Esta empresa utiliza la “prueba del bolso” en cada entrevista y solo quiere contratar a los candidatos que la superan: es invasiva y humillante

Según los expertos, este tipo de actuaciones pueden ser una forma encubierta de valorar la docilidad y la predisposición a obedecer órdenes de los aspirantes

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Un reclutador entrevista a una
Un reclutador entrevista a una aspirante (Canva)

En un mercado laboral cada vez más competitivo, las empresas buscan nuevos métodos para identificar a sus candidatos ideales. Sin embargo, algunas prácticas han comenzado a cruzar fronteras que muchos consideran inadmisibles.

Es el caso de una compañía que ha implementado la llamada “prueba del bolso” en todas sus entrevistas, una técnica que consiste en solicitar a los aspirantes que permitan revisar sus pertenencias personales antes de finalizar el proceso de selección, según ha informado el medio digital francés Aufemenin.

Un método poco convencional que discrimina

La “prueba del bolso” ha saltado a la luz gracias a un testimonio compartido en el blog internacional de recursos humanos Ask A Manager, donde la experiencia de una candidata despertó debate y rechazo entre profesionales y usuarios de redes sociales.

El proceso es sencillo: al terminar la entrevista, el responsable de recursos humanos pide inspeccionar el bolso, la mochila o el maletín personal del aspirante. La intención, según explica la empresa, es medir el nivel de organización.

En el caso concreto de la candidata que compartió su historia, la joven accedió a que revisaran su bolso, a pesar de la sorpresa, pensando que el puesto estaba casi asegurado. No obstante, el entrevistador, tras inspeccionar su contenido, le devolvió el bolso sin decir nada. El resultado final fue que, pese a una entrevista favorable, no consiguió el puesto.

Además, cabe destacar que el reclutador planteó esta última prueba como “el mejor indicador de la capacidad de organización de una mujer”, una frase que se ha percibido como completamente desfasada respecto a las exigencias del mercado laboral actual.

No es un caso aislado: hay más de estas “pruebas”

No se trata de un caso aislado dentro del mundo de los recursos humanos, donde cada vez aparecen más pruebas sorprendentes y poco ortodoxas. Algunas compañías recurren a la silla coja, la taza de café o incluso el control de la reacción ante preguntas insólitas para medir capacidades como la flexibilidad, la gestión del estrés o la creatividad.

Estas técnicas buscan ir más allá del currículum y del discurso habitual en las entrevistas, poniendo a prueba soft skills, capacidad de adaptación e incluso los límites personales de los postulantes.

Este es el CV perfecto en la era digital, según una experta en recursos humanos: “No puede ser una lista de habilidades”.

Límites éticos y reacciones de los candidatos

Aunque la empresa promotora de la “prueba del bolso” defiende su eficacia, la práctica ha sido calificada por muchos como sexista, invasiva e incluso humillante, pues somete a los candidatos a una situación incómoda y fuera de lugar.

“Que me pidan abrir mi bolso para mirar dentro sería suficiente para rechazar cualquier oferta, aunque el trabajo fuera perfecto”, comenta una usuaria en un foro profesional.

La polémica crece cuando se plantean dudas sobre la universalidad de la prueba: ¿Qué ocurre con los candidatos que no llevan bolso o con los hombres? ¿Hasta qué punto la organización del contenido de un objeto personal puede determinar la idoneidad de una persona para desempeñar un puesto?

Expertos en selección de personal y ética profesional ponen el foco en los riesgos de este tipo de evaluaciones. No solo se cuestiona la utilidad real de ver el interior de los objetos personales de un aspirante, sino que se destaca el peligro de normalizar técnicas que vulneran la privacidad y la dignidad de las personas en busca de empleo.

Según distintos profesionales, este tipo de pruebas pueden ser una forma encubierta de valorar la docilidad y la predisposición a obedecer órdenes, aunque atenten contra el bienestar y los límites naturales de los candidatos.

Una advertencia sobre los métodos de selección

El auge de las pruebas ocultas o sorprendentes en los procesos de selección es una tendencia que inquieta a los trabajadores y que, según diferentes testimonios, debería estar mucho más regulada.

Frente a ello, especialistas en recursos humanos recuerdan que la entrevista no es una trampa o una prueba de sumisión, sino un intercambio entre el candidato y la empresa. Los aspirantes están en su derecho de rechazar prácticas que consideren inaceptables y priorizar compañías que respeten su privacidad y su integridad personal.