Subir de peso y mayor riesgo de atragantarse: estos son los daños a la salud que causa el comer de prisa y en poco tiempo

Este hábito es muy común entre la población, pero muchos no saben del impacto negativo que tiene en la salud

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Comer de prisa es un
Comer de prisa es un hábito muy común en la capital del país debido al acelerado ritmo de vida de los capitalinos. (AP Foto/Fernando Llano)

Nuestro acelerado ritmo de vida hace que muchas veces tengamos hábitos negativos que afectan nuestra salud aunque parezcan inofensivos y uno de ellos, que tiene gran parte de la población, es el hábito de comer deprisa

Y es que aunque no lo parezca, el comer en poco tiempo afecta en gran medida diversos procesos que deben llevarse a cabo al momento de alimentarnos para prevenir diversos efectos dañinos y el que realmente se aprovechen los nutrientes.

Es por eso que aquí te contamos cuáles esos esos daños a la salud que provoca este hábito y que suelen ser poco conocidos.

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Comer de prisa pude tener más efectos negativos a la salud de lo que se piensa. (Foto AP/Juan Karita)

Cuáles son los daños a la salud que puede causar el comer de prisa y con poco tiempo

Comer de prisa y con poco tiempo puede tener diversos efectos negativos en la salud, tanto a corto como a largo plazo. Algunos de los principales problemas son:

1. Mala digestión: Masticar insuficientemente dificulta el proceso digestivo, lo que puede causar indigestión, hinchazón, gases y malestar estomacal. Aumenta el riesgo de padecer reflujo ácido o acidez debido a la ingestión rápida de alimentos.

2. Mayor riesgo de atragantamiento: Comer apresuradamente puede llevar a ingerir bocados grandes sin masticar correctamente, aumentando el riesgo de atragantarse.

3. Aumento de peso: Comer rápido dificulta el reconocimiento de la sensación de saciedad por parte del cerebro, lo que lleva a consumir más alimentos de los necesarios antes de sentirse lleno. Mayor probabilidad de elegir alimentos procesados o ricos en calorías debido a la falta de tiempo.

4. Impacto en el metabolismo: Comer a prisa afecta los niveles de azúcar en la sangre y puede contribuir a la resistencia a la insulina, aumentando el riesgo de enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2.

5. Estrés en el organismo: Comer en un estado de prisa o estrés estimula la liberación de cortisol y adrenalina, hormonas que pueden interferir con la digestión y el metabolismo, además de contribuir a la inflamación crónica.

6. Problemas cardiovasculares: Comer rápido se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar obesidad abdominal, hipertensión arterial y niveles altos de colesterol, factores que dañan la salud cardíaca.

7. Desconexión de la alimentación consciente: Comer rápido reduce la capacidad de disfrutar los alimentos, desconecta del hambre real y dificulta la adopción de hábitos alimenticios saludables.

8. Relación con problemas gastrointestinales crónicos: Puede agravar afecciones como el síndrome de intestino irritable (SII) o gastritis debido al aumento del estrés digestivo.

Comer de prisa es uno
Comer de prisa es uno de los hábitos que suele generar más incremento de peso. (Imagen Ilustrativa Infobae).

Para contrarrestar los efectos negativos de comer de prisa se recomienda adoptar el hábito de darse el tiempo suficiente para ingerir los alimentos, masticar bien las comidas lo cual puede mejorar significativamente la salud digestiva y general.