Yogur o kéfir: la mejor alternativa para la inflamación, según un experto

Estos dos alimentos fermentados cuentan con amplios beneficios nutricionales, especialmente por sus probióticos

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Kéfir de leche y yogur
Kéfir de leche y yogur líquido (Adobe Stock)

Ante la inflamación crónica, una condición asociada al estrés, la dieta, el sedentarismo o enfermedades autoinmunes, los alimentos fermentados están ganando protagonismo en la mesa y en la ciencia. Entre ellos, el yogur y el kéfir se han convertido en dos opciones estrella porque en diversos estudios se ha observado una amplia gama de beneficios nutracéuticos. En este sentido, podrían tener efectos antioxidantes, antimicrobianos y, sobre todo, antiinflamatorios.

Pese a que ambos se elaboran a partir de la fermentación de la leche, no cuentan con el mismo sabor, textura ni beneficios. En primer lugar, el yogur, obtenido al fermentar la leche con bacterias específicas, como Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus, es conocido por mejorar la salud digestiva, fortalecer el sistema inmunológico y ser una buena fuente de calcio, proteínas y vitaminas del grupo B.

Por otro lado, el kéfir es el resultado de la fermentación de la leche con una mezcla más compleja de bacterias y levaduras. Su sabor es más ácido y su textura más líquida, pero lo que lo hace especialmente interesante desde el punto de vista nutricional es su altísima carga de probióticos.

Kéfir de leche, el lácteo
Kéfir de leche, el lácteo con probióticos que mejora la digestión (Adobe Stock)

Ambos alimentos ofrecen propiedades antiinflamatorias, por lo que son alimentos generalmente recomendados por médicos y nutricionistas para la salud intestinal y el bienestar general del organismo. Sin embargo, sus diferencias en composición microbiana podrían marcar una clara diferencia en cómo actúan dentro del organismo. El médico cirujano especializado en Ciencias de la Alimentación, Dietética e Hidrología Médica Nicola Sorrentino explica en La Cucina Italiana cuál es las dos opciones es más beneficiosa para combatir la inflamación.

Probióticos, un aliado en la salud intestinal

“Hoy en día, gracias a los avances de la ciencia, sabemos que un intestino sano está menos sujeto a la inflamación y al estrés oxidativo", explica el experto. “Tanto el yogur como el kéfir contienen sustancias naturales producidas durante la fermentación que ayudan a calmar la inflamación y mejorar el sistema inmunológico. La diferencia entre ambos es el tipo y la cantidad de probióticos, o fermentos vivos, que contienen”.

Así, Sorrentino destaca que, debido a que el kéfir cuenta con una mayor variedad de probióticos, su acción antiinflamatoria es ”más amplia”. De esta manera, su consumo puede modificar la flora intestinal, aumentar los mediadores antiinflamatorios y reducir la actividad de las citocinas proinflamatorias, que son moléculas que promueven esta condición.

Sin embargo, esto no quiere decir que el yogur no tenga también características beneficiosas: “Sigue siendo un excelente aliado, especialmente si se elige el natural sin azúcares añadidos. Ambos alimentos, en una dieta equilibrada, son muy útiles para reducir la inflamación leve, como la relacionada con el estrés, las dietas desequilibradas o los trastornos metabólicos”.

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Sorrentino destaca que lo importante es alternarlos en la mesa y elegir cualquiera de los dos productos en su versión natural, “sin azúcares añadidos, aromas artificiales ni otros ingredientes añadidos”. En la etiqueta debe indicarse que contiene fermentos vivos o activos: “En cualquier caso, solo poner en el carrito aquellos tipos que contengan dos ingredientes: leche y fermentos lácticos”.