Licuado de manzana y espinaca: cómo ayuda a destapar las arterias

Una combinación que puede aportar fibra y antioxidantes

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Una combinación que puede aportar
Una combinación que puede aportar fibra y antioxidantes, según especialistas en nutrición, quienes sugieren incluir este licuado en el desayuno diario por sus nutrientes. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

El licuado de manzana y espinaca se ha popularizado en las dietas orientadas al bienestar cardiovascular por su presunto efecto positivo sobre la salud arterial. Diversos profesionales de la nutrición han analizado los beneficios de combinar estos dos ingredientes en una bebida que promete aportar nutrientes clave y favorecer el funcionamiento del sistema circulatorio. Dentro de este contexto, expertos aseguran que las propiedades atribuidas al licuado de manzana y espinaca pueden contribuir al cuidado de las arterias, integrándolo como parte de una alimentación variada y equilibrada.

La manzana, reconocida por su aporte de fibra soluble, polifenoles y vitamina C, representa uno de los componentes centrales de este licuado. Al integrar su contenido de pectina, se observa un impacto favorable sobre los niveles de colesterol LDL, lo que respalda recomendaciones para incluirla en dietas que buscan mantener la elasticidad arterial. Su aporte de antioxidantes contribuye a reducir el daño oxidativo en las paredes de los vasos sanguíneos, lo cual ha sido señalado por distintas publicaciones internacionales en el área de nutrición.

La mezcla de estos dos
La mezcla de estos dos ingredientes contribuye a sumar antioxidantes y micronutrientes en la dieta diaria. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El segundo ingrediente principal, la espinaca, aporta nitratos naturales, ácido fólico y una relevante cantidad de vitamina K. Estas sustancias están asociadas con procesos vasodilatadores y con la regulación de la presión arterial, aspectos cruciales en la prevención del endurecimiento arterial.

Las opiniones de especialistas sugieren que el consumo regular de este licuado puede integrarse de manera natural en el desayuno o en las colaciones diarias.

El preparado se compone habitualmente por una manzana fresca, un puñado de hojas de espinaca lavadas, agua y, en ocasiones, unas gotas de jugo de limón. Esta combinación no solo facilita la incorporación de vegetales a la dieta cotidiana, sino que mejora el perfil nutricional del desayuno y disminuye el consumo de azúcares simples asociados con jugos procesados. Además, la fibra dietética presente en ambos ingredientes genera un efecto saciante y regula la absorción de lípidos, elemento valorado en planes nutricionales enfocados en la prevención de enfermedades cardiovasculares.

El preparado se integra fácilmente
El preparado se integra fácilmente a rutinas saludables y puede complementar planes de prevención cardiovascular. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Diversos estudios epidemiológicos han identificado la relación entre dietas ricas en frutas y vegetales y un menor riesgo de aterosclerosis en población adulta. La manzana, en particular, ha sido investigada por su contenido de flavonoides, los cuales actúan sobre la inflamación y los lípidos en sangre. En el caso de la espinaca, los investigadores destacan su bajo aporte calórico y su contribución a la preservación del endotelio vascular.

El licuado de manzana y espinaca no sustituye las indicaciones médicas para el tratamiento de patologías cardiovasculares, pero su consumo regular puede formar parte de estrategias alimentarias que buscan fortalecer la salud arterial.