¿Cómo reaccionan los peruanos ante la muerte de un ser querido? La ciencia identifica cinco perfiles emocionales distintos

La investigación liderada por la UCSur analizó a más de 2.500 personas en 11 países de Latinoamérica y demostró que el crecimiento postraumático puede coexistir con la angustia tras una pérdida

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Auxilio funerario un alivio para
Auxilio funerario un alivio para las familias que tienen duelo - crédito iStock

La pérdida de un ser querido es una de las experiencias más duras que puede atravesar una persona. El impacto emocional suele manifestarse de formas muy distintas: desde sentimientos de ansiedad y depresión, hasta cambios positivos que permiten redescubrir el sentido de la vida. En este último caso, los especialistas hablan de crecimiento postraumático (CPT), una respuesta psicológica que, lejos de hundir a quien atraviesa el duelo, le otorga nuevas herramientas para enfrentar la adversidad.

Un reciente estudio latinoamericano en el que participaron más de 2.500 personas de once países —incluido el Perú— analizó cómo se afronta la muerte de un familiar en la región. Los resultados revelaron la existencia de cinco perfiles distintos que muestran las formas más comunes de procesar el dolor. Los hallazgos confirman que en algunos casos la angustia y el crecimiento pueden convivir, lo que abre nuevas perspectivas para el acompañamiento psicológico en contextos de duelo.

Los cinco perfiles para afrontar la pérdida

FILE PHOTO: Mourners follow the
FILE PHOTO: Mourners follow the coffin holding the body of mine worker Darwin Cobenas who along with fellow workers had been kidnapped by illegal miners last month and killed, during Cobenas' funeral, in Piura, Peru May 7, 2025. REUTERS/Ralph Zapata/File Photo

La investigación, liderada por el Dr. Tomás Caycho, investigador de la Universidad Científica del Sur, utilizó un modelo de Análisis de Clases Latentes para identificar patrones de respuesta frente a la muerte de un ser querido. Este análisis permitió distinguir cinco perfiles entre los participantes:

  • Crecimiento (20%): Personas que, pese a la pérdida, desarrollaron un fuerte crecimiento postraumático y reportaron bajos niveles de ansiedad y depresión. Son quienes lograron transformar la experiencia en un motor de cambios positivos.
  • Promedio (23,8%): Individuos con niveles moderados en todas las variables: depresión, ansiedad y crecimiento. Muestran un equilibrio, sin llegar a extremos de malestar o transformación.
  • Combinado (15,1%): Grupo caracterizado por altos niveles tanto de crecimiento como de ansiedad y depresión. Representa un perfil mixto, donde el sufrimiento coexiste con la capacidad de obtener aprendizajes.
  • Resiliente (28%): El más numeroso. Personas que presentaron bajos niveles de ansiedad, depresión y crecimiento. Suelen adaptarse a la pérdida sin mostrar grandes secuelas, pero tampoco cambios positivos relevantes.
  • Angustia (13,1%): El perfil más vulnerable. Se caracteriza por altos niveles de depresión y ansiedad, y una ausencia casi total de crecimiento postraumático.

Según Caycho, “es posible que en una persona que desarrolla ansiedad y depresión frente a la pérdida de un ser querido, también pueda coexistir el crecimiento postraumático, lo que puede ayudar a sobrellevar mejor el duelo”. Este hallazgo rompe con la idea de que el sufrimiento y el crecimiento son excluyentes.

Factores que influyen en el duelo en el Perú y la región

El cementerio Presbítero Maestro, joya
El cementerio Presbítero Maestro, joya neoclásica inaugurada en 1808, fue convertido en museo en 1999, preservando siglos de historia, arte y memoria nacional en Lima. (Andina)

Los resultados mostraron un patrón transcultural: la distribución de estos perfiles fue similar en todos los países participantes, incluyendo Perú. Esto confirma que los latinoamericanos comparten una forma común de entender el crecimiento postraumático. Aproximadamente, tres de cada diez personas se ubican en el perfil resiliente, es decir, logran estabilidad emocional tras la pérdida, pero sin experimentar transformaciones profundas.

El estudio también identificó variables clave que influyen en la forma en que se enfrenta el duelo:

  • Género: Las mujeres reportaron mayores niveles de ansiedad y depresión que los hombres. También presentaron más pensamientos repetitivos sobre el fallecimiento, lo que incrementa el malestar psicológico.
  • Edad: Los adultos mayores fueron menos propensos a la ansiedad y la depresión. Se cree que su experiencia previa ante situaciones traumáticas les permite usar mejores estrategias de afrontamiento.
  • Tiempo de la pérdida: Quienes habían atravesado la muerte de un ser querido en los últimos tres a seis meses mostraron niveles más altos de angustia emocional.
  • Contexto social y económico: La presencia de apoyo familiar, estabilidad laboral y el tipo de vínculo con la persona fallecida fueron determinantes en la forma de afrontar la pérdida.

La investigación contó con 2.572 participantes, en su mayoría mujeres jóvenes con estudios universitarios. La mayoría había perdido a un familiar extendido y más del 70% llevaba más de seis meses desde la pérdida. El uso de encuestas en línea permitió recoger experiencias en países como Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Uruguay, Venezuela y Perú.

Estos hallazgos aportan evidencia clave para que los profesionales de la salud mental diseñen intervenciones ajustadas a cada perfil, considerando la coexistencia de emociones como la depresión, la ansiedad y el crecimiento postraumático.