picado
- 2 cucharadas de anacardos tostados
Se sofríe la cebolla con las especias y las pasas, luego se incorpora el arroz, se tuesta ligeramente, se añade sal y agua, y se cocina sin destapar durante 8 a 10 minutos. Al final, se agregan el cilantro y los anacardos para aportar frescura y textura crujiente.
Esta receta demuestra que el arroz basmati ofrece beneficios nutricionales, y puede integrarse fácilmente a la cocina cotidiana, aportando sabor y funcionalidad a cualquier plan alimenticio.
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