Cómo se calcula la indemnización por despido

El salario diario, la antigüedad y el tipo de despido son los elementos fundamentales para determinar la compensación económica que corresponde al trabajador al finalizar su relación laboral

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Cuando una relación laboral termina por decisión de la empresa y no del trabajador, este tiene derecho a cobrar una suma de dinero como indemnización por ello. Independientemente de si el despido se ha dado por una causa justificada o no, todos los empleados podrán recibir una compensación económica, aunque este y otros factores, como la antigüedad en la compañía o el sueldo que se estuviese cobrando, condicionarán la cantidad que se percibirá.

El primer paso para calcular la indemnización es determinar el salario diario, un dato fundamental en el proceso. Esta cifra se calcula sumando el salario bruto de los 12 meses de trabajo anteriores y dividiendo esa cantidad entre los 365 días del año. Las pagas extraordinarias deberán estar incluidas en esta ecuación, aunque se excluirán conceptos como dietas, aportaciones a planes de pensiones o seguros, o el plus de transporte, ya que no tienen naturaleza salarial.

Así, obtendremos el salario bruto que se cobra por cada día trabajado, que será la base del cálculo de la indemnización. En función de otras condiciones, como el tipo de despido o la antigüedad, la indemnización del trabajador será de una cantidad concreta de días, que habrá que multiplicar por el salario diario.

La antigüedad, otro factor clave

Otro de los datos que más afectará a la cantidad que cobrará el trabajador es el tiempo que lleve en plantilla en la empresa. Cuanta más antigüedad pueda acreditar, más dinero podrá obtener en concepto de indemnización. La antigüedad se mide en meses completos, por lo que cualquier fracción de mes trabajado se redondeará al alza y contará como uno más.

Despido (Adobe Stock)
Despido (Adobe Stock)

Despido objetivo o improcedente

El tipo de despido es otro factor determinante para calcular la indemnización, ya que la cantidad varía dependiendo de si el despido es objetivo o improcedente. En función de esto, el importe de la compensación que pague la empresa cambiará de la siguiente forma:

  • Despido objetivo: Este tipo de despido se produce por causas no imputables al trabajador, como dificultades económicas de la empresa o cambios organizativos, pero también se puede dar por una caída en la carga de trabajo o situaciones extraordinarias como desastres naturales (estos últimos se conocen como despidos por fuerza mayor). En este caso, se cobrará una indemnización que será de 20 días de salario por cada uno de los años trabajados, con un límite de 12 meses de salario. Es decir, la indemnización no podrá ser mayor que el salario anual que cobrara el trabajador mientras estaba contratado en la empresa.
  • Despido improcedente: En el caso de que no exista una causa justificada para terminar el contrato del trabajador o no se hayan cumplido todos los requisitos legales para el despido, esta acción se podrá considerar improcedente. Si así es, el trabajador contará con la ventaja de una indemnización mayor para compensar esta situación. En concreto, los despidos la indemnización que percibirá el empleado al que han echado de su puesto será de un total de 33 días de salario por año trabajado, con un tope máximo equivalente a la suma de 24 mensualidades.

Teniendo toda esta información en cuenta, el trabajador deberá multiplicar el importe de su salario diario por los meses de antigüedad en la empresa y los días que correspondan según el tipo de despido, y obtendrá la cifra de su indemnización.