Guiso de patatas con costillas: una receta tradicional de la gastronomía española para disfrutar durante el otoño

Las recetas tradicionales que marcan la memoria afectiva vuelven a la mesa en otoño y en los días de frío. El guiso de patatas con costillas es uno de esos platos reconfortantes y emblemáticos de la cocina española que no solo calientan el cuerpo, sino que también evocan recuerdos de familia y sobremesas largas.

El origen de este plato se pierde en los recetarios populares de toda España, con especial arraigo en zonas rurales y en la cocina casera. Tradicionalmente elaborado a fuego lento, al estilo de las abuelas, este guiso es sinónimo de cocina sencilla, ingredientes humildes y sabores profundos que se enriquecen después de un breve reposo. Entre sus variantes más conocidas se encuentra la posibilidad de añadir huevo escalfado, pimientos o incluso vino blanco, adaptando la receta al gusto de cada región.

La receta clásica de guiso de patatas con costillas combina la melosidad de las patatas “rotas” con la intensidad de las costillas de cerdo adobadas. El secreto está en preparar un fondo aromático con ajo, cebolla, perejil y pimentón para conseguir ese sabor inconfundible y una salsa espesa y sabrosa. Es un plato ideal para comidas familiares y perfecto para mojar pan.

• Tiempo total: 1 hora y 15 minutos (aprox.)
• Preparación previa: 20 minutos
• Cocción: 55 minutos (puede variar según tipo de costilla y tamaño de corte)
• Si usas olla exprés: 35-40 minutos en total

1. ¾ de kilo de costillas de cerdo adobadas
2. 6 patatas grandes
3. 1 cebolla
4. 2 dientes de ajo
5. 1 ramita de perejil
6. Aceite de oliva
7. Sal
8. 1 cucharadita de pimentón
9. Agua (cantidad suficiente para cubrir)
10. (Opcional) 1 huevo por persona para escalfar

1. Pon las costillas en la olla exprés con un poco de agua y sal para ablandarlas durante 15-20 minutos.
2. Mientras, pica los ajos y la cebolla finamente. Fríelos en una cazuela grande con aceite hasta que estén dorados.
3. Añade las patatas troceadas “rotas” (no cortadas limpiamente, para que suelten almidón y espesen la salsa) y rehógalas con el sofrito durante dos minutos.
4. Incorpora las costillas junto con el líquido de la cocción a la cazuela. Remueve para que se mezclen los sabores.
5. Sazona con sal y añade una cucharadita de pimentón. Mezcla bien para evitar que el pimentón se queme.
6. Cubre con agua, baja el fuego y deja cocer lentamente unos 25-30 minutos, comprobando que no se quede sin caldo. Las patatas deben quedar tiernas y parte de ellas ligeramente deshechas.

Consejo clave:

• Si deseas huevos escalfados, agrégalos directamente al guiso cuando esté hirviendo durante los últimos cinco minutos de cocción. El huevo cuajará suave y aportará cremosidad al plato.)
• Utiliza patatas rotas para conseguir una salsa más espesa y sabrosa.
• Añade agua caliente si ves que el guiso reduce demasiado, nunca agua fría para no cortar la cocción.
• Sirve caliente en plato hondo y añade, si se desea, perejil fresco picado por encima.

Rinde para cuatro personas adultas como plato principal.

• Energía: 430-480 kcal
• Proteínas: 22 g
• Grasas: 22 g
• Hidratos de carbono: 42 g
• Azúcares: 2 g
• Fibra: 4 g
• Sodio: 720 mg

Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.

Conserva en la nevera, en recipiente hermético, hasta tres días. El guiso mejora a las 24 horas porque los sabores se asientan. Puedes congelar porciones durante dos meses, aunque la textura de la patata puede variar al recalentarse.