El truco para pelar ajos de forma rápida, sin cuchillo y evitando el olor en las manos: “La cáscara se despega como si fuera un caramelo”

“España huele a ajo”, rezaba la célebre frase que, se dice, pronunció Victoria Beckham. A pesar de la posible interpretación negativa de esta afirmación, se ha convertido casi en un emblema reivindicativo. Porque sí, el ajo está en el ADN de nuestra cultura culinaria desde tiempos inmemoriales, un sabor fundamental en los sofritos que dan forma a nuestro recetario.

Además de ser un potenciador de sabor, es un ingrediente saludable y versátil que se adapta a una amplia variedad de platos y que utilizamos casi de manera diaria. Casi todos tenemos una cabeza en nuestra despensa, que vamos ‘desdentando’ para añadir sabor a cada receta. En este momento es cuando surge un obstáculo que no por cotidiano resulta insignificante: el momento de pelarlo.

Para hacer más fácil este proceso, una creadora de contenido ha desvelado un sencillo truco que utiliza el microondas para pelar una cabeza entera de ajos en solo 20 segundos. Se trata de un truco viral que nos ha enseñado la ‘influencer’ Vanesa Bella, una creadora de contenido que cuenta con 1,8 millones de seguidores.

El truco es muy sencillo; solo tenemos que calentar la cabeza del ajo entera dentro del microondas durante 20 segundos. Pasado este tiempo, la cáscara de cada diente se desprenderá prácticamente sola. “La cáscara se despega como si fuera un caramelo”, señaló Bella.

Este no es el único truco que la creadora de contenido ha compartido con sus seguidores. Además, nos ha explicado una manera muy sencilla de tener el ajo picado siempre listo para añadir a la sartén, sin perder tiempo en pelar y picar cada uno de los dientes.

Para ello, Vanesa pica los dientes de ajo recién pelados con unas hojas de perejil, utilizando una picadora para conseguir trozos lo más pequeños posible. Una vez hecho esto, introduce el resultado en una bolsa de congelación, extendiendo la mezcla de manera uniforme en una sola capa fina. Finalmente, separa la mezcla en cuadrados de un tamaño uniforme con ayuda de un cuchillo poco afilado, creando secciones e introduce la bolsa en el congelador.

De esta manera, cuando elabore una receta que requiera ajo y perejil, saca la bolsa del congelador y separa fácilmente cada cuadrado con las manos, añadiéndolo a continuación directamente a la sartén para aportar sabor y aroma.

Más allá de un ingrediente clave para dar sabor a nuestros platos, el ajo es muy valorado por sus propiedades, tanto que incluso ha sido utilizado en la medicina tradicional, gracias a sus propiedades que han podido ser estudiadas científicamente en los últimos años.

La Fundación Española de Nutrición (FEN) recoge que el ajo es rico en compuestos bioactivos, particularmente la alicina, un compuesto sulfurado que se libera cuando el ajo crudo es triturado o cortado. La alicina es responsable de muchas de las propiedades medicinales del ajo y tiene efectos antimicrobianos, antioxidantes y antiinflamatorios.

El ajo también ha sido objeto de muchos estudios por su impacto en la salud cardiovascular, pues se ha demostrado que ayuda a reducir la presión arterial y los niveles de colesterol y a mejorar la circulación sanguínea. Una investigación publicada en la Journal of Nutrition señala que el ajo puede reducir significativamente los niveles de colesterol total y LDL (colesterol “malo”), lo que disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, la alicina también ha mostrado efectos vasodilatadores, ayudando a mejorar el flujo sanguíneo y reduciendo la presión arterial.