Alberto Ramírez, psicólogo, explica qué es el ‘fomo’ y cómo superarlo gracias al ‘jomo’: “Cuando dejas de compararte, descubres que no te estabas perdiendo nada”

El experto advierte que esta sensación puede generar ansiedad y afectar al bienestar emocional

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Alberto Ramírez, psicólogo. (Tiktok/@albertopsi.mentalmadrid)
Alberto Ramírez, psicólogo. (Tiktok/@albertopsi.mentalmadrid)

Alberto Ramírez, psicólogo y sexólogo, explica en su perfil de Tiktok lo que es el famoso FOMO (Fear of missing out). Esa sensación, cada vez más común, de sentirte incómodo o envidioso al ver que otras personas están de viaje, en un concierto o disfrutando de planes a los que tú no has ido. Aunque parezca inofensivo, se trata de un fenómeno psicológico con un impacto real en la salud emocional. “El FOMO aparece cuando tu mente interpreta que los demás están viviendo más que tú”, afirma el experto. Las redes sociales juegan un papel clave en este proceso, ya que muestran una sucesión de momentos positivos, logros y planes atractivos que invitan a la comparación constante.

El resultado suele ser una sensación de estar quedándose atrás, de no estar presente en lo importante o en lo que está de moda. Esta percepción puede activar la ansiedad, el vacío emocional o incluso una obsesión con el móvil y las redes, como si algo relevante pudiera estar ocurriendo en cualquier momento.

Pero el FOMO no surge como una falta real de planes o experiencias, sino por un miedo más concreto. Según Alberto Ramírez, detrás de esa sensación suele haber temor a no formar parte ni pertenecer a un grupo, a no ser suficiente o a quedar excluidos de lo que otros consideran valioso. La mente asocia la ausencia con el rechazo, aunque no exista una exclusión real.

Redes sociales. (Composición fotográfica)
Redes sociales. (Composición fotográfica)

Las redes refuerzan este mecanismo al mostrar solo una parte de la realidad. Al estar comparándonos con ese escaparate, llegamos a creer que nuestras vidas son menos interesantes, aunque también estén llenas de experiencias que no aparecen en pantalla.

Desgraciadamente, este estado de alerta mantiene a las personas conectadas, vigiladas, juzgadas, y en muchas ocasiones, insatisfechas, afirma este experto. No porque falte algo en específico, sino porque se instala en la mente la idea de que siempre tenemos que estar haciendo algo increíble, compartirlo y que todo lo que no es nuestro es mejor.

Del FOMO al JOMO

El psicólogo señala que trabajar el FOMO no significa desconectarse ni aislarse del mundo. La clave estará en cambiar nuestra forma de relacionarnos con lo que compartimos. En este contexto surge el concepto opuesto: JOMO, siglas en inglés de joy of missing out.

El JOMO invita a disfrutar conscientemente de aquello que sí estamos viviendo, sin la presión de compararnos. Esto implica aceptar que no se puede estar en todas partes, que eso no resta valor a nuestra experiencia vital y a estar más a gusto con las decisiones que tomamos.

Los defensores del JOMO, al contrario de lo que se experimenta en el FOMO, no se dejan influenciar por las impresiones que puedan crear y, por lo contrario, prefieren pasar un día prestando atención a sus propias necesidades y no a las del resto.

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“Cuando dejas de compararte, descubres que no te estabas perdiendo nada, solo el momento en el que estabas”, apunta el experto. Aprender a habitar el presente es una de las formas más efectivas de reducir la ansiedad y recuperar una relación más sana con las redes sociales y con uno mismo.