La planta comestible que aporta más proteína, alta en retinol para la vista y protege los dientes de grietas o manchas

Este vegetal sobresale por su nivel de proteínas vegetales, fibra, vitaminas y minerales

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(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

La espinaca, perteneciente a la familia de las Quenopodiáceas, se destaca como la planta comestible que más proteína aporta entre las hortalizas, con alto contenido de retinol para la visión y efectos protectores sobre los dientes.

Este vegetal abunda en nutrientes esenciales, convirtiéndose en una opción relevante para quienes buscan beneficios integrales en la dieta.

Existen dos tipos principales de espinaca cultivada a nivel mundial. La variedad de hoja rizada suele consumirse fresca y desarrolla mejor en los meses fríos, mientras la variedad de hoja lisa domina en presentaciones congeladas o enlatadas, disponibles durante todo el año.

Según la especialista en nutrición Mónica Carreira, diplomada en Nutrición Humana y Dietética y especialista en Nutrición Pediátrica y Deportiva de MAPFRE, su sabor es levemente ácido, pero aceptado ampliamente por sus propiedades.

El contenido de agua supera ampliamente a otros componentes, mientras la cantidad de hidratos de carbono y grasas se mantiene baja. La espinaca sobresale por su nivel de proteínas vegetales, fibra, vitaminas y minerales.

Composición nutricional más allá de la proteína: las propiedades benéficas de la espinaca

Como explicó Carreira, las proteínas presentes en la espinaca intervienen en la formación de tejidos, defensa inmunitaria y transporte de vitaminas. Al tratarse de uno de los vegetales de mayor concentración proteica, resulta relevante para personas que optan por reducir productos cárnicos sin descuidar la ingesta de este macronutriente.

Otro aspecto destacado radica en el aporte simultáneo de fibra soluble e insoluble. La primera suaviza y favorece la digestión, mientras la segunda ayuda al tránsito intestinal normal. Este doble aporte facilita el aprovechamiento del vegetal para sostenimiento del aparato digestivo.

En palabras de la especialista, “la espinaca contiene folatos, vitamina C y provitamina A, además de magnesio y potasio”. Los folatos participan en la producción de glóbulos rojos y la síntesis de material genético, lo que genera recomendaciones específicas para consumirse en el embarazo para reducir riesgos como la espina bífida.

Composición nutricional más allá de
Composición nutricional más allá de la proteína: las propiedades benéficas de la espinaca

Beneficios para la vista y salud bucal que aporta comer espinaca

El alto contenido de vitamina A, en forma de provitamina A (carotenoides), convierte a la espinaca en un aliado para la función visual y el mantenimiento de la retina, con especial relevancia en la visión nocturna. También contribuye al estado saludable de piel y mucosas, además de actuar en la formación y mantenimiento de dientes y huesos.

En esa línea, “la vitamina A es necesaria para el buen funcionamiento de la retina y el buen estado de la piel y mucosas; participa en la formación y mantenimiento de dientes, tejido blando y óseo”, señaló Carreira.

El aporte de magnesio permite que músculos, intestinos y nervios trabajen adecuadamente, fortaleciendo huesos y dientes y colaborando en la regulación cardíaca, además de mejorar el sistema inmunitario. El potasio, otro mineral presente en cantidad relevante, ayuda en la transmisión de impulsos nerviosos y participación en la contracción muscular.

Los nitratos aparecen en grandes cantidades de forma natural en las espinacas y otros vegetales de hoja verde. Estos compuestos en exceso pueden causar metahemoglobinemia en bebés, conocida como “síndrome del bebé azul”. Mónica Carreira advirtió que no debe superarse el 20% de la cantidad del plato en menores de 12 meses, y tampoco debe mantenerse el vegetal a temperatura ambiente una vez cocido.

Beneficios para la vista y
Beneficios para la vista y salud bucal que aporta comer espinaca (Imagen Ilustrativa Infobae)

Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) marca límites precisos sobre el consumo por parte de niños pequeños para evitar el riesgo de intoxicación por nitritos. Carreira puntualizó que si no van a consumirse tras su cocción, es imprescindible refrigerar o congelar la preparación para reducir cualquier peligro.

Insertar espinaca en la alimentación rutinaria permite beneficiarse de una fuente vegetal rica en proteína, vitamina A (retinol), fibra, magnesio y potasio. Nutricionistas y estudios citados por Infobae subrayan la conveniencia de alternar las variedades frescas y procesadas, controlando el consumo en edades tempranas.

“La espinaca puede considerarse un alimento funcional por su impacto positivo en varias áreas del organismo”, destacó Carreira. Por sus características, se emplea tanto en dietas pediátricas como deportivas y forma parte de recomendaciones para mantener la salud visual, bucal y digestiva.