
A la hora del desayuno, siempre es importante incluir productos lácteos, frutas, fibras, cereales y demás proteínas para tener un buen rendimiento a lo largo del día. Sin embargo, combinar algunas frutas con la leche puede resultar contraproducente, por ello es importante conocer qué frutas no se deben de combinar.
Aunque existen una serie de licuados que mezclan alimentos para tener aportes nutritivos —así como altos niveles de proteína—, en algunas ocasiones cierto tipo de frutas no deben de mezclarse con la leche, esto porque puede interrumpir el proceso digestivo, así que en lugar de obtener beneficios solo se podría generar problemas estomacales.
Incluso, si se consume estas frutas posterior de haber tomado un vaso de leche también generaría efectos, aunque esto no implica una combinación directa, incluir estos alimentos en una misma comida también trae consecuencias.
¿Qué frutas no deben combinarse con leche?

Algunas frutas no se recomiendan mezclar con leche, ya que pueden afectar el proceso digestivo debido a las diferencias en los tiempos de digestión y a reacciones químicas que pueden provocar malestar gastrointestinal.
Las principales que no deben mezclarse con leche son las frutas ácidas o tropicales, ya que su nivel de acidez genera que la “leche se corte”, se interrumpe su digestión y el organismo no puede procesar ambos alimentos.
Es por ello que las naranjas, limones, toronjas, piñas, fresas o kiwis no deben consumirse con leche. Podría dificultar la digestión y causando molestias, como hinchazón o gases, incluso en casos extremos puede provocar diarrea. Otro tipo son las frutas muy dulces, como los mangos o plátanos; si bien son combinadas con leche en batidos en algunas culturas, pueden dificultar la digestión por la alta concentración de azúcares y almidones, que llevan más tiempo en descomponerse.

Es recomendable consumir estas frutas y la leche por separado, o en ocasiones específicas, observar cómo reacciona el cuerpo, ya que algunas personas pueden tolerar ciertas combinaciones mejor que otras.
¿Por qué combinar frutas ácidas con leche provoca malestar estomacal?
Consumir frutas ácidas con leche traen como consecuencia malestar estomacal de manera inmediata, pues interrumpe la digestión debido a las reacciones químicas que ocurren entre los ácidos de las frutas y las proteínas de la leche.
Los ácidos presentes en frutas como naranjas, limones, fresas o piñas pueden causar que las proteínas de la leche se coagulen. Esto puede dificultar su digestión y generar una sensación de pesadez o indigestión. Además, la combinación de acidez y lactosa puede alterar el equilibrio en el sistema digestivo, por lo que aumenta la sensación de gases e inflamación.

Las frutas ácidas y la leche se procesan a diferentes velocidades en el sistema digestivo. Esto puede ralentizar el vaciamiento gástrico, lo que aumenta el riesgo de malestar e inclusive de diarrea, pues el organismo desechará automáticamente lo que no pudo absorber en la digestión.
Para evitar estas molestias, se recomienda consumir frutas ácidas y leche por separado o con un intervalo de tiempo adecuado entre ambos alimentos.
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