Elimina várices, ‘arañitas’ y venas varicosas en piernas aplicando este aceite esencial que pocos conocen

Las várices, las arañitas y las venas varicosas son problemas que afectan a millones de personas en el mundo, no solo por un aspecto estético, sino también por el malestar físico que suelen provocar.

La planta conocida como hamamelis, o avellano de bruja en México, ha sido valorada por sus propiedades medicinales desde tiempos antiguos y es reconocida hoy en día por su efectividad en el cuidado de la salud vascular.

De acuerdo con la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana de la UNAM y el Herbario Nacional de México (MEXU), el uso de hamamelis, ya sea en su forma natural o como aceite esencial, ofrece beneficios significativos para combatir las afecciones vasculares.

La hamamelis, una planta que crece principalmente en regiones templadas de América del Norte, es conocida en el ámbito medicinal por sus propiedades antiinflamatorias y astringentes. Según los expertos, los extractos obtenidos de sus hojas y corteza contienen compuestos como taninos, flavonoides y aceites esenciales que favorecen la salud de los vasos sanguíneos.

Estas características son esenciales para reducir la inflamación, mejorar la circulación y fortalecer las paredes venosas, lo que convierte al aceite esencial de hamamelis en una opción natural para tratar las venas varicosas y aliviar las molestias relacionadas.

El uso del aceite esencial de hamamelis para tratar las várices es sencillo y puede ser incorporado a la rutina diaria. Para aplicarlo, se sugieren masajes suaves y circulares en la zona afectada, asegurándose de que la piel esté limpia y seca antes de comenzar.

Es recomendable utilizar unas gotas del aceite, previamente diluidas en un aceite portador como aceite de almendras o coco, para evitar irritaciones en la piel. Estos masajes deben realizarse desde los tobillos hacia arriba, siguiendo la dirección del flujo sanguíneo, preferentemente al final del día, cuando las piernas tienden a estar más cansadas o hinchadas.

Además del aceite esencial de hamamelis, existen otros aceites esenciales que pueden complementar sus beneficios. Aceites como el de ciprés, menta, romero o lavanda pueden ser mezclados en proporciones pequeñas para potenciar el alivio de las várices.

Por ejemplo, combinar cinco gotas de hamamelis con dos gotas de aceite de ciprés y tres de menta en una base de aceite portador puede ayudar a mejorar la circulación y proporcionar una sensación de frescura en las piernas. Es importante realizar una prueba de sensibilidad antes de usar cualquier mezcla para descartar reacciones alérgicas.

Aunque el aceite esencial de hamamelis y otras mezclas pueden ser útiles como remedios complementarios, es fundamental recordar que este tipo de opciones no son productos milagro y no sustituyen un tratamiento médico profesional.

Las várices y otros problemas venosos deben ser evaluados y tratados por un médico especialista, quien podrá ofrecer un diagnóstico adecuado y las opciones de tratamiento más efectivas según cada caso.

Incluir el hamamelis en tu rutina de cuidado personal puede ser beneficioso, pero siempre bajo la supervisión de un experto para garantizar la seguridad y efectividad en su uso.