Este truco es el más eficaz para no llorar al picar cebolla, según la ciencia

Esta técnica es fácil y no afecta en el sabor ni la textura

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Picar cebolla es una de
Picar cebolla es una de las tareas que más puede complicarse por sus efectos sobre los ojos. Foto: (iStock)

Picar cebolla es una de las tareas más comunes en la cocina, pero también una de las más incómodas debido a la irritación ocular que provoca. A casi todos les ha pasado: al cortar cebolla, los ojos comienzan a arder y a lagrimear sin control.

Este fenómeno tiene una explicación científica clara, y aunque existen muchos remedios caseros para evitarlo, hay un truco que ha demostrado ser particularmente eficaz: refrigerar la cebolla antes de cortarla.

La razón por la que la cebolla hace llorar está en su composición química. Las cebollas contienen compuestos de azufre que se activan al momento de ser cortadas. Cuando se rompe el tejido celular de la cebolla con el cuchillo, se libera una enzima llamada alisinasa, que entra en contacto con los aminoácidos azufrados también presentes en el bulbo.

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Las reacciones químicas producidas al cortar la cebolla tienen efectos inmediatos sobre los ojos. Foto: (iStock)

Esta reacción química genera un gas llamado óxido de propanotial (también conocido como factor lacrimógeno), que se libera al aire. Cuando este gas entra en contacto con la humedad natural de los ojos, se transforma en un ácido suave que irrita las terminaciones nerviosas de la córnea, provocando ardor y haciendo que el cerebro active las glándulas lagrimales como defensa natural.

Ante esta reacción, muchas personas han intentado distintos métodos para evitar las lágrimas: cortar la cebolla bajo el agua, utilizar lentes de natación, encender una vela cercana o incluso sostener un trozo de pan en la boca.

Si bien algunos de estos trucos pueden ofrecer alivio parcial o funcionar ocasionalmente, el método más efectivo y fácil de aplicar es colocar la cebolla en el refrigerador durante al menos 30 minutos antes de cortarla.

El frío ralentiza la actividad de las enzimas responsables de liberar el gas irritante, lo que reduce significativamente la cantidad de compuesto lacrimógeno que se libera durante el corte. Además, las temperaturas bajas también disminuyen la volatilidad del gas, es decir, hace que se evapore más lentamente y por lo tanto tenga menos capacidad de llegar a los ojos. Esta sencilla acción no modifica el sabor ni la textura de la cebolla y permite picarla sin molestias.

Esta práctica es eficiente para
Esta práctica es eficiente para poder cortar fácilmente la cebolla. Foto: (iStock)

Para aplicar este truco correctamente, basta con guardar la cebolla entera en el cajón de verduras del refrigerador. Si se necesita usarla con urgencia, también se puede colocar en el congelador durante unos 10 a 15 minutos, aunque esto último debe hacerse con precaución para evitar que se congele y se vuelva difícil de manipular.

Es importante que la cebolla esté fría justo en el momento de cortarla, ya que una vez que se calienta de nuevo, las enzimas reanudan su actividad normal.

Comprender la ciencia detrás del llanto producido por la cebolla ayuda a aplicar soluciones prácticas y efectivas, y permite seguir disfrutando del sabor y los beneficios de la cebolla sin lágrimas innecesarias.