
El pico de gallo es una de las salsas más representativas de la cocina mexicana, conocida por su sabor fresco y su sencillez. Este platillo, también llamado “salsa fresca” o “salsa bandera,” es perfecto tanto para acompañar tacos y quesadillas como para servir con totopos.
Su preparación resalta los ingredientes tradicionales de la gastronomía mexicana, con una combinación de sabores balanceados entre lo ácido, lo picante y lo aromático.

Aunque su simplicidad podría parecer básica, el pico de gallo ha sido altamente valorado por expertos culinarios, obteniendo una calificación de 4.2 estrellas de 5 en Taste Atlas, plataforma que evalúa platillos de todo el mundo. Esta puntuación refleja la calidad cultural y la versatilidad de esta preparación, que ha conquistado paladares internacionales.
El pico de gallo suele acompañar una amplia variedad de platillos, desde tacos al pastor hasta carnes asadas o pescados. También puede servirse como botana, junto a totopos de maíz crujientes. Para darle un toque diferente, algunos añaden ingredientes como aguacate en cubos o mango, otorgando un contraste de texturas y sabores.
Aquí te mostramos cómo puedes preparar un auténtico pico de gallo en casa.
Ingredientes clásicos para pico de gallo

La receta tradicional utiliza ingredientes frescos y fáciles de encontrar:
- 2 jitomates medianos, firmes y maduros.
- ½ cebolla blanca o morada, finamente picada.
- 2 chiles serranos o jalapeños, ajustando según el nivel de picante deseado.
- Un puñado de cilantro fresco, picado finamente.
- El jugo de 1 limón (puede ajustarse según el gusto).
- Sal al gusto.
Instrucciones paso a paso
- Preparar los ingredientes: Lava los jitomates, el cilantro y los chiles. Retira las semillas de los jitomates y córtalos en cubos pequeños. Haz lo mismo con los chiles si prefieres un sabor más suave.
- Mezclar los ingredientes: En un tazón grande, combina los jitomates, la cebolla, los chiles y el cilantro. Asegúrate de que los ingredientes estén bien integrados.
- Agregar el limón y la sal: Exprime el jugo de limón sobre la mezcla y sazona con sal al gusto. Mezcla nuevamente para distribuir los sabores.
- Dejar reposar (opcional): Aunque puede servirse de inmediato, dejar el pico de gallo reposar por unos 10-15 minutos permitirá que los sabores se fusionen mejor.
Esta sencilla preparación no solo destaca por su sabor vibrante, sino también por su valor nutricional gracias a los ingredientes frescos y naturales. El reconocimiento en Taste Atlas reafirma que incluso las recetas más simples pueden alcanzar un lugar destacado en la gastronomía universal.
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