Una cena lista en 30 minutos solo usando el horno: un gratinado de patatas crudas ligero, sin nata y sin bechamel

La patata es uno de los alimentos más emblemáticos y representativos de la cocina española. Desde su llegada a Europa en el siglo XVI, este tubérculo ha dejado una huella indeleble en la dieta diaria de millones de personas, transformándose en un ingrediente esencial tanto en la gastronomía popular como en la alta cocina. Su versatilidad, bajo costo y valor nutricional la convierten en un pilar fundamental de la alimentación, siendo indispensable en numerosos platos tradicionales.

Uno de estos platos que tanto gusta a los españoles son las patatas gratinas. Aunque hay una gran versatilidad y estilos, la manera más sana y ligera para este plato es hacerlo sin nata y sin bechamel, algo que no va a influir en su delicioso y sustancioso sabor. Para prepararlo hay que disponer de una fuente para hornear para disfrutar de su sabor en su forma más pura.

• 800 g de patatas
• 150 g de puerros
• 200 g de jamón curado en dados
• 80 g de parmesano rallado
• 30 g de mantequilla
• 200 ml de leche entera o sin lactosa
• 1 diente de ajo
• 1 nuez moscada
• pimienta recién molida al gusto
• sal fina al gusto

Para preparar las patatas gratinadas, siguiendo la receta de Ricetta Sprint, no se necesitarán más de treinta minutos al horno si se siguen los siguientes pasos:

1. En primer lugar hay que pelar las patatas, lavarlas y secarlas bien con un paño limpio. A continuación es preciso cortarlas en rodajas de al menos 2 o 3 milímetros.
2. Con respecto al resto de ingredientes, se lavará el puerro para después cortarlo en tiras finas. En caso no disponer de él o no ser fan de su sabor, se pueden sustituir por 4 o 5 chalotas (cebollas dulces) cortadas en finas rodajas. Una vez disponemos de las piezas, hay que dorarlas en una sartén con un poco de mantequilla durante 10 minutos, añadiendo sal con moderación (será el único ingrediente que se cocine previamente). Pasado ese tiempo, estará listo para montarlo en el recipiente.
3. Antes de introducir la fuente rectangular, o cuadrada, al horno hay que engrasarla bien con la mantequilla restante, tanto por la base como por los laterales. Seguidamente, hay que cubrir una primera capa de patatas, para seguir con una de tiras de puerro y unos dados de jamón. No olvidarse de añadir un poco del parmesano recién rallado.
4. Se seguirán haciendo capas con el mismo orden hasta que se acaben todos los ingredientes. Una vez se haya terminado, será el momento de verter la leche por los lados del recipiente, para no estropear el emplatado. Finalmente, por la parte de arriba, se completará con más parmesano y unas nueces.
5. Cuando tenemos todo preparado, sería conveniente precalentar el horno a 180º durante 5 minutos. Una vez haya alcanzado la temperatura perfecta hay que situar el recipiente en la rejilla central para dejarlo actuar unos 30 minutos. Aunque si se quiere alcanzar una corteza más crujiente, habrá que encender el grill durante los últimos 3 y 4 minutos, así como desplazar la fuente a la rejilla de abajo.
6. Antes de lanzarse a degustar el plato habrá que esperar unos 15 minutos para que se compacte bien.