El agua, un gran aliado para las personas que tienen la tensión alta: esto es todo lo que necesitas saber

Sigue estos consejos prácticos para mantenerte hidratado todo el día

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Una persona coge una botella
Una persona coge una botella de agua embotellada. (Canva)

La tensión alta, también conocida como hipertensión, es una de las enfermedades más comunes en España. Según datos recientes de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), aproximadamente 10 millones de adultos en el país la padecen.

Esta condición es responsable de unas 46.000 muertes al año aproximadamente, siendo muchas de ellas evitables con un diagnóstico y un tratamiento adecuados. Si eres una de las personas que sufre de hipertensión hay algunos hábitos que pueden ayudarte a regularla.

El agua, fundamental para las personas con la presión alta

Según explica la web italiana Scuola News, varios estudios han destacado la importancia de la hidratación en el control de la presión arterial. Beber agua no solo calma la sed, sino que también favorece la circulación, mantiene los vasos sanguíneos más flexibles y ayuda a reducir la concentración de sodio en la sangre, lo que contribuye a mantener la tensión bajo control.

Cuando el cuerpo no recibe suficiente agua, el volumen sanguíneo disminuye y los vasos se contraen, lo que obliga al corazón a trabajar más para bombear la sangre. Una adecuada hidratación ayuda a que la sangre fluya de manera más regular, aliviando la carga sobre el corazón y disminuyendo el riesgo de hipertensión.

Beneficios de beber agua para la presión arterial

Beber suficiente agua tiene múltiples efectos positivos para regular la presión arterial. Mantenerse bien hidratado ayuda a que la sangre fluya con mayor facilidad, reduciendo su viscosidad y facilitando el trabajo del corazón.

Además, favorece la función renal, ya que los riñones eliminan de manera más eficiente el exceso de sodio, lo que contribuye a mantener la tensión bajo control. El agua también protege los vasos sanguíneos, manteniendo la elasticidad de los tejidos y permitiendo que los vasos se adapten a los cambios de presión sin dañarse.

Seguir una rutina de hidratación estratégica puede potenciar aún más estos beneficios. Beber agua al despertar, antes de las comidas y durante la actividad física ayuda a mantener un equilibrio adecuado de líquidos y a prevenir picos de presión arterial, fortaleciendo la salud cardiovascular en general.

Rosetti - Hipertensión Arterial

Consejos para mantenerse bien hidratado

Aumentar la ingesta de agua no tiene por qué ser complicado. Una manera de mantener una buena hidratación es tener siempre a mano una botella de agua para poder beber de manera constante a lo largo del día.

También puede resultar útil establecer recordatorios en el teléfono que nos ayuden a no olvidar hidratarnos. Si el agua te resulta monótona, puedes aromatizarla de forma natural para hacerla más agradable al paladar. Asimismo, incorporar alimentos con alto contenido de agua en la dieta contribuye a mantener un buen nivel de hidratación.

Aunque es fundamental mantener una ingesta adecuada de agua a lo largo del día para cuidar la salud y regular la presión arterial, también conviene no excederse. Beber cantidades excesivas puede provocar sobrehidratación, lo que a su vez puede derivar en hiponatremia, una disminución peligrosa de los niveles de sodio en la sangre.

Por este motivo, es importante que conozcas la cantidad exacta de agua que necesitas, algo que depende de factores como la edad, el sexo o el propio peso corporal.