El superalimento que no sólo es rico en hierro sino en vitamina E, antioxidante que protege el tejido corporal

Puede ser consumido de manera cruda o cocida

Guardar
La vitamina E, presente en
La vitamina E, presente en muchas frutas y verduras, es un antioxidante que protege el cuerpo de los radicales libres. – (Imagen Ilustrativa Infobae)

Una dieta que promueva la salud debe cumplir con tres principios fundamentales: variedad, equilibrio y suficiencia. Según lo informado, esto significa incorporar una diversidad de alimentos que garanticen el aporte necesario de nutrientes esenciales, respetar las proporciones adecuadas de proteínas, grasas y vitaminas, y satisfacer las demandas energéticas y nutricionales individuales.

Uno de los alimentos que puede ayudar a ambos casos es la espinaca. La Spinacia oleracea es una hortaliza de hoja verde que destaca por su densidad nutricional y múltiples beneficios para la salud.

Por cada 100 gramos de espinaca cruda, se obtiene una amplia gama de nutrientes esenciales, como hierro, necesario para la formación de hemoglobina; calcio y magnesio, fundamentales para la salud ósea y muscular; y vitamina K1, que desempeña un papel crucial en la coagulación sanguínea y la mineralización ósea.

Se recomienda comer la espinaca
Se recomienda comer la espinaca cruda para mantener más nutrientes. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La espinaca también es rica en ácido fólico (vitamina B9), esencial durante el embarazo y para la síntesis de ADN, así como vitaminas C y A, que fortalecen el sistema inmunológico y la visión, respectivamente. Por otro lado, su contenido en potasio contribuye al equilibrio electrolítico y al control de la presión arterial.

Además, la espinaca no solo es conocida por su contenido en hierro y ácido fólico, sino también por su aporte de vitamina E, un nutriente esencial que protege las células frente al daño de los radicales libres y contribuye a prevenir enfermedades crónicas. Su consumo crudo o con una cocción mínima es clave para preservar este y otros nutrientes sensibles al calor.

100 gramos de espinaca cruda contienen aproximadamente 2.0 mg de vitamina E, lo que representa el 13% del valor diario recomendado para adultos. Este nutriente, al ser liposoluble, requiere ser consumido junto con grasas saludables, como aceite de oliva o aguacate, para optimizar su absorción.

La espinaca también es rica en antioxidantes, como luteína y zeaxantina, carotenoides que protegen contra la degeneración macular relacionada con la edad, y quercetina, un flavonoide con propiedades antiinflamatorias y antivirales.

La espinaca tiene un alto
La espinaca tiene un alto contenido en hierro, calcio y magnesio. – (Imagen Ilustrativa Infobae)

Otro compuesto relevante de la espinaca es el ácido alfa-lipoico, que ha mostrado potencial para mejorar la sensibilidad a la insulina y combatir el estrés oxidativo en estudios preliminares. Estos antioxidantes trabajan en sinergia con la vitamina E, potenciando su capacidad para prevenir el daño celular y el envejecimiento prematuro.

En cuanto a la salud neurocognitiva, estudios observacionales han vinculado el consumo regular de espinaca y otras verduras de hoja verde con un declive mental más lento. Este efecto se atribuye a su contenido de antioxidantes y folato, que protegen las funciones cerebrales y podrían prevenir el deterioro neurológico.

A pesar de sus múltiples beneficios, el contenido de oxalatos en la espinaca puede formar cálculos renales en personas susceptibles, y su alto nivel de vitamina K podría interferir con medicamentos anticoagulantes como la warfarina. Recuerda consultar a un profesional de la salud antes de hacer un cambio de importancia en tu dieta.