Madrid reivindica su cultura coctelera: el nuevo mapa que recorre 20 coctelerías emblemáticas de la capital

El Ayuntamiento difunde un mapa con los lugares más míticos de la ciudad a los que ir a disfrutar de un buen trago, 20 coctelerías de autor repartidos por el centro madrileño

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El mapa de coctelería para
El mapa de coctelería para recorrer Madrid de trago en trago (Freepik)

En Madrid se bebe hoy mejor que nunca. Así lo afirma y reivindica el Ayuntamiento de la ciudad, que ha querido hacer homenaje a la cultura coctelera madrileña, en pleno auge en los últimos años. Referente mundial de la gastronomía desde hace ya décadas, a la capital le toca ahora crecer en lo líquido, con una creciente y vibrante escena de bares de cócteles que ya la coloca como capital alternativa del fenómeno global de la mixología.

Este homenaje ha llegado en forma de mapa, un mapa ilustrado que pone atención en esos locales de moda que, sin perder de vista las tendencias actuales, recuperan una tradición coctelera con profundas raíces en la cultura madrileña. Esta guía forma parte de la colección impulsada por el Área de Cultura, Turismo y Deporte para mostrar de forma visual y atractiva los distintos paisajes culturales y turísticos de la capital. En este caso, el itinerario recorre 20 coctelerías clásicas y contemporáneas que han hecho de Madrid un referente en el sector a nivel internacional.

Mapa de las mejores coctelerías
Mapa de las mejores coctelerías de Madrid, elaborado por el Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento (Ayuntamiento de Madrid)

De Lavapiés a Malasaña, pasando por el Barrio de las Letras

La primera parada de esta ruta se detiene en Savas, en el número 3 de la calle de la Sombrerería. Esta coctelería de autor pone en el mapa al madrileño barrio de Lavapiés, con un proyecto regentado por la pareja de lituanos formada por Gintas y Dovi. El matrimonio cuida sus cócteles al detalle, preparando ellos mismos materias primas como almíbares y ahumados que protagonizan cada trago. La carta líquida de Savas cambia con frecuencia, adaptándose a la temporada y a la inspiración del momento. Además de buenos cócteles, sirven cerveza artesana y vinos.

Coctelería Devil's Cut, en Madrid
Coctelería Devil's Cut, en Madrid (Cedida)

Siguiendo hacia Antón Martín, en la calle del León, llegamos a probar los cócteles del icono mundial de la coctelería Shingo Gokan, en Devil’s Cut. El bar preserva el encanto histórico del antiguo Casa Pueblo, icónico bar madrileño del barrio en 1983, aunque ahora con una novedosa carta líquida que fusiona las influencias japonesas con la inspiración de los jereces.

El argentino Diego Cabrera, al frente de Salmon Guru, es uno de los culpables del auge de la alta coctelería en Madrid. Su establecimiento es la propuesta que recoge la tercera parada del mapa, en la calle de Echegaray, 21, una propuesta que rebosa originalidad y que tiene hueco fijo en la lista de los mejores bares del mundo. Cabrera es también el responsable de haber revivido un espacio con solera de la ciudad, convirtiéndolo en un templo moderno del aperitivo y del vermú: Viva Madrid, la cuarta parada.

Fachada de Viva Madrid (Cedida)
Fachada de Viva Madrid (Cedida)

Sin abandonar la zona, el centro más céntrico de la capital, encontramos la quinta coctelería que propone el mapa, además de una de las últimas en sumarse a la ruta: Mauz Madrid, el local de Nico Constantino, que mezcla lujo atemporal con cierta actitud irreverente.

En la calle de la Reina se ubican las dos siguientes paradas. En el número 12, un clásico: Del Diego, un bar de inspiración neoyorquina diseñado en los 90 en el que los hermanos del Diego perpetúan el legado de su padre, alumno aventajado del mítico Chicote; en el 16, el Bar Cock, cuya leyenda centenaria se aprecia todavía en las vidrieras restauradas y en los pilares de madera, testigos de infinitas fiestas, tertulias y de auténticas intrigas de espías.

