Estos son los tres errores más comunes al comprar un melón: mejor entero

Hablamos de una auténtica delicia que aporta numerosos beneficios a nuestra salud. Su sabor dulce conquista a cualquiera y se puede disfrutar de múltiples maneras, incluso acompañado de jamón ibérico

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El jamón serrano es uno
El jamón serrano es uno de los alimentos que mejor acompaña al melón durante los meses estivales (Pexels)

El melón es una de las frutas que más apetecen en la temporada de verano. A media mañana, de postre, para merendar, después de bañarnos en la piscina o en la playa. Es la delicia perfecta para disfrutar de un alimento sano, rico en nutrientes y al mismo tiempo dulce. Además, es la fruta perfecta que acompaña a otros alimentos como el jamón serrano, típico de la dieta mediterránea.

No obstante, los expertos indican que, a la hora de comprar el melón en tu supermercado de confianza, es muy importante tener en cuenta varios requisitos imprescindibles. Del cumplimiento de estos requisitos depende el éxito en los niveles de calidad de la experiencia culinaria. Además, pueden ayudar a prevenir futuros problemas en la salud.

El medio digital 20 minutos, en su sección de gastronomía, ha realizado un compendio de estos requisitos/consejos ante los que, si queremos disfrutar de la fruta del melón como nunca, debemos tomar cierta responsabilidad.

Primer requisito: comprar el melón entero

Esto significa que nada de comprarlo por la mitad. Aunque les parezca extraño a algunas personas, en los supermercados, se suele vender el melón por porciones. Esto, sin embargo, puede incurrir en futuras complicaciones para la salud.

Lo deja muy claro la dietista Duna Nicolau: “la pulpa queda expuesta y es mucho más probable que se contamine. Esto supone un riesgo para la salud”.

Crédito: Flickr
Crédito: Flickr

La nutricionista advierte sobre los peligros de comer la fruta en condiciones adversas. Para evitar este tipo de problemas, el interior debe estar protegido y la pieza de fruta se debe comer en los días siguientes a su adquisición.

Un melón, sin abrir, puede aguantar en la nevera entre 5 a 7 días. Por otro lado, un melón ya empezado (y conservado en la nevera bien precintado o en un recipiente) tendrá un tiempo de consumo de 3 a 4 días como máximo. Es una fruta para consumir en el momento. Es por ello que comprarlo por la mitad no solo puede ocasionar problemas de salud, sino también reducir considerablemente su tiempo de consumo.

Segundo requisito: Comprarlo maduro

El agricultor Vicent Eixea comentó en una entrevista con El Periódico Mediterráneo que, para escoger el mejor melón en el supermercado, conviene fijarse en “el tono amarillo que presenta el pezón del fruto”. A lo que añadió: “si no está amarillo del todo es porque aún le queda tiempo de estar en planta y antes de comprarlo tenemos que comprobar que la parte por la que se corta–aunque mida solo unos milímetros—sea amarilla; eso es lo fundamental.

Si no se sigue el consejo del experto es muy posible que la calidad de la experiencia disminuya de forma importante. Un melón no maduro presenta un sabor mucho menos intenso y dulce, y con una textura dura, poco agradable al paladar. Además, puede producir una peor digestión, incluso con diarrea leve. Asimismo, no tendrá los mismos beneficios nutricionales -esto son vitaminas y antioxidantes- que un melón maduro.

Último requisito: Un melón maduro debe pesar

El peso es otro de los indicadores del estado de madurez y consumo de un melón. Un melón en las mejores condiciones para su ingesta debe pesar. Esto responde a la cantidad de alimento que el propio melón ha adquirido en su proceso de crecimiento.

El Dr López Rosetti nos cuenta la importancia de consumir frutas y verduras.

Tiene que pesar porque se tiene que haber alimentado lo suficiente, aunque es cierto que se puede manipular el peso con nitrógenos que dan más tamaño, pero no más sabor", explicó el experto en agricultura.

En definitiva, estos son los tres requisitos principales que los expertos recomiendan tener en cuenta para una buena compra de un melón que proporcione una experiencia culinaria de calidad: comprar el melón entero, maduro y con un peso considerable. Solo así se garantiza disfrutar de toda su dulzura, jugosidad y de un auténtico placer gastronómico.