Cuatro verduras para sembrar esta semana y tener una cosecha sorpresa en julio

La luz, la humedad y el suelo templado son factores esenciales que intervienen para obtener una germinación rápida

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Cuatro verduras para sembrar en mayo y tener una cosecha sorpresa en julio (Pixabay)

Con la llegada de mayo, los huertos entran en una fase decisiva. Las temperaturas se suavizan, los días se alargan y el suelo alcanza la calidez necesaria para despertar semillas dormidas. Es en este contexto donde el calendario del jardinero se acelera: quienes siembren ahora podrán disfrutar, apenas unas semanas después, de los primeros frutos del verano.

Frente a la idea extendida de que cultivar implica largos meses de espera, algunas hortalizas demuestran que es posible acortar los tiempos si se eligen bien las variedades y se siguen unos cuidados básicos. El momento es propicio: luz, humedad y suelo templado forman un trinomio ideal para favorecer una germinación rápida y un desarrollo sostenido, tal y como informa Maison 20 Minutes. La siembra directa en tierra sigue siendo la opción más eficaz, incluso en espacios reducidos como balcones o jardines urbanos.

De esta manera, con una mínima planificación y constancia, hasta el rincón más modesto puede transformarse en una fuente de alimentos frescos. Así, esta temporada ofrece la posibilidad de experimentar una cosecha anticipada que combine sabor, textura y color en pleno julio. A continuación, se presentan cuatro cultivos ideales para aprovechar esta oportunidad y convertir el jardín en una despensa viva antes de que llegue el calor intenso del verano.

Los cultivos perfectos para tener cosecha en julio

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Conocidos como los velocistas del huerto, los rábanos pueden estar listos en apenas tres semanas, sobre todo si se opta por las variedades denominadas “rábanos de 18 días”. Su siembra es sencilla: hileras separadas cada 15 cm, tierra ligera, cobertura mínima de medio centímetro y riego moderado. Germinan rápidamente, entre cinco y siete días si la temperatura ronda los 18°C. Del mismo modo, una ventaja adicional es su potencial para la siembra sucesiva: tras una primera cosecha, se puede volver a sembrar en el mismo espacio.

Por su parte, la remolacha se considera como una hortaliza rústica que ha ganado un gran prestigio por su colorido y versatilidad. El terreno de cultivo debe estar suelto y enriquecido con compost. Las semillas, que en realidad son glomérulos, se colocan a dos centímetros de profundidad y se recomienda remojarlas previamente para facilitar la germinación. El aclareo es esencial, ya que una vez aparezcan las dos primeras hojas, conviene dejar unos 10 cm entre planta y planta. De este modo, con un riego constante y protección contra las malas hierbas mediante acolchado, se obtienen raíces dulces, ideales para ensaladas o preparaciones cocidas.

Pero la que es la reina de las ensaladas y se encuentra igualmente en esta lista es la lechuga. Las variedades como “hoja de roble” o “batavia express” permiten cosechar en tan solo 35 a 40 días. Para favorecer su crecimiento, es importante mantener la humedad del suelo y evitar el estrés hídrico. La siembra debe realizarse en superficie, con una ligera capa de tierra o simplemente presionando la semilla. Un truco habitual es intercalar las lechugas con otras hortalizas como rábanos o zanahorias, lo que optimiza el espacio y limita la aparición de plagas. Además, como un truco de jardinería: al cortar con cuchillo por encima del cuello, se estimula una segunda cosecha.

Zanahorias de color naranja y
Zanahorias de color naranja y amarillo, frescas y crujientes, ideales para ensaladas, guisos o snacks saludables. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Finalmente, y aunque están tradicionalmente asociadas al otoño, las zanahorias también pueden formar parte de las cosechas de verano si se opta por variedades tempranas como “Nantaise demi-courte” o “Parmex”. El secreto está en el suelo: debe estar bien trabajado, sin piedras y con buena capacidad de drenaje. La siembra se realiza en hileras separadas por 25 cm y con semillas apenas cubiertas por un centímetro de tierra. La germinación tarda entre 10 y 15 días. El aclareo debe realizarse pronto para evitar la competencia entre raíces, espaciándolas entre 2 y 4 cm. Asimismo, para proteger la cosecha, es aconsejable cubrir los brotes con una tela antiinsectos.