La octava parada nos lleva ya al vibrante barrio de Malasaña. En 1862 Dry Bar (calle del Pez, 27), el veterano barman Alberto Martínez reivindica clásicos modernos que nunca defraudan. El nombre de esta coctelería recuerda el año en que se publicó el primer libro de cócteles de la historia, ‘The Bon Vivant’s Companion or How to mix drinks’, de Jerry Thomas, del cual proceden parte de las 30 combinaciones que encontramos en su carta. El recorrido sigue en la calle de Sandoval, donde el Holy Drop Cocktail & Whisky Bar rinde homenaje a esta bebida con más de 700 variedades de whiskeys y catas organizadas para entenderlas y disfrutarlas en su máxima expresión.

Cócteles por Chueca, Chamberí y Antón Martín

Pasamos el ecuador del recorrido con Momus. Momus Cocktail Bar, situado en el ecléctico y vibrante barrio de Chueca, es el primer proyecto personal de Alberto Fernández, antiguo coctelero en Saddle. Aquí, Fernández y su equipo —Ely Quintero y Jean Vázquez— hacen una apuesta absoluta por el cóctel. Tanto que en su local solo sirven sus combinados; nada de vino, ni cerveza, ni refrescos, y tampoco comida. Solo sus creaciones únicas e inéditas, aunque siempre con opciones sin alcohol para llegar a todo el público.

Barra de Momus Cocktail Bar
Barra de Momus Cocktail Bar (Cedida)

Shift Public House es la parada número 11, en la calle del Cardenal Cisneros, un bar con cócteles de autor que ha conseguido hacerse un hueco en la nueva movida de Chamberí sin perder la cercanía y el carácter de barrio. El recorrido continúa en la zona de la plaza de Olavide con The Dash, de Rubén de Gracia, en la calle de Murillo. Esta ha querido convertirse en la coctelería de barrio para los ‘chamberlieros’, a base de clásicos y de mucha autenticidad. Harvey´s The Invisible Bar (calle de San Lorenzo, 5), de Edu Gutiérrez, espera en la parada número 13 con una oferta de cócteles cortos e intensos con resonancias americanas y un ambiente de speakeasy que nos lleva hasta los años de la ‘ley seca’.

El número 14 de esta ruta nos lleva hasta Harrison 1933, en la calle de Recoletos, con Carlos Moreno al frente. Este local hace honor al año en que se legalizaba la venta de alcohol en EE. UU. tras la ley seca, en un espacio situado a pocos pasos de un icono arquitectónico madrileño, la Puerta de Alcalá. Desde allí, el recorrido invita a dirigirse hacia la Gran Vía para detenerse primero en Angelita (calle de la Reina, 4) de los hermanos Villalón, uno de los pocos bares madrileños que puede presumir de tener un hueco en los premios ‘The World 50 Best Bars’, concretamente con el puesto 65 de su lista ampliada 51-100.

Barra de vinos de Angelita,
Barra de vinos de Angelita, en la calle de la Reina, Madrid (Cedida)

Desde ahí, llegamos al número 16, el mítico Museo Chicote. Emblema de la Gran Vía, se dice que Madrid no se entiende sin esta coctelería, la primera de España, que fundó en 1931 Perico Chicote, ‘el barman que lo cambió todo’. Por ella pasaron figuras internacionales como Ava Gardner o Ernest Hemingway. Hoy continúa siendo parada obligada para residentes y turistas que disfrutan de sus cócteles y de su decoración art déco, obra de Luis Gutiérrez Soto, que aún se conserva intacta.

La ruta propone continuar hacia Lovo Cocktail Bar, donde la atmósfera recuerda al París de los años veinte y la inspiración llega de la mano de la carismática Josephine Baker, a la cual consideran “un icono de libertad y de cómo ésta se adquiere en los lugares más oscuros". Sus cócteles, diseñados por Frank Lola, se pueden descubrir en el número 20 de la calle de Echegaray. Muy cerca, Planta Baja ofrece un refugio en la calle del Marqués de Duero, un bar ubicado en sótano que destaca por un enfoque actual que aporta el bonaerense Kevo Jacoby.

Aterrizamos en Antón Martín para ponerle el broche final a esta ruta. En la zona de Huertas, encontramos La Analógica, una cocteleria hi-fi que rinde homenaje al vinilo y a la fotografía analógica, un negocio que parte de la visión del coctelero Nick Paredes. El punto final de esta ruta es Santos y Desamparados, proyecto de Alberto Villarroel, una coctelería oscura con estética casi gótica donde podemos encontrar ricas preparaciones líquidas y hasta un confesionario.