¿Hablas solo y en voz alta? Conversar contigo mismo tiene importantes beneficios para tu salud mental

Muchas personas sanas lo hacen como una forma de procesar sus pensamientos, autorregularse emocionalmente o prepararse para situaciones importantes

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Conversar contigo mismo puede ser
Conversar contigo mismo puede ser una herramienta poderosa para mejorar tu bienestar mental, desarrollar la autoconciencia y resolver problemas cotidianos (Imagen ilustrativa Infobae)

Hablar solo y en voz alta puede parecer extraño para algunos, e incluso está asociado erróneamente con trastornos mentales graves como la esquizofrenia. Este trastorno afecta la forma en que una persona piensa, siente y se comporta, y puede incluir síntomas como alucinaciones, delirios y conversaciones con voces que no existen. En el Perú, según datos del Ministerio de Salud (Minsa), se estima que más de 20 mil personas padecen esquizofrenia, una enfermedad que requiere tratamiento especializado y seguimiento constante. El Seguro Social de Salud (EsSalud), por su parte, reporta que en los últimos años han aumentado las atenciones psiquiátricas relacionadas con esta condición, sobre todo en jóvenes adultos.

Sin embargo, es importante aclarar que hablar solo, especialmente en voz alta, no es en sí un signo de esquizofrenia ni de otro trastorno mental. Muchas personas sanas lo hacen como una forma de procesar sus pensamientos, autorregularse emocionalmente o prepararse para situaciones importantes. Conversar contigo mismo puede ser una herramienta poderosa para mejorar tu bienestar mental, desarrollar la autoconciencia y resolver problemas cotidianos.

Beneficios de hablar contigo mismo

Repetir en voz alta instrucciones
Repetir en voz alta instrucciones o pasos a seguir puede ayudarte a mantener el enfoque, sobre todo en tareas complejas (Imagen Ilustrativa Infobae)

Lejos de ser una conducta extraña, hablar solo puede ofrecer varios beneficios psicológicos y emocionales, siempre que se dé dentro de un contexto saludable:

  • Organiza tus pensamientos: al verbalizar ideas, puedes darles estructura, aclarar prioridades y tomar decisiones con más claridad.
  • Reduce el estrés: expresar tus emociones en voz alta puede ayudarte a liberar tensiones acumuladas y calmar la ansiedad.
  • Mejora la concentración: repetir en voz alta instrucciones o pasos a seguir puede ayudarte a mantener el enfoque, sobre todo en tareas complejas.
  • Fomenta el autocontrol: al hablar contigo mismo puedes regular tus impulsos y evitar reacciones impulsivas.
  • Refuerza la autoestima: decirte frases de aliento o reconocimiento fortalece tu autoimagen y te ayuda a enfrentar momentos difíciles.
  • Aumenta la motivación: los monólogos positivos o afirmaciones pueden actuar como un refuerzo para cumplir objetivos.

De hecho, algunos psicólogos denominan esta práctica como “autodiálogo positivo” y la recomiendan como técnica terapéutica complementaria en procesos de cambio personal.

La importancia de la introspección y el autoconocimiento

Hablar contigo mismo también es una forma de introspección: ese proceso mediante el cual una persona observa y analiza su mundo interno. La introspección favorece el autoconocimiento, es decir, la capacidad de comprender tus emociones, valores, fortalezas y debilidades. Tener claridad sobre quién eres y cómo reaccionas ante distintas situaciones es clave para gozar de una buena salud mental.

Frases como “tú puedes” o
Frases como “tú puedes” o “tranquilo, todo va a estar bien” ayudan a mantener la calma (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cuando una persona se toma el tiempo de hablar consigo misma, ya sea mentalmente o en voz alta, está profundizando en su identidad y construyendo herramientas para manejar mejor sus emociones y relaciones. Esto puede prevenir episodios de ansiedad, conflictos innecesarios o la toma de decisiones impulsivas. Las personas con mayor autoconocimiento tienden a tener relaciones más sanas, son más resilientes ante la adversidad y presentan menor riesgo de desarrollar trastornos como la depresión.

¿En qué situaciones es común hablar solo y en voz alta?

Hablar solo y en voz alta ocurre con mayor frecuencia de lo que se piensa, y suele manifestarse en momentos muy puntuales y cotidianos. Algunas de las situaciones más comunes incluyen:

  • Antes de una entrevista o presentación importante: las personas repasan lo que van a decir o ensayan posibles respuestas.
  • Durante la resolución de un problema complejo: por ejemplo, al armar un mueble, cocinar una receta nueva o solucionar un error técnico.
  • Al experimentar una emoción intensa: muchas personas expresan frustración, enojo o alegría en voz alta cuando están solas.
  • Cuando se busca motivación o consuelo: frases como “tú puedes” o “tranquilo, todo va a estar bien” ayudan a mantener la calma.
  • Durante la planificación de tareas: repetir en voz alta lo que se va a hacer (“primero hago esto, luego aquello”) es una estrategia común para no olvidar pasos importantes.