El truco italiano para tener las mejores castañas en 15 minutos

Gracias a un método sencillo que combina 15 minutos de remojo y 15 de sartén, es posible prepararlas en casa fácilmente, logrando un resultado tierno y sencillo de pelar

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castaña
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Con la llegada del mes de octubre llega también la temporada de castañas en toda España, desde siempre un clásico del otoño. Las plazas y mercados se llenan del aroma peculiar de este fruto seco, mientras los vendedores ambulantes tientan a su consumo, ofreciendo sus cucuruchos humeantes a todo aquel que pasa cerca y en cualquier ciudad del país.

Es verdad que, según quien, comprar un cucurucho en un puesto mientras se pasea, utilizándolo tanto (o más) para calentarse las manos como para quitarse el hambre, puede sentirse más auténtico y tener un mayor encanto. Pero para todo aquel que simplemente disfrute del sabor de este fruto seco, buenas noticias: no hace falta salir de casa para comerlas, gracias a Giallo Zafferano, un popular portal web italiano especializado en recetas. Este es el truco italiano para cocinar unas castañas perfectas en 15 minutos (que en realidad son 30, si se cuenta el tiempo de remojo).

15 minutos en remojo y otros 15 de cocina

El primer paso del proceso consiste en seleccionar castañas frescas y realizar un corte horizontal sobre la piel de cada una. Esta incisión, situada en la parte más abultada del fruto, evita que la presión interna las haga explotar durante la cocción y permite pelarlas con facilidad posteriormente. Luego, las castañas pasan por un baño básico pero fundamental: 15 minutos en remojo. Este paso, con demasiada frecuencia ignorado o pasado por alto, suaviza la piel y facilita su extracción, a la vez que mantiene el interior húmedo y tierno. El remojo aporta jugosidad y evita que el fruto pierda humedad en contacto con el calor, mejorando notablemente la textura.

Castañas asadas en sartén (Shutterstock)
Castañas asadas en sartén (Shutterstock)

Una vez escurridas y secas, las castañas se tuestan en una sartén de fondo grueso, ideal para asegurar una cocción uniforme y evitar que se agarren al fondo. Se recomienda mantener el fuego a una intensidad media y constante. La sartén se agita de vez en cuando, favoreciendo que las castañas se asen por todas sus caras y repartiendo el aroma por toda la cocina. En este punto, quienes aprecian las recetas más genuinas pueden emplear una sartén con orificios, típica de fiestas populares. Los resultados no varían si se utiliza una antiadherente común.

El punto exacto de cocción se alcanza aproximadamente a los 15 minutos, momento en el que las castañas desprenden un aroma reconocido y la piel comienza a abrirse. Un detalle importante en la elaboración consiste en cubrir la sartén durante el tiempo de cocción. El vapor que se crea en el interior ayudará a que las castañas queden aún más tiernas. Este consejo, transmitido de generación en generación, garantiza una textura suave y uniforme, característica de las mejores castañas de temporada.

En los minutos finales, se puede añadir una pizca de sal gorda sobre las castañas. Esta variación, cada vez más común, realza el dulzor natural del fruto y aporta un matiz rústico, sin restar simplicidad a la preparación. El resultado final son castañas tiernas y fáciles de pelar, perfectas para disfrutarlas calientes.