“Tu psicólogo a veces te tiene que caer mal, porque si no está siendo parte de tu problema”: un especialista explica los motivos

Un psicólogo experto en afectividad y relaciones de pareja explica cómo una mala praxis terapéutica puede agravar los problemas de los pacientes

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Un experto informa sobre psicología
Un experto informa sobre psicología afectiva y de pareja y explica qué sucede cuando los terapeutas se convierten en parte del problema (Montaje Canva Infobae)

“Tu psicólogo a veces te tiene que caer mal”, afirma Manuel PsicoSex (@manuelpsicosex), divulgador de psicología en TikTok y profesional especializado en terapia científica, sexual y de pareja. En uno de sus vídeos recientes explica cómo, debido a una mala praxis, algunos psicólogos pueden terminar convirtiéndose en parte del problema de sus propios pacientes. Según el experto, este fenómeno contribuye a que ciertas terapias presenten un margen de error considerable, especialmente cuando el profesional adopta un papel excesivamente complaciente en lugar de mantener la neutralidad y el rigor terapéutico necesarios.

Bajo su experiencia clínica, Manuel señala que muchos pacientes que llegan a su consulta tras pasar por otras terapias habían convertido a sus terapeutas anteriores en un componente más de su conflicto emocional. Esto ocurre, asegura, cuando el psicólogo prioriza consolar, validar sin límites o aliviar momentáneamente al paciente, en vez de sostener un proceso terapéutico que confronte la raíz del problema. Un terapeuta no es alguien encargado de decir lo que el paciente desea oír, sino un profesional que acompaña con honestidad, establece un diagnóstico adecuado y ayuda a explorar verdades incómodas que, en muchas ocasiones, la persona preferiría seguir evitando.

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En el vídeo, el divulgador explica que, a lo largo de la vida, todos conciliamos con emociones difíciles de aceptar. Parte del valor de la terapia reside justamente en aprender a reconocer aquellos claroscuros internos sin permitir que gobiernen la cotidianeidad. Para enfrentar una situación dolorosa suele ser necesaria una combinación de honestidad personal y guía profesional. La función del terapeuta, en ese sentido, no es eliminar el malestar, sino ayudar a transitarlo de forma saludable y a construir recursos internos que permitan vivir con mayor autonomía emocional.

Psicología afectiva y de pareja

Para ilustrar esta idea, Manuel PsicoSex recurre a un ejemplo habitual en la terapia de pareja. Imaginemos a un paciente que acude por primera vez a consulta preocupado porque siente que su pareja no le presta toda la atención que, según él, debería. En estos casos, sostiene el experto, la manera en la que el terapeuta formula sus primeras intervenciones es crucial. Si el profesional se limita a preguntar: “¿Por qué crees que pasa esto?” o “¿Qué podrías hacer para que cambie?”, podría estar incurriendo en un error de base. Estas preguntas, aunque comunes, pueden reforzar en el paciente la idea de que es posible controlar los pensamientos, emociones de la otra persona.

La manera en la que
La manera en la que nos hablamos a nosotros mismos puede influir en la autoestima. (Freepik)

Manuel insiste en que esta es una premisa falsa: “Por mucho que quieras, no vas a poder controlar lo que tu pareja siente o piensa de ti”, recuerda. Si el terapeuta no aborda primero esta realidad fundamental, lo único que logra es proporcionar un alivio superficial y momentáneo, pero no contribuye al crecimiento personal ni a la autonomía emocional del paciente. En vez de ayudar a entender que toda relación afectiva contiene un grado inevitable de incertidumbre, se ofrece una respuesta sencilla que no se ajusta a la complejidad real de los vínculos.

En un proceso terapéutico orientado a la sanación debe existir, señala Manuel, un tránsito algo incómodo: un enfrentamiento honesto con emociones ignoradas. La terapia no consiste en escuchar únicamente palabras reconfortantes, sino en aprender a mirar de frente aquello que causa miedo. Solo así es posible integrar esas experiencias y avanzar hacia una vida más equilibrada.