Por qué debes incluir el yogur en tu dieta

Sus probióticos previenen infecciones gastrointestinales y mejoran la salud digestiva

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El yogur natural fortalece la
El yogur natural fortalece la microbiota intestinal y el sistema inmunitario, según estudios recientes.

La capacidad del yogur natural para restablecer el equilibrio de la microbiota intestinal y fortalecer el sistema inmunitario ha sido confirmada por investigaciones recientes.

Los probióticos presentes en este alimento colonizan el intestino, dificultan la proliferación de bacterias y hongos patógenos y contribuyen a prevenir infecciones gastrointestinales y trastornos inflamatorios.

Estos cultivos vivos no solo mejoran la salud digestiva, sino que también refuerzan las defensas del organismo, lo que convierte al yogur en un aliado fundamental para quienes buscan una dieta equilibrada y protectora.

El yogur, lejos de ser un simple lácteo cotidiano, ofrece una combinación única de beneficios nutricionales y funcionales que justifican su inclusión regular en la alimentación. Su aporte de proteínas de alta calidad, calcio, potasio, magnesio y bacterias saludables lo posiciona como un alimento esencial tanto para quienes desean perder peso como para quienes buscan mejorar su salud general.

El calcio del yogur es
El calcio del yogur es fácilmente absorbible y clave para huesos y dientes sanos. (Shutterstock)

El yogur destaca por su contenido de calcio fácilmente absorbible, ya que la fermentación reduce la lactosa y facilita la digestión respecto a la leche.

Este mineral resulta clave para la formación y el mantenimiento de huesos y dientes sanos. Además, el yogur contiene una proteína más digerible que la de la leche, lo que lo hace apto para personas con sensibilidad a la lactosa.

En el ámbito del control de peso, el yogur bajo en grasa ha demostrado ser eficaz. Estudios han revelado que quienes lo incorporan en una dieta hipocalórica logran perder 22% más peso que quienes no lo consumen.

Este efecto se atribuye tanto a su bajo aporte calórico como a la capacidad del calcio para evitar el almacenamiento de grasa y activar el metabolismo.

El consumo regular de yogur también contribuye a la regulación del tránsito intestinal. Los probióticos que contiene favorecen la movilidad y el equilibrio de la flora, lo que ayuda a combatir el estreñimiento y a prevenir la diarrea, especialmente en niños menores de 12 años que reciben antibióticos, siempre que el yogur no haya sido pasteurizado tras la fermentación.

La fermentación con Lactobacillus bulgaricus
La fermentación con Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus mejora la digestibilidad y el valor nutricional del yogur.

En cuanto a la salud cardiovascular, el yogur natural ayuda a reducir los niveles de colesterol en sangre. Sus compuestos probióticos, junto con ácidos grasos y minerales, disminuyen la absorción intestinal del colesterol y promueven la eliminación del que se acumula en las arterias, lo que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

El origen del yogur se remonta a Asia Central, donde surgió como una forma de prolongar la vida útil de la leche. Su textura cremosa y sabor ácido lo han convertido en un alimento versátil, apto para todas las edades y momentos del día.

La fermentación con bacterias Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus transforma la leche en un producto más digestivo y con propiedades nutricionales superiores.