El mejor restaurante de la playa de Málaga para comer los espetos más auténticos: “Un chiringuito de toda la vida”

Nicolás Gavín, del chiringuito Larry, se alzaba el pasado 3 de octubre como el mejor espetero de toda la provincia de Málaga

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Espetos en el Chiringuito Larry,
Espetos en el Chiringuito Larry, en Torremolinos (Instagram / @chiringuitolarry)

La gastronomía de Málaga y, más concretamente, la de la Costa del Sol, posee un plato que destaca por encima del resto por su forma de elaboración, su tradición y su delicioso sabor. Hablamos del espeto de sardinas, una de las delicias más famosas de este rincón del Mediterráneo. Esta delicia consiste en clavar en una caña unas seis sardinas y cocinarlas a la brasa, un proceso que, en Málaga, se hace en barcas en la orilla de las playas, siguiendo la tradición de fenicios, romanos y árabes. Pero no es algo tan sencillo como atravesar pescado con una caña; saber espetar es un arte solo apto para algunos.

Reconocer la labor de los espeteros y la tradición de esta clásica receta es el objetivo del Concurso de Espetos que, cada año, organiza el Círculo de Empresarios de Torremolinos. Este certamen es ya un clásico de los veranos en la Costa del Sol y ha celebrado en estos últimos días su decimoprimera convocatoria, que tuvo lugar el pasado 3 de agosto, celebrada en la playa de Costa Lago, en Playamar, Torremolinos. En ella, participaron profesionales de todo Málaga, entre los que ha destacado con un primer puesto el espetero Nicolás Joaquín Gavín Muñoz, del chiringuito Larry.

Nicolás Joaquín Gavín Muñoz, espetero
Nicolás Joaquín Gavín Muñoz, espetero de Chiringuito Larry (Instagram / @chiringuitolarry)

Es, oficialmente, y gracias a este premio, el mejor espetero de toda la provincia de Málaga para este 2025. Este cocinero malagueño, que ya había participado en otras ediciones logrando varios terceros puestos, logró conquistar este verano al jurado gracias a su técnica y su maestría en las brasas, mostrada a diario el Chiringuito Larry, en el mismo Paseo Marítimo que recorre la playa de Torremolinos.

Los orígenes de este local se remontan a los años 70, cuando Antonio Ramos y Trinidad Murillo iniciaron un pequeño puesto playero en la zona de La Carihuela. Ahora, más de 50 años después, el Larry se ha reformado por completo, mostrando este año por primera vez un nuevo aspecto moderno, rústico y sencillo. Lo que no ha cambiado es el respeto de sus cocineros por la tradición más arraigada de la cocina malagueña. Los espetos aquí son religión, tanto las sardinas como otros pescados frescos que se cocinan utilizando la misma técnica.

Los mejores espetos de Málaga
Los mejores espetos de Málaga se sirven en un chiringuito de Torremolinos (Instagram / @chiringuitolarry)

Pero el Chiringuito Larry no solo destaca por sus premiados espetos. Su carta es todo un homenaje a la cocina mediterránea, la española y, más específicamente, la malagueña. Entre sus especialidades, arroces y paellas, frituras de pescado, mariscos frescos, carnes y otras recetas locales como la tortillita de camarones o los mejillones Larry, con salsa marinera ligeramente picantes. También opciones como el tomate picado con ajos y ventresca, los boquerones en vinagre, o los chanquetes fritos con huevo, así como postres que van desde la tarta de queso hasta el tiramisú.

Las opiniones del chiringuito Larry

Más allá de los premios, este restaurante cuenta con el beneplácito de gran parte de los clientes que han pasado por sus mesas. Así lo demuestran sus reseñas, con una puntuación de 4,1 sobre 5 estrellas y más de dos mil opiniones. Algunos comentarios destacan la calidad de la cocina, así como la rapidez y efectividad en el servicio.

“Chiringuito de toda la vida de Torremolinos. Fuimos sin reserva, esperamos unos 15 minutos y nos dieron mesa, y eso que estaba el restaurante a tope”, narraba una clienta a través de una opinión en Google. “Me temía que al estar recién reformado hubiera subido mucho los precios y bajado la calidad; pero para nada, todo estaba buenísimo y los precios en torno a la media de lo que cuesta comer en la Costa del Sol”, continuaba.

“La comida estuvo muy rica, raciones muy grandes. Salimos muy contentos”, cuenta otro comensal, que quiso destacar además las “vistas espectaculares” que se disfrutan desde su mesa. Por contra, hay quienes señalan algunos problemas relacionados con la gran afluencia del local, la falta de personal o algunas complicaciones con el punto de cocción de ciertos platos.