Hay un hábito cotidiano que las personas más felices practican en casa y que mejora su bienestar y productividad

Nuevas investigaciones revelan que ciertos hábitos simples en el entorno del hogar tienen un impacto positivo en la salud emocional, la productividad y la sensación de calma, incluso más que cambios significativos en la vida cotidiana

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En diferentes países, esta fecha
En diferentes países, esta fecha se conmemora con iniciativas que buscan fomentar la alegría y el bienestar. Desde programas sociales hasta festivales, la felicidad se convierte en un asunto colectivo.  (Freepik)

El bienestar se presenta como una meta esencial para las personas y la sociedad. Sin embargo, no existe una fórmula única para alcanzar la felicidad. Un estudio publicado en Nature Human Behavior indica que muchas de las estrategias populares sobre este tema carecen de una base científica sólida.

Investigadores de la Universidad de Columbia Británica concluyeron que solo algunas acciones muestran efectos positivos moderados sobre el bienestar. Entre ellas, los hábitos cotidianos tienen un peso mayor que las grandes decisiones. Aumentar el bienestar se logra más por evitar la infelicidad que por buscar euforia permanente.

Uno de esos hábitos simples, pero con gran impacto, empieza en el hogar. Estudios recientes apuntan a que mantener el orden en casa se vincula con niveles más altos de bienestar general. Este hábito influye no solo en el estado emocional, sino también en la salud mental y la productividad diaria.

El orden y su impacto en el bienestar mental

Un informe elaborado por el Consejo General de la Psicología de España, junto a la Psicofundación e IKEA, señala que mantener el orden en casa contribuye a mejorar la salud emocional. En especial, el estudio “Hogares con Psicología” vincula directamente el orden del hogar con una mayor sensación de felicidad.

La psicóloga Patricia Maguet explica que el grado de influencia del orden varía en cada persona, aunque el 21 % reconoce sentirse frustrado por no tener un lugar asignado para sus objetos. Según el informe, actividades como hacer la cama o recoger la cocina influyen de forma positiva en el ánimo diario.

La Dra. Danielle Roeske, especialista en salud mental, asegura que el entorno físico puede funcionar como una estructura de apoyo emocional. Tener espacios organizados permite afrontar mejor los desafíos internos. Esto no solo mejora la percepción del hogar, también aporta estabilidad psicológica.

Contar con un ambiente controlado refuerza el sentido de dominio sobre la vida cotidiana. Catherine Roster, investigadora en temas de organización, señala que un entorno limpio y ordenado ayuda a incrementar la autoestima y favorece una sensación de calma y seguridad en el hogar.

El desorden afecta la salud mental y genera estrés

Diversos estudios confirman que un entorno caótico tiene consecuencias negativas sobre la salud mental. La acumulación de objetos sin función ni ubicación concreta puede generar una sensación de sobrecarga mental. Esto ocurre con más frecuencia en espacios donde se desarrollan tareas cotidianas o laborales.

Investigadores han identificado una relación directa entre el desorden y niveles elevados de cortisol, la hormona asociada al estrés. Vivir en ambientes desorganizados puede provocar irritabilidad, agobio e incluso fatiga emocional constante.

Rear view of young woman
Rear view of young woman stretching arms against sunset in the sky.

El mismo estudio de “Hogares con Psicología” indica que el desorden se asocia con comportamientos como la procrastinación. Al no contar con un entorno que favorezca la concentración, se dificulta iniciar y completar tareas de forma eficiente. Esto alimenta un ciclo de frustración y baja productividad.

Además, el desorden no solo afecta a nivel individual. La tensión generada por espacios saturados o desorganizados puede impactar en la calidad de las relaciones interpersonales dentro del hogar, aumentando la fricción en la convivencia.

Rutinas simples de orden aumentan el rendimiento diario

El Instituto de Neurociencia de Princeton publicó un estudio que muestra cómo los estímulos visuales excesivos reducen la capacidad de concentración. Un escritorio o espacio de trabajo con demasiados objetos interrumpe el procesamiento de información del cerebro.

Eliminar el desorden permite al cerebro centrarse en una tarea a la vez. Esta limpieza visual mejora el rendimiento cognitivo y reduce la fatiga mental. También facilita la toma de decisiones, algo crucial en jornadas laborales largas o de alta demanda.

La celebración del 20 de
La celebración del 20 de junio invita a aprovechar la luz natural y a reconectar con actividades que favorecen la salud mental, según investigaciones en psicología positiva y neurociencia (Freepik)

Un entorno organizado favorece el cumplimiento de rutinas. Según la psicóloga Peggy Loo, mantener espacios ordenados disminuye la ansiedad, mejora el enfoque y ayuda a evitar distracciones. Esto se traduce en una mayor eficiencia tanto en el trabajo como en actividades domésticas.

La incorporación de rutinas simples, como la regla de los dos minutos o el método Power Hour, permite mantener el hogar bajo control sin demandar grandes esfuerzos. Estas acciones, repetidas a diario, ofrecen beneficios sostenidos a nivel emocional y funcional.