Cómo consumir cáscara de tomate para aprovechar sus beneficios contra la calvicie y la caspa

El tomate de cáscara, conocido comúnmente como tomatillo, es un fruto originario de México valorado tanto en la gastronomía nacional como por sus propiedades medicinales. Este cultivo ocupa el quinto lugar en la superficie sembrada de productos hortícolas en el país, según datos de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAGARPA), y a lo largo de la historia, ha sido utilizado en la medicina tradicional mexicana tratar diversas afecciones.

De acuerdo con un artículo publicado en la revista Scientia Horticulturae, el tomate verde es una fuente rica en nutrientes clave para la salud en general, pues entre sus componentes se incluyen vitaminas, minerales, compuestos fenólicos y lactonas esteroidales, como las fisalinas, que poseen propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias.

Estos efectos terapéuticos han sido aprovechados en el tratamiento de trastornos como fiebre, tos, amigdalitis y problemas gastrointestinales. No obstante, más allá de sus beneficios internos, el tomate de cáscara es un recurso valioso para tratar problemas capilares comunes, como la caída del cabello y la caspa.

Utilizado principalmente en mascarillas, incluye fibra dietética, niacina, potasio, manganeso, fósforo, hierro y cobre, por lo que es excelente para nutrir y fortalecer la estructura capilar. Además, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural detalla que contiene un 20% del valor diario recomendado de vitamina C, un nutriente esencial que juega un papel fundamental en la salud capilar.

La vitamina C es un antioxidante natural que ayuda a fortalecer los folículos pilosos, reduciendo la caída del cabello. Su capacidad para regular la producción de sebo en el cuero cabelludo es especialmente útil, ya que el exceso puede obstruir los poros y generar caspa. De esta manera, contribuye a mantener el equilibrio en el cuero cabelludo, previniendo la aparición de dicha afección y favoreciendo la salud capilar.

La vitamina también es fundamental para la producción de colágeno, una proteína esencial para la estructura del cabello. Al estimular la producción de esta sustancia, se mejora la resistencia y se evita la fragilidad. Sumado a ello, según la empresa Clinikally, lo protege de los daños causados por factores externos, como la contaminación o el uso excesivo de productos agresivos.

Si quieres aprovechar los beneficios de este ingrediente para combatir la caída del cabello o la caspa, puedes preparar una sencilla mascarilla casera siguiendo los pasos que se describen a continuación:

1. Hierve dos tazas de agua.
2. Añade un puñado de hojas de tomate verde previamente lavadas.
3. Deja reposar unos 15 minutos y cuela.
4. Aplica el líquido tibio en el cuero cabelludo.
5. Déjalo actuar entre 20 y 30 minutos, dependiendo de tu preferencia. Recuerda que masajear el cuero cabelludo mientras lo dejas reposar ayuda a relajarte y a mejorar la circulación sanguínea, lo que a su vez estimulará el crecimiento del cabello.
6. Enjuaga bien el cabello con agua tibia.

Repite este tratamiento una vez por semana para ver resultados, ya que además de combatir la caída del cabello, también revitaliza el cuero cabelludo, aportándole energía y frescura.

La caspa es otro problema capilar que esta infusión ayuda a tratar; en este caso, uno de los factores que contribuye a desarrollarla es el desequilibrio en el pH del cuero cabelludo, lo que crea un ambiente ideal para la proliferación de hongos. El tomate, con su acidez natural y efectos antimicrobianos de las cáscaras, ayuda a equilibrarlo y a reducir la presencia de los organismos que la causan.

Sumado a ello, la infusión tiene un efecto exfoliante suave sobre las células muertas que ayuda a limpiar el cuero cabelludo, promoviendo su regeneración; además aporta vitaminas que nutren el cabello seco o maltratado, mejorando su apariencia, dándole brillo y fortaleza.