El chiringuito de Mallorca que enamoró a Dua Lipa: una casa de pescadores en un acantilado donde es casi imposible reservar

A comienzos del siglo XX, una sencilla caseta de pescadores abría sus puertas junto a las aguas de Cala Deià, en plena Serra de Tramuntana. Era 1915 y su fundador, Joan Rullan Mas, daba forma a lo que hoy es el popular restaurante Ca’s Patro March, uno de los chiringuitos más demandados de toda la isla de Mallorca. Esta sencilla construcción de madera, levantada sobre terrazas irregulares entre las rocas, cuenta con apenas un centenar de codiciadas sillas desde las que se admira una de las vistas más increíbles hacia el Mediterráneo.

El de Ca’s Patro March es un lujo sencillo, alejado de pretensiones y de las nuevas tendencias de beach club que imperan en el archipiélago balear. Allí, la riqueza se mide a base de pescados y mariscos frescos, capturados en el Mediterráneo apenas unas horas antes de llegar a la mesa. Este delicioso menú, a absoluta merced de la pesca del día, sumado a sus increíbles vistas, hacen de este un lugar de una increíble demanda, tanta que, reservar una de sus mesas es casi misión imposible.

En su terraza con barandillas de madera se han podido ver muchas caras conocidas, celebrities, actores o cantantes que han querido disfrutar de esta experiencia. Es el caso de nombres como Bob Geldof, Michael Douglas o Liv Tyler, y ahora también de Dua Lipa. La cantante albanobritánica, fiel enamorada de España y de sus islas, ha pasado unos días en Mallorca con algunas de sus amigas, un fin de semana en el que han tenido la oportunidad de disfrutar al máximo de la gastronomía local.

Así se intuía en algunas de las imágenes compartidas por la cantante en su Instagram, en la que podíamos ver la terraza de Ca’s Patro March como fondo. En su mano se puede observar un cóctel, aunque no sabemos si acompañaba o no al festín de pescado y marisco que suele darse en este restaurante.

Y es que en Ca’s Patro March es común disfrutar de pescados como el cap roig o el gallo de San Pedro y mariscos como la langosta a la plancha, siempre muy frescos y preparados con un proceso sencillo que permite mantener lo más intacto posible su sabor natural. Para quienes prefieran una alternativa al pescado, también hay algunas opciones de carne. En lo que al precio se refiere, podría depender de la elección de producto de cada comensal, aunque sus reseñas indican un ticket medio de entre 40 y 100 euros por persona.

Su ubicación, encajada entre el mar Mediterráneo y la sierra de Tramontana, hacen que su acceso sea algo complicado, con únicamente una estrecha y sinuosa carretera que accede hasta la cala. Son muchos los que, por ello, llegan incluso por el mar, desde el Puerto de Sóller. Cabe señalar que, para reservar, será necesario hacerlo con antelación, aunque solo con las dos semanas de margen que permite la web. Esto se debe a que sus reservas se van abriendo poco a poco, no dejando la opción de reservar con meses de antelación. Además, el restaurante impone un consumo mínimo de 40 euros por persona y solo acepta pago en efectivo.